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Editorial - 1089

 


Evolución y transformación social

Los seres humanos aceptamos con facilidad todo lo que comprendemos y lo que  coincide con nuestra forma de ver la vida, y reaccionamos en contra de lo que es distinto.

 

Cada persona utiliza como único  sistema de valoración su propio criterio. Ahora bien, la lógica nos indica que cada persona tiene sus razones para ser como es, pensar cómo  piensa y actuar de la forma en que actúa;  pero nos cuesta entender esta realidad porque tenemos una mente rígida, saturada de prejuicios y de temores. Necesitamos abrir la mente a otras dimensiones y aceptar que existen otras formas de ver la vida, tan válidas como la nuestra.  Necesitamos aceptar que vivimos en un mundo globalizado en el que estamos obligados a entendernos, a convivir y a compartir muchas cosas, por lo que necesitamos aprender a dialogar y abrir nuestra mente. Esto no significa renunciar a nuestros principios y valores, pero sí eliminar prejuicios y temores que cierran las puertas al entendimiento.

 

Dentro de unas décadas habrán desaparecido, en gran medida, las barreras del idioma, los  límites geográficos,  la lucha de clases y  de religión, debido a que es un imperativo para poder convivir en un mundo globalizado. El progreso y la evolución ayudarán al logro de estos objetivos.

 

Hoy estamos descontentos por causa de la pobreza, de la injusticias y de tantas miserias que afligen a la sociedad, y deseamos cambiar este estado de las cosas,  pero no es posible debido a  nuestro bajo nivel de evolución intelectual, moral, social y espiritual.
Necesitamos leyes sabias y justas que creen las condiciones favorables para la convivencia, el progreso y la evolución; pero los cambios no se logran solo con leyes, es necesario también el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia.
“Moral y luces son nuestras primeras necesidades” Simón Bolívar

 

Solo en la  medida en que evolucionemos podremos transformar la realidad social.
Los seres humanos tenemos un cerebro de genio, pero estamos condicionados por una educación represiva que nos impide pensar de forma creativa. Somos esclavos de ideas limitantes,de prejuicios, de temores y de infinidad de normas  que nos prohíben salirnos de lo establecido.
Esta condición humana de sometimiento generalizado frena el proceso de evolución intelectual, moral y espiritual. Todos sentimos que hemos nacido para hacer algo grande, pero nos cuesta levantar el vuelo, porque la sociedad se encarga de recortarnos las alas de muchas formas.

 

Para evolucionar necesitamos salirnos de lo establecido. No se trata de libertinaje, se trata de recuperar la libertad para ser protagonistas de nuestro propio destino: Evolucionar.
Al evolucionar adquirimos una súper conciencia que nos ayuda a conocer el valor real de la vida, de las personas y de las cosas, y a darnos cuenta de numerosos absurdos en los que estamos atrapados, de los cuales necesitmos desembarazanos para poder crecer.

 

Al evolucionar no perdemos el tiempo en intentar cambiar a nadie, pues comprendemos que nuestra labor en esta  vida consiste en superarnos y en ser un ejemplo que estimule a los demás a seguir el camino de la verdad y del bien. “Deja el mundo como está, pues está bien hecho” Lao Tse

 

La humanidad está atrapada en el tiempo, debido a que las personas  evolucionamos con lentitud; sin embargo, el proceso de evolución puede acelerarse si tomamos conciencia de los grandes beneficios que aporta la evolución.

 

Cuando leemos historia o vemos  películas que reproducen la vida de la sociedad de hace unas décadas o siglos, nos impresiona el nivel de miseria en que vivía la gente y cómo hemos dado un salto cuántico en conocimientos y calidad de vida.  La evolución, es decir, el desarrollo de la  inteligencia y de la conciencia, es el gran artífice de los cambios.

 

Los seres humanos somos muy semejantes y es más lo que nos une que lo que nos separa, pero, debido a fallas en el proceso educativo, vivimos a la defensiva y reaccionamos de forma irracional contra quienes no piensan como nosotros (sea a nivel político, social, religioso, etc.) a los cuales consideramos como enemigos. Necesitamos evolucionar y aprender a tender la mano, eliminar prejuicios y compartir ideas,... Esta es la mejor forma, y, tal vez, la única forma de evolucionar.

 

Ahora bien, la pregunta es:
¿Por qué los gobiernos, empresas e instituciones se centran casi de forma exclusiva en lo económico y en lo político?
El manejo de lo político y de lo económico es importante, pero mientras no avancemos en desarrollo intelectual, moral y espiritual, no evolucionaremos al ritmo adecuado, se acumularán los problemas y la frustración y nos tocará vivir en un mundo conflictivo.

 

Desgraciadamente somos hijos de una sociedad represiva que permite el progreso, porque no incide directamente en los cambios sociales. Podemos tener una sociedad muy técnica, científica y productiva, y a la vez, ignorante y sometida a los poderes establecidos. Sin embargo, existen muchas fuerzas que se oponen al desarrollo de los valores, porque podrían despertar la conciencia dormida de la gente, la cual reaccionaría con valor en defensa de los derechos que le han sido conculcados; por esta razón, los poderes establecidos reprimen todo deseo de cambio y persiguen a los defensores de la justicia y de la libertad.

 

La ley es: “Renovarse o morir”

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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