El Estrés


Estrés es una palabra inglesa que significa lucha, tensión, violencia.
El estrés es una enfermedad moderna conocida también como el síndrome de adaptación.

Según Dela: «El estrés es un estado de tensión aguda que sufre el organismo, el cual se ve obligado a movilizar sus defensas para hacer frente a una situación de peligro.

El agresor puede ser físico (infección…)o psicológico (emoción…)
Los agentes productores del estrés se llaman estresores.
En esta lucha triunfa generalmente el organismo, debido a la fortaleza del instinto de supervivencia; sin embargo, existen agresiones mortales, como el sida, algún tipo de cáncer, enfermedades psíquicas graves, accidentes…

Aunque los causantes del estrés son muy variados (frío, calor, alegría, dolor, esfuerzo, placer, emoción…) todos ellos producen las mismas reacciones bioquímicas. Estas reacciones originan un desequilibrio orgánico y desencadenan los mecanismos de defensa del cuerpo, con el fin de establecer el equilibrio. (homeostasis).

Aquí nos vamos a referir únicamente al estrés originado por razones de tipo psicológico, (por angustia, tensión, baja autoestima, competencia… por una filosofía errónea respecto del amor, del sexo, de la amistad, del trabajo, de la responsabilidad, del éxito, del dinero, etc.)

El estrés no es un impulso de tipo emocional, como creen muchos. Es simplemente una alteración intensa del equilibrio bioquímico producida por un estresor.

El estrés es inevitable. Es el impulsor de la vida. Es una condición de la naturaleza humana, debido a que la vida es acción, lucha, adaptación, desarrollo, riesgo, cambio.

El ser humano se desarrolla en interacción con el medio ambiente. Los extrusores son, en principio, estímulos «positivos» que obligan a adaptarse.

Existen unos márgenes de estrés, dentro de los cuales, el ser humano se desarrolla en forma armónica y feliz pero cuando el estrés se intensifica, más allá de los límites normales, desestabiliza el equilibrio del cuerpo y de la mente.

La historia humana es una lucha sin tregua y resulta ingenuo pensar que algún día reinará la paz. La vida es lucha y la ley es: «Adaptarse o morir»

La sociedad es cada día más dinámica, cambiante y competitiva, lo cual obliga a vivir en estado de alerta permanente. Esta situación de emergencia genera una descarga excesiva de adrenalina en la sangre, que incrementa la tensión arterial, acelera el pulso y produce una tensión general en el cuerpo y en la mente.

El estrés aumenta la secreción de corticoides, los cuales originan la úlcera gástrica. Existen muchas enfermedades somáticas, llamadas de adaptación, causadas por el estrés, tales como: La fatiga crónica, el insomnio, la tensión arterial, la gastritis, las úlceras gástricas, las alergias, las enfermedades cardiovasculares, jaquecas, dolores, susceptibilidad, agresividad, angustia y depresión.

El estrés es una señal de alarma, un S.O.S. que pide rectificación.

Causas del estrés

1. Un Padre (Súper Yo) muy exigente, crítico, desadaptado.
2. Un Adulto (Yo) poco desarrollado.
3. Un Niño (Subconsciente) dominado por sentimientos negativos.
4. La fatiga
5. La angustia y la ansiedad
6. La depresión
7. Una programación mental errónea.
8. Los propios temores, complejos y frustraciones.
9. Una capacitación deficiente
10. Una conciencia demasiado exigente, responsable y perfeccionista
11. La competencia
12. El ritmo estresante de la vida
13. Las necesidades creadas
14. La soledad
15. El vacío espiritual
16. La baja autoestima
17. El entorno familiar y social.
18. El vivir en contradicción consigo mismo
19. La dependencia
20. El vivir sin proyecto de vida

Efectos del estrés

El estrés repercute en todas las áreas, trastornando el buen funcionamiento del cuerpo y de la mente, dando origen a conductas desadaptadas que comprometen la salud, la vida, el progreso y la felicidad de la persona, de la familia y de la sociedad.

Cómo manejar el estrés

Todas las conductas humanas son aprendidas. Se aprende el amor y el odio, la guerra y la paz, como resultado de un condicionamiento mental; por tanto, necesitamos seleccionar, ideas, sentimientos, personas, circunstancias y decisiones, porque ellos nos modelan.

Cada persona es producto de lo que siente, de lo que piensa y de lo que hace y, en última instancia, cada uno es responsable de sí mismo, pues, por encima de los condicionamientos externos, existe el libre albedrío y, en este asunto, como en las leyes humanas, la ignorancia no excusa ni exime.

En consecuencia, para superar el estrés hay que comenzar por sincerarse consigo mismo y con los demás, liberarse de todo karma, adaptare a las circunstancias reales y asumir con responsabilidad e inteligencia los retos de la vida.

Ahora que conoces las causas del estrés, encuentra el arma adecuada para destruirlo de raíz, antes de que se extienda como un cáncer.

Lee de nuevo cada una de las causas del estrés y planifica lo que puedes hacer para controlar cada causa.

Test sobre el estrés

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