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Editorial 1059

 


Abundancia de angustia y estrés

 

La incertidumbre, la angustia y el estrés han sido compañeros inseparables de camino a lo largo de toda la historia, pero antes, el ritmo de la vida era más lento y los seres humanos tenían  tiempo para reaccionar y controlar las cosas. En la actualidad el ritmo de la vida se  acelera de tal forma que la experiencia de ayer no sirve para hoy y los esfuerzos de hoy no garantizan el mañana. Esta incertidumbre es causa de angustia y de estrés.

 

Cada día observamos cómo quiebran grandes empresas, cómo grandes países entran en crisis, cómo escasea el trabajo y cómo el dinero no alcanza. Esta situación genera incertidumbre respecto de lo que nos depara el futuro y la angustia se instala en la mente de las personas, generando un caos interno, invisible pero real.

 

La angustia y el estrés son señales de alarma, causadas por la incertidumbre. Existe una incertidumbre natural, pero la sociedad ha creado numerosas incertidumbres, como consecuencia de una vida planificada en términos de competencia y consumismo.  Un poco de incertidumbre es buena porque estimula, pero, mucha incertidumbre genera angustia y atenta contra la calidad de vida.

 

Es necesario aceptar que somos nosotros mismos los que creamos la angustia por no aceptar las cosas como son; por aspirar a lo que no podemos ni merecemos, porque no hemos hecho méritos para ello; por compararnos con los demás, por lamentarnos en vez de luchar, por ser mediocres, por no entender que la vida se rige por la ley de causa. 


Lo peor de cualquier "desastre" no es tanto lo terrible del mismo sino la dramatización que hacemos del suceso. 

Hoy están muy de moda los fármacos, utilizados para inhibir la ansiedad, la angustia, la depresión, el estrés... Estos medicamentos, pueden ayudar, pero es conveniente recordar que se trata de "enfermedades psicológicas" causadas por una inadecuada integración mental y que una terapia eficaz debe estar dirigida a aclarar la mente.

 

La angustia no es un sentimiento aislado; es el resultado de una programación mental errónea; por lo cual, se trata de rectificar algunas ideas y sentimientos generadores de angustia. Todos los estudios psicológicos pronostican que para el año 2020 la enfermedad más generalizada será la angustia y el estrés

El estrés es inevitable, al igual que la angustia. Es el impulsor de la vida. Es una condición de la naturaleza humana, debido a que la vida es acción, lucha, adaptación, desarrollo, cambio y riesgo.

 

La sociedad es cada día más dinámica, cambiante y competitiva, lo cual obliga a vivir en estado de alerta permanente. Esta situación de emergencia genera una descarga excesiva de adrenalina en la sangre, que incrementa la tensión arterial, acelera el pulso y produce una tensión general en el cuerpo y en la mente, conocida como estrés.

 

El estrés repercute en todas las áreas, trastornando el buen funcionamiento del cuerpo y de la mente, dando origen a conductas desadaptadas que comprometen la salud, la vida, el progreso y la felicidad de la persona, de la familia y de la sociedad.


Acciones concretas para superar la angustia y el estrés

Para evitar la angustia es necesario capacitarse de forma integral (a nivel de conocimientos, experiencia, habilidades, autoestima, etc.) La capacitación integral genera una sensación interna de  seguridad  que nos protege contra la angustia, los temores y las preocupaciones.

 

El cerebro envía constantemente mensajes de acuerdo a la situación interna de la persona. El cerebro es un continuo fluir de energía y de información que llega a todas las instancias de nuestro ser (a nivel biológico, psicológico, emocional, etc.)


El cerebro envía mensajes de energía y de salud, cuando el cuerpo funciona bien, debido a que la persona se alimenta, se ejercita y descansa de forma correcta. 


El cerebro envía también mensajes de seguridad, motivación y alegría, cuando la persona funciona bien, debido a que tiene buena autoestima, hábitos eficaces y criterios, conocimientos y valores que le garantizan el éxito.

 

Si logras controlar a tus enemigos internos: la ignorancia, los temores, la pereza y la irresponsabilidad, tendrás control sobre tu vida y sobre el mundo que te rodea y no habrá lugar en tu mente para la angustia.

 

Éstas son algunas de las acciones concretas para superar la angustia

1. Aprende a controlar tu vida. Establece unos límites lógicos y expectativas adaptadas a "tu" realidad.

2. Proponte objetivos concretos, a corto, mediano y largo plazo. Un paso cada día. Y trabaja con paciencia y constancia en la dirección correcta.

3. Prográmate "constantemente " en positivo (ideas, sentimientos, lenguaje...) a pesar de lo que ocurra. Por ejemplo: Soy inteligente. Soy buena persona. Soy un triunfador. etc. Estos mensajes repetidos de forma constante, terminan por convertirse en convicción que activa lo mejor de ti.

4. Aprende a valorar tantas cosas buenas que te ha dado la vida (salud, etc.) Eres más exitoso, rico y feliz de lo que crees, solo que no lo reconoces ni valoras.
Si fueras ciego ¿Cuanto darías por poder ver? etc. etc.

 

5. Trata de ser lo más capaz e independiente posible en todos los aspectos. Toma el control de tu vida. La dependencia y la sumisión generan personas inseguras, con baja autoestima y propensas a la angustia.

 

6. Desarrolla criterios y valores correctos, y cultiva un sentido transcendente de la vida  que te proteja contra el vacío y  angustia existencial que hoy afecta mucho a la sociedad

 

 

 

Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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