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Editorial 1050

 


Abundancia de justicia

 

La justicia ha estado ausente a lo largo de la historia, debido a que los poderosos han impuesto su ley para beneficio propio. Jesucristo predicó la verdad, la justicia y el amor entre los hombres, pero los poderes establecidos lo condenaron a muerte. El mismo destino corrieron sus discípulos durante cuatrocientos años, bajo el Imperio Romano, y después, a lo largo de toda la historia, han muerto millones de personas por defender la verdad, la justicia y el amor. Gracias a ellos, la semilla de la justicia ha ido arraigando en la mente de las personas.

La Revolución Francesa (1789), con la Declaración de los Derechos del Hombre, despertó al mundo de su sopor. Las palabras libertad, igualdad y fraternidad retumbaron en la conciencia dormida de los pueblos y la gente tomó conciencia de su dignidad y de su derecho a vivir en libertad. La Revolución francesa sirvió de inspiración para la independencia de muchos países.

Gracias a la Ley de Justicia, los pueblos y las personas avanzan hacia la libertad en todos los aspectos. El camino es largo y difícil, porque existen muchos intereses que se oponen a la justicia, pero el mayor impedimento está en el interior de las personas.

La justicia corre camino paralelo con la evolución. A medida que la sociedad evoluciona, adquiere más conciencia y mayor sensibilidad, lo cual se traduce en más y mejor justicia. Hoy luchamos por una justicia casi material (trabajo, alimento, techo, salud... pero llegará el tiempo en que los hombres lucharán por una justicia más espiritual, como es el derecho al conocimiento, al amor y a la felicidad.

La justicia siempre está en peligro, igual que la libertad, por lo cual, es tarea de todos estar atentos y colaborar con nuestro granito de arena, para construir la justicia y la paz.

La mayor injusticia del mundo es la ignorancia, debido a que es la raíz de todas las injusticias. "No le des un pez, enséñale a pescar" Sólo cuando las personas aprendan a pensar serán libres de verdad. El conocimiento es poder, progreso, libertad y justicia.

Otra gran injusticia es la falta de amor. El amor es la fuerza que mueve el mundo. Sin amor todo se paraliza. La mayor injusticia que podemos cometer contra nosotros mismos y contra las demás personas es no amarnos y no amar.

No existe ley humana que obligue a dar amor, pero la Ley de la Conciencia exige amar, debido a que es una condición para desarrollarnos como seres humanos.

La Ley de Justicia está grabada en el corazón de los seres humanos y desde lo profundo clama: justicia y la libertad, pero no puede convertirse en realidad mientras los seres humanos sean víctimas del egoísmo, de la ignorancia, de los temores...

Muchas personas están alienadas por la ignorancia y la pobreza, y, sobre todo, por falta de amor. Es necesario activar en ellas el espíritu de justicia para que sientan la necesidad de superarse y de aspirar a todos los bienes de la vida.
La misión de la Ley de Justicia es que se reconozca el valor de todas las personas sin que importen las diferencias culturales, sociales o de género y que se les de oportunidades para que puedan surgir. Quienes podemos leer este tema hemos surgido por la sola razón de que hemos tenido oportunidades.

La Ley de Justicia nos pide un poco de generosidad. Somos demasiado mezquinos. No se trata de dar un pez. No se trata de dar dinero. Se trata de dar algo de ti, en forma de respeto, de apoyo, de estimulo. Se trata de irradiar un poco de luz a tu paso por la vida. "Poco das si das de lo que tienes, mucho das, cuando das de ti mismo" K. Gibrán

La mejor forma de ayudar a que la Ley de Justicia se imponga en la sociedad y cambien las cosas es que seas la mejor persona que puedas ser, porque más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro. 

Al hablar de justicia, lo primero que nos viene a la mente es la idea de justicia social, referida a una mejor distribución de los bienes materiales.

La justicia social no se puede lograr con una mejor distribución de los bienes materiales; así como tampoco puede resolverse la delincuencia con el incremento de policías.

Las causas de la delincuencia, de la intolerancia, de la pobreza o de la falta de justicia son profundas y suponen cambios de fondo a nivel mental y a nivel social. Es necesario comenzar por una mejor educación que distribuya el conocimiento y desarrolle la conciencia y la motivación al logro y la responsabilidad; porque el problema de la pobreza es básicamente mental. (Ignorancia, conformismo, falta de conciencia, de responsabilidad y de motivación) De modo que, para que la justicia sea efectiva es necesario superar a la vez la pobreza física y la pobreza mental.

Con el fin de lograr la paz y el bien común, necesarios para sobrevivir y progresar, la sociedad ha creado un código de leyes que tiene como objeto regular el comportamiento humano. Pero con sólo leyes no se resuelve el problema de la justicia; sin embargo, son necesarias. Las leyes son la frontera que nos separa de la barbarie. Si llegara a romperse la frontera se impondría la ley de la selva.

Para que exista verdadera justicia es necesario asimilar el espíritu de las leyes y desarrollar una conciencia cívica, de modo que los seres humanos sean conscientes y responsables. Esta utopía podrá ser realidad sólo cuando la humanidad haya logrado niveles superiores de evolución. Mientras llega ese día, la sociedad tiene que lidiar con la ignorancia, la pobreza, el egoísmo, la frustración, el resentimiento, la violencia, los intereses creados y los poderes establecidos, etc.

A lo largo de la historia, la justicia ha sido administrada por los poderosos y, sólo a medida que la sociedad ha tomado conciencia de sus derechos ha logrado presionar para mejorar la justicia. De modo que, la mejora de la justicia está relacionada directamente con la evolución humana. Necesitan evolucionar los poderosos para ser más sensibles y necesita evolucionar la sociedad de a pie para tener más poder y exigir sus derechos.

