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Editorial - 1090

 


No hay cambio sin evolución

 

La vida es movimiento, cambio, evolución. Todo se mueve generando vibraciones. Existen elementos que se mueven a gran velocidad, como la luz; otros movimientos son lentos como el desplazamiento de las capas tectónicas. Hay movimientos inmensos, como la expansión del universo; otros movimientos son microscópicos, como los que se producen en el átomo o en los microbios.

 

Todo tiene un principio y un fin, y se mueve hacia un punto que nosotros no podemos comprender. Los científicos, al margen de sus ideas religiosas, creen que el mundo tiene un propósito que escapa a nuestra comprensión.

 

A lo largo de la historia humana se han sucedido millones de generaciones y cada generación ha producido pequeños cambios, gracias al aprendizaje adquirido de sus mayores que les ha servido de base para evolucionar un poco y mejorar algunas cosas e innovar otras.
Gracias a este aprendizaje la humanidad ha evolucionado y ha producido cambios.

Como somos herederos de una cultura valiosa y de una evolución bastante avanzada, tendemos a infravalorar las creaciones de la prehistoria, sin embargo, son tan valiosas como las creaciones actuales, pues, los humanos de aquellas épocas dieron lo mejor de sí, hicieron lo que pudieron de acuerdo a su nivel de evolución y son el soporte de nuestra cultura actual. Sin el aporte de nuestros ancestros prehistóricos, todavía estaríamos en las cavernas.

 

Desde entonces hasta el día de hoy se han producido infinidad de cambios debido a que la humanidad ha venido evolucionando sin cesar. Esta evolución se produce porque la naturaleza humana lleva impresa en sus genes la orden de crecer y de evolucionar. Se trata de una ley que escapa al control de las personas. Esta ley ha permitido sobrevivir a la especie humana a numerosas adversidades que han amenazado su existencia durante más de cuatro millones de años.

 

Hoy la humanidad evoluciona con rapidez y es posible que dentro de unos siglos, cuando estudien la historia actual y se enteren de que hemos generado dos guerras mundiales, que hemos lanzanzado bombas atómicas sobre ciudades indefensas, que causamos genocidios, etc. lo más lógico es que nos definan como seres descerebrados. A todos nos meterán en el mismo saco, porque, de alguna forma, todos somos responsables de lo que ocurre en el mundo para bien o para mal. Por lo que, no podemos encerrarnos en nuestro pequeño mundo, pues nadie ha nacido para ser el fin de sí mismo. Formamos parte de una sociedad a la que debemos retribuir lo que nos ha dado en forma de alimentos, educación, oportunidades...

Tenemos el deber de contribuir, en la medida de nuestras capacidades, para que el mundo sea un poco mejor. Que podamos decir de ti que el mundo es un poco mejor porque existes tú.

 

Las guerras, que hoy consideramos aceptables, por distintas razones, dentro de unas décadas, cuando la humanidad esté más evolucionada, serán vistas como aberraciones, como crímenes de lesa humanidad.

La ignorancia, la pobreza y las injusticias que hoy afectan a la mayoría de la humanidad, serán consideradas como un rotundo fracaso de toda la sociedad.

 

Necesitamos cambiar muchas cosas que funcionan mal y que no tienen sentido, pero, el problema radica en que para cambiar las cosas, antes necesitamos evolucionar.

Necesitamos cambiar la mente y el corazón de las personas.

Necesitamos eliminar la ignorancia, los prejuicios y los temores.

Necesitamos promocionar la paz en vez de la guerra y el amor en vez del odio.

Necesitamos ser creativos y emprendedores.

Necesitamos recuperar la alegría de vivir y ser felices.

 

Es una labor difícil, pero es lo único por lo que vale la pena vivir y luchar.

Gracias a que muchas personas han vivido a lo largo de la historia con esta filosofía hoy nosotros estamos vivos y disfrutamos de buena calidad de vida.

¿Qué piensas hacer tú?

 

 

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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