Trata de que las personas se sientan bien


Todo lo que hacen los seres humanos está orientado al logro de la felicidad. A veces, por ignorancia, por temor, por envidia, rabia u otras muchas razones, hacen las cosas al revés y sufren las consecuencias, pero su intención es liberarse de angustias y lograr el éxito y la felicidad.

Si los seres humanos tuviéramos conciencia del daño que nos hacemos y del daño que causamos a los demás, rectificaríamos muchas conductas negativas, pero el egoísmo, los temores y la soberbia nos impulsan a ser tercos e insensibles a los sentimientos y necesidades de las personas.

Existen muchas personas angustiadas y con un sentimiento profundo de soledad. En el fondo, la angustia, la incertidumbre y la soledad son estados emocionales muy comunes en la sociedad actual. Se trata de enfermedades psíquicas y espirituales que solo se pueden superar con autoestima y con el respeto y el afecto de los demás.

Busco, yo no sé qué busco, 
creo que es un rostro que una vez perdí. 
Siento, siento una nostalgia 
de algo que me falta desde que nací»

Son versos de una canción que describe exactamente lo que nos ocurre a los seres humanos.

Los seres humanos somos básicamente afectivos. Somos muy sensibles al afecto que nos brindan los demás, así como a la indiferencia y al desprecio.

Conociendo que los seres humanos somos muy emocionales, es importante evitar herir los sentimientos de los demás y proyectar sobre las personas respeto, afecto, comprensión y tolerancia. Es una forma de crecer uno mismo como persona, de ganarse el respeto y el afecto de los demás y de contribuir a la paz y armonía de la sociedad.

Cuando las personas se sienten bien, sacan lo mejor de sí y se convierten en seres de luz que iluminan todo a su paso. Imagina el bien que puedes hacer con tu actitud positiva, así como el mal que causas cuando actúas de forma negativa.

Cuando tratas con respeto y afecto a una persona, nunca se olvidará de lo bien que le has hecho sentir, y cuando le tratas mal, nunca olvidará el dolor que le has causado.

Sé un mensajero de la paz, del diálogo, de la alegría y del éxito. Entonces, verás el mundo en positivo y te sorprenderás de cómo la gente reacciona de forma positiva hacia ti. Porque en definitiva, todo se rige por la Ley de Acción y Reacción. Así como tratas a las personas, así las personas te tratarán a ti.

Evita juzgar, criticar, condenar…

Esta ley rige de forma absoluta las cosas de la naturaleza; sin embargo, en el campo humano existen excepciones, debido a que libre albedrío de las personas suele ser caprichoso; de modo que, tu deber es actuar siempre en positivo, sin preocuparte de cómo reaccionan las personas. No obstante, es conveniente encontrar la estrategia para que las personas reaccionen de forma positiva.

En esta sociedad poco amistosa, un saludo, un respeto, una sonrisa o una palabra de estímulo poseen un valor inmenso. Un valor tan grande que puede cambiar la vida de una persona. Tal vez existen personas que llevan días y meses sin recibir un saludo o una sonrisa.

Piensa en un plan de acción para transmitir a los demás esa riqueza que llevas por dentro. Es la mejor forma de incrementarla en ti y de contribuir a que la sociedad funcione un poco mejor.

El mundo está mal, no tanto por los pobres e ignorantes, que poco pueden aportar, sino por la gente capaz que guarda su conocimiento y su afecto, debido a que son egoístas e indiferentes.

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