Futuro incierto


La incertidumbre y la angustia han sido compañeras inseparables de camino a lo largo de toda la historia, pero antes, el ritmo de la vida era más lento y los seres humanos tenían más tiempo para reaccionar y controlar las cosas. En la actualidad el ritmo de la vida se ha acelerado de tal forma que la experiencia de ayer no sirve para hoy y los esfuerzos de hoy no garantizan el mañana. Esta incertidumbre es causa de angustia.

Cada día observamos cómo quiebran grandes empresas, cómo grandes países entran en crisis, cómo escasea el trabajo y cómo el dinero no alcanza. Esta situación genera incertidumbre respecto de lo que nos depara el futuro y la angustia se instala en la mente de las personas, generando un caos interno, invisible pero real.

La humanidad vive un proceso de evolución constante; lo cual significa un crecimiento en inteligencia, conciencia y libertad; por lo cual, a pesar de las imágenes de ignorancia, dolor y pobreza que observamos todos los días a través de la televisión, debemos aceptar que son crisis inevitables, dentro del proceso de crecimiento. Es el precio que la sociedad tiene que pagar para aprender y crecer.

La sociedad vive siempre en crisis. Crisis significa lucha: La crisis es buena porque es señal de salud; obliga a los seres humanos a buscar respuestas, a cambiar, a evolucionar… La ley de la vida es «Renovarse o morir». Pero, adaptarse, ¿A qué? 

El futuro es por naturaleza riesgo e incertidumbre pero son estas características las que le dan a la vida ese aspecto de novedad permanente.

El futuro ofrecerá más oportunidades para crecer, pero también tendrá más riesgo de fracaso y de frustración. Esto significa que cada día el ser humano debe ser más consecuente, porque la irresponsabilidad traerá consecuencias más dolorosas. 

El futuro es la casa de los sueños y de la esperanza. El temor al futuro mata los sueños y la esperanza y sin ellos, el hombre es un barco a la deriva. Así que, visualiza un futuro exitoso, luego sueña, trabaja y espera lo mejor, seguro de que te acontecerá lo mejor.

Es maravilloso levantarse cada día y ver que la vida nos ofrece otra oportunidad.

Vive intensamente cada día como si fuera el último de tu vida.

El caos tiene armonía y genera creatividad, pues, para poder subsistir en él nos vemos obligados a abandonar nuestra zona de comodidad para transitar por otros caminos, donde seguramente descubriremos nuevas posibilidades y oportunidades que jamás se nos hubieran ocurrido antes. 

La vida se acelera y las cosas cambian con mucha rapidez. Es necesario abrir los ojos, prever, adelantarse al futuro, capacitarse y ser creativo y flexible.

La vida ofrece muchas oportunidades y el futuro ofrecerá muchas más pero sólo quienes aprendan a funcionar en el caos tendrán acceso a los bienes de la vida

Nuestra mente es un caos dinámico en el que interactúan sin cesar billones de ideas, sentimientos, recuerdos, impulsos, necesidades, temores, intereses, valores… El ser humano es libre y puede intervenir en la dinámica de su caos personal y del caos social. Existen leyes intelectuales que rigen el pensamiento, leyes afectivas que rigen los sentimientos, leyes morales que rigen la conducta, leyes sociales que rigen las relaciones con las personas y leyes espirituales que rigen la relación del hombre con lo sobrenatural. De acuerdo al desarrollo alcanzado y a la forma en que el ser humano aplica estas leyes, puede, en parte, manejar su propio caos para lograr lo mejor de la vida.

Las principales estrategias para anticiparse a la incertidumbre y superarla son: 

– Estar al tanto de lo que ocurre en el mundo y entender los signos de los tiempo
– Capacitación para resolver las cosas con eficacia 
– Salud física y mental para asumir todos los compromisos

Para actuar en consecuencia, existen dos grandes alternativas, cambiar el entorno a través de la tecnología… o cambiar de entorno (buscar otras alternativas – migrar o emigrar. En la actualidad existe una gran movilidad de personas y de empresas

Necesitamos aprender a manejar la incertidumbre a través de la previsión, de la capacitación, de la adaptación activa, de la selección de estrategias eficaces y de la evolución.

Observa a tu alrededor ¿Qué ves? La mayoría de la humanidad vive en la ignorancia y en la pobreza, en más de 50 países hay alguna forma de guerra, desastres naturales (terremotos, sunamis, tornados, etc.) Estos fenómenos escapan al control del hombre y son causa de incertidumbre universal.

Existe también la incertidumbre económica y laboral. Luego está la incertidumbre familiar y personal que afecta nuestra seguridad en muchos aspectos. 

Las personas tratan de controlar esta incertidumbre, para lo cual, estudian, trabajan y ahorran, con el fin de crear un entorno propio en el cual vivir protegidas 

La angustia y el estrés son señales de alarma, causadas por la incertidumbre. Existe una incertidumbre natural, pero la sociedad ha creado numerosas incertidumbres, como consecuencia de una vida planificada en términos de competencia y consumismo. 
Un poco de incertidumbre es buena porque estimula, pero, mucha incertidumbre genera angustia y atenta contra la calidad de vida.

No podemos predecir el futuro y la incertidumbre será nuestra compañera inseparable de viaje, pero, podemos poner las premisas del éxito y de la felicidad y esperar lo mejor.

Existen leyes y situaciones que se imponen de forma inevitable, ante las cuales nada podemos hacer, pero el éxito y la felicidad de cada día dependen de nuestras propias decisiones

Necesitamos aprender a manejar la incertidumbre a través de la previsión, de la capacitación constante, de estrategias eficaces, de la acción y de la evolución.

Es necesario aceptar que somos nosotros mismos los que creamos la angustia por no aceptar las cosas como son; por aspirar a lo que no podemos o no merecemos, porque no hemos hecho méritos para ello; por compararnos con los demás, por lamentarnos en vez de luchar, por no entender que la vida es solo un lugar de paso en el que debemos cumplir con nuestra misión para sentirnos plenos por dentro, y, de esta forma, ahuyentar los temores que generan la angustia.

Si lograr controlar a tus enemigos internos: La ignorancia, los temores, la pereza, la irresponsabilidad, … entonces, tendrás control sobre tu vida y sobre el mundo que te rodea y no habrá lugar en tu mente para la angustia.

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