1148 temas de desarrollo personal
La finalidad de estos temas es adquirir informaci¨®n clara y seria sobre aspectos importantes de la vida.
Los criterios claros incrementan la autoestima, la creatividad y la capacidad para tomar decisiones eficaces.
Editorial 1062
Abundancia de soledad
El hombre nace solo, vive solo y muere solo. La primera experiencia existencial, fuera del seno materno, es la soledad.
El ser “solo” es una condición de la individualidad. Gracias a que el ser humano es “solo” tiene su propia conciencia y su propia libertad, que le permiten ser dueño de sà y de su destino. Pero el hombre es también un ser sociable. Nace en una familia y necesita de la familia y de la sociedad para desarrollarse a través de la interrelación de cada dÃa.
Existe una soledad fÃsica. La soledad fÃsica consiste en aislarse de los demás para encontrarse consigo mismo, para reflexionar y para crear. Es la soledad del sabio, del cientÃfico, del artista, del religioso... los cuales viven absortos en su que hacer, disfrutando el placer de crear. Esta soledad es fuente de desarrollo y de creatividad. En estos casos el hombre se siente conectado con la vida, con las ideas, con la sociedad...
Existe la soledad psÃquica del que se encierra en sà mismo. Se produce como un mecanismo de defensa, debido a temores, complejos, desadaptación, baja autoestima, etc. Este aislamiento, lejos de proteger, genera más angustia y desadaptación.
Existe una soledad existencial. Se trata de un sentimiento de aislamiento social y de vacÃo interior. Es como una sensación Ãntima y dolorosa de desintegración. Esta clase de angustia se debe a carencias de amor, de fe y de autoestima. La persona puede estar rodeada de mucha gente pero siente un vacÃo y una soledad inmensa.
La soledad existencial se debe a la falta de fe y de esperanza en instancias transcendentes (Dios), que podrÃa dar sentido a la vida y mitigar esa angustia existencial. Esta soledad empobrece y es causa del más profundo de los dolores humanos, como es el dolor del alma. Muchas personas tratan de paliar inútilmente esta soledad existencial a través de la actividad, del éxito, de la fama, de los placeres.
Una persona normal no sufre de soledad, porque su mente está conectada con la vida, ocupada en realizar sus sueños, deseos y proyectos. No tiene tiempo muerto y por tanto, no hay espacio para la soledad. El mejor antÃdoto contra la soledad consiste en tener la mente ocupada en proyectos agradables que trasciendan lo puramente existencial.
Como la soledad es causada por una desconexión respecto de sà mismo, de la sociedad, de las ideas, de los valores y de la fe, necesitamos tomar conciencia de la necesidad  que tenemos de conectarnos con cada una de estas instancias.
Algunas personas tienen tendencia a la introversión mientras que otros tienden a ser sociables. Esta actitud se debe en gran medida a factores temperamentales pero, sobre todo, a razones de estimulación. Cada persona necesita hacer un esfuerzo constante para relacionarse en positivo con los demás. Esta relación no se produce por el hecho de estar juntos. La gente vive apiñada en las ciudades, muy juntos desde el punto de vista fÃsico, pero muy distantes desde el punto de vista afectivo. La relación humana exige una actitud permanente de apertura y de buena voluntad.
Nadie puede relacionarse con los demás si no tiene una buena relación consigo mismo. La relación humana se basa en la confianza, en la honestidad y en la generosidad; por cual, la mejor forma de conectarse con la vida y con la gente y asà evitar la soledad consiste en funcionar en positivo. Quien funciona bien tiende a ser amistoso y sociable.
El problema de la soledad se ha incrementado en las últimas décadas. Antes el ser humano vivÃa unido a un medio geográfico y social que le proporcionaban sentimiento de pertenencia, pero la movilización social, la transculturización, la apertura a nuevas ideas, valores y formas de vida, hacen que muchas personas se sientan “perdidas en el espacio”. La vida evoluciona en forma tan rápida que las personas no tienen tiempo para asimilar los cambios y las cosas que hasta hace poco nos resultaban familiares, ahora nos parecen lejanas y extrañas.
Hay que aprender desde niños a hacer amistad con el silencio y con la soledad, como partes naturales de la vida. La sociedad actual, atrapada en el agite y en la prisa, no dispone de tiempo para reflexionar ni para crear, ni para encontrarse consigo misma, lo cual le impide tener una conciencia clara de la propia vida y de sus posibilidades, comprometiendo su desarrollo y su madurez.
El verdadero significado de la soledad se lo damos nosotros mismos, permitiendo que este tiempo se convierta en aislamiento doloroso, fÃsico y emocional, o por el contrario, sea una jornada de alegrÃa y renovación.
La soledad es un estado mental que puede servirnos para encontrarnos con nosotros mismos, reflexionar, madurar, comprender el valor de la vida y planificar un futuro exitoso y feliz, o bien, puede ser un momento amargo si dejamos que los temores invadan nuestra mente.
Las personas vacÃas por dentro tienen terror a la soledad. No por la soledad en sÃ, sino porque la soledad es como un espejo que refleja su vida de fracaso y frustración; por esta razón necesitan evadirse, aturdirse y olvidar, pues les resulta insoportable su existencia.
Cuando no se llena la persona de los contenidos necesarios (ideas, amor, amistades, relación con la naturaleza, fe, esperanza, etc. de forma progresiva van cayendo en un existencialismo vacÃo que genera angustia existencial. La soledad del adulto está muy relacionada con la soledad sufrida en la infancia
Las personas que sufren esta clase de soledad se refugian en el alcohol, las drogas, el juego, internet, etc. Cada dÃa son más las personas adictas a los videos-juegos, chateo,...
En una ocasión le preguntaron a Dalà sin no se aburrÃa estando tan solo, a lo que respondió: "No me aburro, porque siempre estoy con DalÔ
    Lic. David Angulo de Haro