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Editorial - 1111

 


Observa los signos de los tiempos

 

Existe un mundo en el que las cosas son reales e iguales para todos; sin embargo, cada persona percibe el mundo y los acontecimientos de distinta forma. Cada persona tiene su propia versión de las cosas que no coincide exactamente con la versión de los demás. 

 

Todos vemos lo mismo pero lo percibimos de acuerdo a nuestra experiencia personal. Cada persona tiene sus ideas, temores, complejos, sentimientos y vivencias que influyen en la interpretación de los hechos. Por esta razón, ante un mismo hecho, existen tantas versiones como personas.

 

Como nuestra mente y nuestros sentidos son víctimas de muchos errores de percepción, necesitamos hacer un esfuerzo para observar las cosas con la mayor objetividad posible, de modo que nuestras ideas, palabras y acciones estén acordes con la realidad de las cosas.

También necesitamos entender que cada persona percibe las cosas desde su propia perspectiva, por lo que necesitamos ser amplios, comprensivos y tolerantes; lo cual no significa ser débiles ni complacientes con la mentira o con la injusticia.

 

Como las cosas solo tienen sentido dentro de su contexto, necesitamos tener una idea clara de las cosas antes de hablar sobre ellas o de actuar. De aquí la importancia de tener criterios claros sobre los aspectos importantes de la vida.
Para observar las cosas y resolverlas dentro de su contexto es necesario tener una información objetiva y suficiente sobre el asunto.

La mayoría de las personas solo tienen una información superficial de las cosas, carecen de verdadero conocimiento y de sabiduría, lo que hace que no perciban la dinámica profunda de la vida, de la política, de la economía, de las relaciones humanas. Por esta razón, no aprendemos las lecciones de la historia y seguimos cometiendo los mismos errores todos los días.

 

Las cosas cambian con rapidez. Se están produciendo grandes cambios a nivel cerebral, a nivel de conciencia y a nivel científico, político, económico, social y espiritual.

 

Necesitamos abrir los ojos y percibir los signos de los tiempos, es decir, el contexto económico, político, social, laboral, etc. en el que estamos viviendo, con el fin de prever y posicionarnos. Se trata de adelantarnos al futuro y tener respuestas para lo que pueda acaecer.

 

La humanidad vive un proceso constante de evolución, lo que significa un crecimiento de la inteligencia, de la conciencia y de la libertad; por tanto, el futuro ofrecerá más oportunidades para convertir nuestros sueños en realidad; pero, quienes no sepan ver los cambios que están ocurriendo en el mundo y no tomen a tiempo las decisiones correspondientes, perderán el tren del futuro.

Las cosas se suceden tan rápido que no hay tiempo para reaccionar ni para rectificar. De aquí la importancia de estar "siempre listo" para actuar, lo cual exige estar preparado y vivir en actitud de cambio.

 

El progreso, la globalización y la velocidad son signos de los tiempos modernos, pero el problema no está en el progreso, ni en la globalización, ni en la velocidad, sino en la incapacidad de las personas para armonizar las cosas.

Si bien las personas se han adecuado al ritmo moderno, desde el punto de vista físico, no ocurre lo mismo en el aspecto mental. Las personas siguen funcionando con esquemas mentales del pasado, sus procesos mentales son lentos, por lo cual, se ven desbordadas por la dinámica de la sociedad.

 

Muchas personas desean superarse, pero no logran los cambios que desean, debido a que siguen funcionando con los esquemas mentales de siempre. Necesitan cambiar la dinámica del cerebro con ejercicios contra reloj, que enseñan a ir directamente a lo importante de las cosas. Esta dinámica ayuda a centrarse en lo importante de la vida y a liberarse de temores, prejuicios, culpas, preocupaciones y de infinidad de cosas inútiles. Piensa que el 80% de lo que hacemos diariamente carece de utilidad, pues se trata de acciones repetitivas que responden a un plan de supervivencia, pero dejan muy poco de superación personal. Por esta razón, la sociedad progresa mucho, gracias a unos cuantos genios creativos, pero evoluciona poco.


Cuando veo a tantos jóvenes y adultos, desorientados, moviéndose en todas direcciones sin saber por qué ni para qué, tratando de matar el tiempo en actividades que no conducen a nada, me pregunto: ¿Qué está pasando en el mundo, cuando hay tantas cosas importantes por hacer? y sólo me queda como respuesta un verso del poeta A. Machado: "A dónde el camino irá"

 

Qué hacer

 

Tal vez tu cerebro está condicionado por viejos hábitos físicos y mentales que te impiden percibir los signos de los tiempos y pensar en futuro. Esta situación hace que no te des cuenta de infinidad de oportunidades que desfilan ante tus ojos, pero, si comienzas a observar, tu cerebro irá abriendo caminos hacia la libertad mental, económica, laboral,... y, te aseguro que, dentro de unos años, serás una persona independiente, solvente y estable. 
Recuerda, la pobreza de la gente es mental; no observa, no lee, no piensa en futuro ni es creativa, en consecuencia, no es productiva.

 

"En una economía donde la única certeza es la incertidumbre, la única fuente segura de ventaja competitiva es el Conocimiento". Ikujiro Nonara, profesor de administración japonés 

 

"Tu tiempo es limitado, de modo que, no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición." - Steve Jobs (pionero del ordenador personal y fundador de Apple)

 

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