Códigos cerebrales


El cerebro humano ha evolucionado a lo largo de cuatro millones de años. En este largo proceso ha creado infinidad de códigos mentales que contienen los misterios de nuestra existencia y de nuestra evolución.

El cerebro es un libro vivo que contiene la historia de nuestra vida. El cerebro aprende cada día, rectifica, se adapta y evoluciona.

A lo largo de los anos aprendemos distintos códigos relacionados con el lenguaje, las matemáticas, el aprendizaje, los comportamientos sociales, las conductas morales, el manejo de herramientas, las habilidades en distintos deportes, etc.

Los seres humanos aplicamos estos códigos a las cosas que conocemos y nos sirven para resolver las cosas con eficacia. De aquí la importancia de aprender desde niños numerosos códigos y que los códigos sean de calidad.
Los códigos elementales proporcionan una capacidad elemental de aprendizaje, un conocimiento elemental, un vocabulario elemental, un pensamiento elemental y una capacidad de éxito reducida.

Con estudio y experiencia crecen los conocimientos en amplitud y profundidad y los códigos adquieren mayor potencial. Es fundamental que los conocimientos estén bien organizados y bien definidos para que el pensamiento fluya con rapidez. La velocidad de los procesos mentales es fundamental. Como el código utilizado por el cerebro es verbal (el cerebro procesa en base a palabras) resulta fundamental el desarrollo de un vocabulario amplio, rico y fluido.

La naturaleza tiene su ritmo y su proceso natural que depende de leyes establecidas, pero el cerebro humano vive un proceso de evolución que se acelera cada día, gracias al incremento de la información; sin embargo, los seres humanos no necesitan toda la información. Además, la capacidad del cerebro es limitada, por lo que cada persona necesita aprender a seleccionar únicamente la información que necesita para lograr sus objetivos.

La Neurociencia trata de entender los mecanismos cerebrales y sus raíces evolutivas que hacen del hombre lo que es, su conducta, como concibe el mundo y las normas que rigen su relación con los demás.

Sabemos que todo cuanto percibe y concibe el hombre depende de circuitos específicos del cerebro. Por tanto, el estudio de la corteza cerebral y de nuestro sistema límbico (emociones) es entender las raíces de la naturaleza humana.

Así como el descubrimiento del código genético proporciona un conocimiento amplio sobre la naturaleza y funcionamiento del cuerpo humano y ha abierto caminos insospechados en el campo de la medicina, de forma similar, el conocimiento de los códigos cerebrales ayudaría a entender la raíz de las conductas humanas y a vivir con más criterio, con más éxito y con más felicidad.

El caos en que vive la sociedad (crisis, guerras, ignorancia, pobreza, frustración…) es producto del quebrantamiento de ciertos códigos cerebrales.

¿Cuáles son los códigos mentales que rigen la vida de las personas sanas, exitosa y felices?

¿Cuáles son los códigos mentales que hacen a las personas envidiosas, egoístas, frustradas?

¿Cuáles son los códigos mentales que llevan al autoritarismo, a la venganza, al genocidio?

¿Que códigos mentales hacen a las personas sumisas y cobardes?
¿Que códigos mentales hacen a las personas corruptas o criminales?

¿Que códigos mentales hacen a las personas simpáticas, amables y sociables?

¿Que códigos mentales impulsan al esfuerzo, al éxito y a la responsabilidad?

¿Que códigos mentales hacen a las personas creyentes o ateas, morales o libertinas, felices o infelices?

Cuando veas que alguien triunfa en algún aspecto, se debe a que utiliza un código mental correcto y cuando veas que fracasa, se debe a que utiliza un código mental inadecuado.
Revisa tus códigos mentales, porque en ello te va el éxito o el fracaso, pues, no importa cómo funciona la sociedad, importa como funcionas tú.

La ley de la vida es: «Renovarse o morir»

La humanidad funciona como un todo y para que las cosas funcionen bien es necesario tener en cuenta los derechos de todos los seres humanos, sin embargo, en la vida real se imponen la competencia, el egoísmo y la ambición. Las razones son muchas, pero el resultado es una sociedad «moderna» en apariencia, pero anclada en estructuras viejas y rígidas que impiden crecer y evolucionar.
Esta situación hace que las instituciones y las personas sean rígidas y que sea imposible una verdadera renovación intelectual, moral, social, económica, política y espiritual. El efecto de esta falta de renovación es la frustración con todas sus consecuencias (crisis, corrupción, violencia…)

Necesitamos renovar los códigos intelectuales, morales, sociales, económicos, políticos y espirituales, primero a nivel personal para luego aplicarlos a nivel social.

Tal vez lo único que puedas hacer por ti y por la sociedad es renovar tus códigos mentales.

Recuerda que, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro.

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