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Editorial 1042

 


Abundancia de conocimiento

 

El conocimiento de cada persona es muy limitado, pero, si reunimos el conocimiento de todos los seres humanos, desde los orígenes de la humanidad, hasta el día de hoy, tendríamos para equipar millones de bibliotecas con millones de libros cada biblioteca.

 

El conocimiento humano es como una torre gigante, formada por miles de pisos. Cada generación construye un piso que sirve de base y de inspiración para las generaciones siguientes. En realidad, cada generación solo puede dar un paso adelante.

La sociedad prehistórica, que inventó el fuego o la rueda, produjo cambios mayores a los producidos por la llegada a la luna.


Los hombres actuales estamos ensoberbecidos por los grandes avances científicos y nos olvidamos de que los conocimientos actuales tienen infinidad de ramificaciones que vienen desde la prehistoria lejana.


La evolución de las especies está determinada por causas genéticas y por la necesidad de adaptarse para sobrevivir. En el caso del ser humano, la evolución está determinada por el conocimiento de la verdad y del bien, es decir, por el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia. 


El conocimiento científico es muy importante, porque nos ayuda a conocer la naturaleza, a dominarla y a utilizarla en beneficio del hombre, pero se trata de simple conocimiento material, insuficiente para el desarrollo del ser humano como tal.


La cultura es la esencia de la evolución. Los contenidos fundamentales de la cultura son las Ideas, principios, valores, leyes, métodos, lenguaje, arte, ciencia, técnicas, costumbres, democracia, calidad de vida, etc. La cultura es el producto del esfuerzo realizado por millones de seres humanos desde sus orígenes hasta el día de hoy. El mayor tesoro de un pueblo es su cultura. La cultura indica el nivel de evolución alcanzado y, en consecuencia, las posibilidades de éxito y de felicidad. Pero la cultura heredada sirve de poco si no es asimilada por las personas a través de la reflexión y del aprendizaje. La ignorancia es el peor de todos los males y la sabiduría es el mayor de todos los bienes.


Para los griegos, la sabiduría era considerada como una virtud superior. Sólo los sabios podían conocer la verdad y el bien, y, en consecuencia, sólo los sabios podían ser virtuosos. Sólo los sabios poseían las condiciones para producir juicios reflexivos y maduros y superar el error y las pasiones.
La sabiduría (conocimiento) y la virtud (praxis) eran correlativos; no se concebía un sabio que, conociendo la verdad, no fuera virtuoso, ni era posible ser virtuoso sin el previo conocimiento de la verdad.

Hoy como ayer, el "conocimiento" es el mayor de todos los bienes y la ignorancia es el peor de todos los males.
La pobreza del mundo es básicamente mental. Si por circunstancias de la vida, un empresario capaz termina en la ruina, muy pronto le veremos levantarse de sus cenizas como el ave Fénix; porque si fue capaz de crear una empresa, ahora con la experiencia adquirida, le resultará mucho más fácil surgir.


La verdadera riqueza del hombre es mental; está hecha de autoestima y de conocimiento. Con autoestima y conocimiento podrás lograr de todas las riquezas del mundo. Sin autoestima y sin conocimiento siempre serás pobre; pobre de espíritu y pobre de riqueza material.


Vivimos en un mundo dinámico y cambiante. La información fluye a gran velocidad y el cerebro humano necesita aprender a percibir sólo lo esencial y a procesarlo con rapidez y precisión.


Los conocimientos se multiplican en progresión geométrica y la información se desplaza a velocidad casi infinita. La lectura veloz induce al hemisferio derecho a funcionar en Alfa. Al funcionar en Alfa, desaparecen los obstáculos (temores, angustias y preocupaciones) y surge el interés, la concentración y la capacidad de procesar gran cantidad de información a alta velocidad.


Teniendo en cuenta que el conocimiento es poder y que la lectura es el camino que conduce al conocimiento, es fundamental que las personas, especialmente los niños y los jóvenes, aprendan a leer de forma fluida, pues, la lectura condiciona para siempre la dinámica de la mente y facilita el aprendizaje y el proceso de pensar.