Los grandes cambios sociales se han logrado después de grandes revoluciones ideológicas y/o civiles y militares. Cristo causó una gran revolución mental y de conciencia. La Revolución Francesa con su mensaje "libertad, igualdad y fraternidad" despertó la conciencia dormida de los pueblos. Gandhi con su lucha pacífica de la "no violencia" dio origen a una nueva forma de lucha social.

La sociedad debe estar atenta y seleccionar líderes auténticos porque los líderes marcan el rumbo de la sociedad.

Las grandes conquistas humanas (el lenguaje, la libertad, la justicia...son producto de procesos largos, por lo cual, no hay que hacerse ilusiones y esperar grandes cambios en ningún aspecto humano. Pueden darse cambios rápidos a nivel técnico y científico porque la materia es manipulable y sólo se necesita descubrir la fórmula para aplicarla de forma inmediata; pero los cambios humanos suponen la rectificación de billones de esquemas mentales muy complejos. En el esquema mental de cada persona están implicadas todas sus ideas, experiencias, vivencias, sentimientos, principios, valores, temores, etc. lo cual no es fácil de cambiar. Pueden cambiar las leyes pero las personas siguen siendo las mismas. Esta es la razón por la cual la evolución humana es muy lenta y por qué cada generación sólo puede dar un paso adelante.

La sociedad ha logrado grandes avances en el terreno de la justicia. La Declaración de los Derechos del Hombre (Derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona; derecho a la propiedad, a la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión, etc. significa un hito gigante. El problema es que, de la teoría a la realidad hay un abismo. La justicia sólo es útil cuando se hace realidad. Kelsen apunta en este sentido cuando dice que: La justicia es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia y  la justicia de la tolerancia.


Cómo lograr la justicia 

La sociedad no es ente abstracto. La sociedad es una realidad formada por seres humanos. El valor de la sociedad es igual a la suma del valor de todos los ciudadanos.

La gente piensa que la sociedad debe lograr la justicia social y esperamos que los demás resuelvan este entuerto. No pensamos que la justicia social depende del esfuerzo de "todos" por lo cual, para que haya justicia social es necesario comenzar por lograr que cada persona, de forma individual, sea justa, pues mal se podrá logra la justicia social si los miembros que conforman la sociedad son injustos.
Qué tiene que hacer una persona para ser justa 

Tiene que ser fiel a su misión. Nadie ha nacido para ser el fin de sí mismo. Todo ser humano tiene una dimensión personal y una dimensión social. Como ser individual, tiene la responsabilidad de desarrollarse y llegar a ser la mejor persona que pueda ser; y como ser social, tiene la responsabilidad de aportar a la sociedad lo mejor de sí.
Cuando las personas funcionan bien, la sociedad funciona bien, cuando las personas son honestas y generosas, la sociedad es honesta y generosa...


Muchos dicen: "De nada sirve que yo trabaje por la justicia cuando la inmensa mayoría no lo  hace"
Si trabajas por la justicia eres un privilegiado (tienes conciencia, tienes valores, tienes un alma noble y la vida por Ley de Causa y Efecto te premiará de muchas formas.

 

Quienes son injustos y carecen de responsabilidad y de sensibilidad social, viven de espaldas a las leyes naturales y a la vida, y la vida que hace justicia, los castigará de muchas formas.

 

Tú no mires hacia los lados, no juzgues lo que hacen o dejan de hacer los demás, sólo sigue tu camino y haz lo que tienes que hacer, sin esperar que nadie te agradezca. "Haz bien y no mires a quien" y será la vida quien te dé lo que mereces en atención a tus acciones.

Resulta ingenuo pensar que en la tierra habrá virtud, justicia y paz, mientras la gente sea viciosa, sea injusta y viva en conflicto consigo misma.

La sociedad es un reflejo de las personas. Cada sociedad es producto de sí misma. El problema es que vivimos todos juntos y pagan justos por pecadores. Esta situación obliga a los justos a trabajar más por los demás si quieren vivir mejor. A lo largo de tu vida comprobarás que las injusticias y las dificultades no son tus mayores enemigos, porque, aunque desagradables, te impulsan a superarte. 

Necesitamos leyes (justicia) para evitar que se imponga la ley de la selva, mas, para lograr una verdadera justicia, que asegure la paz, la convivencia y el bien común, necesitamos asimilar el espíritu de las leyes, necesitamos conciencia y equidad.
La equidad es superior a la justicia. La justicia es rígida mientras que la equidad es más humana, tiene en cuenta la situación concreta y trata de resolver las cosas de forma positiva, moderando el rigor de la ley. La equidad es una forma de justicia con sensibilidad humana, porque la función de la justicia no es aplicar la ley por la ley, sino lograr que la humanidad funcione.

En la vida diaria es importante ser justo y equitativo por ética personal y porque es necesario para vivir en paz y conservar el sentido de la dignidad.

Ser justo con los demás significa muchas cosas (significa respetar su forma de ser, de pensar y de a actuar, ser honesto y respetar y defender los derechos humanos.

A veces necesitamos estar por encima de la justicia y ser magnánimos, porque todos cometemos errores por ignorancia, debilidad, problemas... y necesitamos ser comprendidos y perdonados. "El que esté sin pecado que tire la primera piedra"

Existen muchas formas de injusticia relacionadas con la pobreza y el hambre, pero las peores injusticias son las relacionadas con la ignorancia y con la falta de libertad, pues esta clase de injusticias mutila el espíritu y condenan a las personas por el resto de su vida; por tanto la  justicia más valiosa por la que hay que luchar en uno mismo y para los demás es el conocimiento y la libertad.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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