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Editorial - 1075

 


Cada quien crea su propia historia

 

Cada quien crea su propia historia. Lo importante es que la historia sea feliz y duradera y que quede grabada en la mente como un logro importante.


La historia de nuestra vida está formada por infinidad de vivencias. Cada vivencia es como un capítulo de nuestra historia. Todo lo que hemos vivido está grabado en nuestra mente, pero muchas de estas vivencias pasan al subconsciente y quedan olvidadas para siempre, sin embargo están ahí, vivas y activas, influyendo en nuestra vida de muchas formas. Nuestra autoestima y nuestro estado de ánimo, dependen en gran medida de los mensajes que emiten estas vivencias.

 

La lucha por el control es una dinámica que rige todo lo que existe, en consecuencia, en nuestra mente existe una lucha entre ideas, sentimientos, creencias, valores, etc. los cuales luchan entre sí para tomar el control de la mente. Los contenidos más poderosos (positivos o negativos) toman el control y determinan la dirección de nuestra vida.


Las personas creen que deciden de acuerdo a su voluntad, pero no es así, si así fuera, decidiríamos siempre por la verdad, por el bien y por el éxito, y jamás por la mentira, ni por la corrupción, ni por el fracaso, puesto que todos sabemos las consecuencias negativas que acarrean. Es el cerebro quien decide, pero lo hace de acuerdo a la dinámica que rige la mente. Esta dinámica depende de fuerzas conscientes e inconscientes desarrolladas por la misma persona.

 

Cuando una persona ha sido bien educada, posee criterios, valores y hábitos mentales positivos los cuales se consolidan a lo largo de la vida. Su mente está programada para hacer el bien, y, en consecuencia, su tendencia natural es hacer el bien. Sin embargo, nadie es perfecto y a pesar de la buena educación puede incurrir, de forma accidental, en el mal.
Pero, cuando una persona es "educada" sin principios, sin criterios, sin respeto a los derechos de los demás, sin responsabilidad y sin disciplina, no tiene estructura mental capaz de controlar los instintos y las pasiones. Estas personas creen que hacen lo que quieren, como quieren y cuando les place, pero, en realidad no es así. Lo único que hacen es seguir sus impulsos internos que han desarrollado a través de comportamientos erróneos.


Lo importante es que el cerebro actúa de acuerdo a los contenidos mentales (intelectuales, afectivos, morales y espirituales) que rigen la vida de la persona. Por tanto, si quieres mejorar la calidad de tu vida, no lo vas a lograr sólo con planificaciones, necesitas ir directo a la estructura de tu personalidad y revisar principios, creencias y comportamientos.

 

Por encima de los condicionamientos sociales, somos responsables de nuestras acciones, porque somos inteligentes, tenemos conciencia y disfrutamos de libre albedrío, lo que nos permite controlar nuestros pensamientos y emociones; por lo cual, cada quién es protagonista y artífice de su propia historia y de su destino.


Como hemos indicado, nuestra vida está formada por infinidad de grabaciones que permanecen a nivel inconsciente. También tenemos infinidad de conocimientos, experiencias y recuerdos  que regresan de vez en cuando a la memoria. Son recuerdos del pasado que también influyen de muchas formas en nuestra vida presente. Los buenos recuerdos nos fortalecen y estimulan y los malos recuerdos nos debilitan y desaniman.


Cada vez que  pensamos en algo (positivo o negativo) lo alimentamos y tiende a fortalecerse. Cuando pensamos en ello con insistencia, incrementamos su poder. Cuanto más poder adquiere una idea o un sentimiento, se impone con fuerza sobre las demás ideas y sentimientos, hasta llegar a tomar el control de la mente. De aquí la importancia de desarrollar una visión positiva de la vida y de pensar y actuar siempre en positivo.


Nuestra historia es evolutiva. Los contenidos mentales se renuevan y evolucionan, gracias a los nuevos aprendizajes y experiencias y gracias al olvido. Con el paso del tiempo vamos olvidando los detalles y solo queda lo esencial. El olvido es considerado como una desgracia, pero tiene su parte positiva. El olvido deteriora los recuerdos, por lo que no podemos recordarlos como eran. Para evocarlos necesitamos reconstruirlos, inventando los datos olvidados. De este modo las experiencias se van renovando, adaptándose a la realidad actual.
En cierto modo el olvido es un poderoso activador de la mente. Nos obliga a estar activos y atentos, para comprender las cosas y grabarlas correctamente. También nos exige renovarnos, ser creativos y flexibles.
Las actitudes rígidas de muchas personas obedecen a grabaciones del pasado, que se resisten al cambio por temor, por inseguridad o por fanatismo. La finalidad de la renovación es el crecimiento y la libertad.

 

Recuerda que tú eres tu propia historia. Eres lo que  haces de ti. Tu mundo verdadero es tu yo, tu mente. Es en tu mente donde vives, piensas, sientes, amas y sufres.

El mundo externo es sólo un escenario; por esta razón, donde quiera que vayas siempre estarás en el mismo lugar, porque tu lugar eres tú mismo. Ahí es donde vives, donde se dan los fenómenos psíquicos que constituyen tu verdadera vida. Una vida que solo tú puedes experimentar.

 

Las personas con las cuales te relacionas a lo largo de la vida son importantes, pero son externas a tu realidad, no forman parte de tu ser interno. Pueden amarte y darte muchas cosas, pero no pueden darte el éxito, ni la libertad, ni la felicidad, porque estos logros son una conquista personal.

 

Al final sólo quedas tú con tu realidad interna, con tus ideas, valores, sentimientos, recuerdos y vivencias; con tus éxitos y con tus fracasos. Estos contenidos determinan la forma en que te sientes habitualmente, la forma en que percibes la vida y la forma en que reaccionas y actúas; en consecuencia, también determinan la forma en que te va en la vida.

 

Ahora, construye tu propia historia, una historia positiva, renovada y brillante, que te haga sentir orgulloso y feliz y que sirva de estímulo a muchas personas.

 

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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