El código utilizado por el cerebro es verbal y está demostrado que, a medida que las personas incrementan la lectura veloz y comprensiva, su cerebro se concentra más, procesa mayor cantidad de información por segundo y va directamente a lo esencial del asunto. Como lo esencial tiene mucho significado resulta fácil comprenderlo, recordarlo y expresarlo.


Las grandes empresas compiten por tecnología de avanzada porque el conocimiento significa riqueza y poder. Estos hechos revelan que la competencia tiende a centrarse en el campo del pensamiento y que ya no es suficiente con estudiar y sacar un título. Vivimos en un mundo globalizado y cambiante que exige actualizarse constantemente, lo cual sólo es posible si manejamos las técnicas de la lectura veloz.


Necesitamos conocer la diferencia que existe entre: Información, conocimiento y sabiduría

1. La información proporciona datos elementales sobre las cosas. 
Hoy tenemos mucha información de todo tipo. La información, en sí, es buena. Cuanta más información tengamos, más posibilidades tenemos de aprender, de progresar y de evolucionar. El problema surge, cuando las personas son desbordadas por la información, debido a que no tienen capacidad para procesarla, ni criterios para seleccionar los datos que les conviene para aprender y progresar.

La información no es conocimiento. En la actualidad las personas tienen mucha información sobre las cosas y sobre los acontecimientos, pero les sirve de poco, debido a que no sacan enseñanzas o aplicaciones para la vida. La información queda en simples datos estadísticos, y hace que las personas sean mediocres, poco creativas y poco productivas.

2. El conocimiento ofrece una visión más profunda de las cosas, da a conocer su naturaleza, características y funcionamiento, es la base del progreso. Gracias al conocimiento los seres humanos “dominamos” la naturaleza.

El conocimiento en sí, sólo genera progreso material, y, si bien crea las condiciones para una mejor calidad de vida, no la garantiza, a menos que vaya asociado a la sabiduría, es decir, a los principios y valores que sirven para controlar y orientar la conducta humana.  

Hoy disponemos de conocimientos y de progreso suficiente para que en todo el mundo existiera una calidad de vida excelente, pero lo que vemos es otra cosa muy distinta: ignorancia, pobreza, violencia, injusticia y explotación. El conocimiento por sí sólo nunca resolverá el problema humano si no va acompañado de la sabiduría.

No debemos confundir progreso con evolución. Progreso es lo que logramos, lo que tenemos y evolución es lo que somos, lo que valemos como persona.

3. La sabiduría está relacionada con los principio, con los valores y con la experiencia; enseña el valor real de las cosas, el sentido de la vida y el arte de vivir.

Para los filósofos griegos, sólo los sabios podían ser libres y felices, porque eran los únicos que conocían la verdad y el bien, y, por tanto, podían actuar de forma correcta. De esto, hace más de dos mil años. Hoy, nosotros, cegados por la soberbia de los grandes avances científicos y tecnológicos, estamos muy lejos de este pensamiento griego. Vivimos como locos, obsesionados por construir un mundo de fantasía que terminará como la torre de Babel.

Necesitamos un poco de sabiduría. La sabiduría está relacionada con los principio, con los valores y con la experiencia; enseña el valor real de las cosas, el sentido de la vida y el arte de vivir y de ser feliz.

Los seres humanos no necesitan saber todo, pero sí necesitan saber lo necesario para triunfar, para ser libres y para ser felices. Vivimos en una sociedad que tiene mucha información, poco conocimiento y escasa sabiduría, lo que da como resultado: Una sociedad mediocre.

La información, los conocimientos y los bienes materiales son importantes, pero, nadie puede asegurarlos; por eso, tu mayor riqueza eres tú mismo. Invierte en tu propio desarrollo para que puedas volar alto como el águila, y, si un día, por circunstancias de la vida, te visita la adversidad, puedas renacer de tus cenizas como el ave Fénix.

En la sociedad existen muchas trampas y falacias, por lo cual, es conveniente diseñar un proyecto cultural en el que contemples todos los conocimientos esenciales para que puedas lograr una visión correcta de la vida, sustentada en ideas, criterios, valores, creencias y convicciones de calidad que sean la roca firme sobre la que construyas una vida exitosa y feliz.

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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