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Editorial 1033

 


Todo nace de dentro

 

Cada semilla está programada genéticamente para convertirse en una planta. La semilla es mínima, pero puede convertirse en un ábol gigante.

 

Los genes contienen la información necesaria para producir un organismo, para su desarrollo y para su perfecto funcionamiento. Los genes controlan todos los aspectos de la vida de un organismo. Codifican los productos que son responsables de su desarrollo, alimentación, reproducción, etc. Por lo cual, desde el punto de vista biológico, somos el resultado de un código genético y de las influencias del medio ambiente. En este aspecto, desde el punto de vista biológico, todo está determinado y es muy poco o nada lo que podemos hacer.

Pero los seres humanos poseemos inteligencia, conciencia y libre albedrío, como resultado de cuatro millones de años de evolución. Esta condición nos convierte en protagonistas y responsables de nuestra propia vida, al margen de las circunstancias en las cuales nos toque vivir.

 

Si nos ponemos a analizar la vida, encontraremos que existen muchas cosas que no tienen lógica, ni justicia, ni explicación. Sin embargo, todo sucede por una razón que no alcanzamos a entender.
Lo cierto es que, a cada quién le va en la vida de acuerdo a la clase de persona que es, y, por ley de Causa y Efecto, recibe lo que merece en atención a sus acciones. Por lo cual, necesitamos enfocarnos en el logro de esas cualidades que constituyen la verdadera riqueza del ser humano (Sabiduría, autoestima, libertad, éxito y felicidad) Se trata de valores que forman parte de ti, que dan sentido y plenitud a tu vida, que nadie te los puede robar y que los llevas contigo a donde quiera que vayas.

 

Como todo nace de dentro, solo podemos producir ideas, sentimientos, palabras, acciones y soluciones, a la medida de lo que somos. Esta realidad debe abrinos los ojos y ayudarnos a comprender la importancia de la superación personal, y que, el tiempo y el dinero mejor invertidos es el dedicado al desarrollo personal.

 

Cuanto más nos desarrollamos, adquirimos mayor vibración. El ser humano es como un imán magnetizado. Tiene el poder de atraer y de rechazar las vibraciones. Cuanto más desarrollada está la persona, más intensas, poderosas y rápidas son sus vibraciones.
Según la Ley de Vibración, todo lo que sentimos y pensamos se expresa a través de vibraciones que se expanden en todas direcciones, influyendo, primero en uno mismo, y después en los demás.

 

Tu mente vibra y emite señales de acuerdo a tu estado de ánimo. A través de las vibraciones expresas lo que eres (tu autoestima, convicciones, capacidad y felicidad, o bien, tus complejos, temores y frustraciones) Como vivimos en una sociedad de competencia no podemos dar señales de debilidad, de aquí la importancia de trabajar constantemente en el desarrollo de una personalidad valiosa.
Selecciona tus ideas, tus sentimientos y el lenguaje que utilizas, porque ellos te modelan día a día, de forma lenta pero profunda y pueden conducirte al éxito o bien al fracaso. 

 

Ahora ya sabes que, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro, comenzando por ti mismo. A medida que te superes te ocurrirán cosas mejores, porque tu vida es el reflejo de cómo funcionas por dentro.

 

Las personas creen que deciden de acuerdo a su voluntad, pero esto es cierto solo en parte. En realidad, nuestra vida depende de las estructura profunda de nuestra personalidad; es decir, del inconsciente. El inconsciente es una región oculta de la mente, contiene ideas, sentimientos, creencias, temores, complejos... que hemos grabado a lo largo de los años, de los cuales no tenemos conciencia; sin embargo, son fuerzas activas que determinan la dirección de nuestra vida.

 

La única forma de no dejarnos avasallas por las fuerzas del inconsciente, consiste en desarrollar la inteligencia (conocimiento, reflexión y experiencia) en desarrollar la conciencia (principios y valores) y en utilizar correctamente el libre albedrío.
A partir de aquí, cada persona se construye a sí misma, y como es lógico, le irá en la vida de acuerdo a sus acciones; porque, al final, cada quien es artífice de su destino. Por lo cual, cuida tu yo interno. Filtra todo lo que dejas entrar en tu mente y no dejes que crezca en ti el temor, la envidida, el odio, ni el el resentimiento, porque destruirán tu vida.

 

La gente inventa máscaras, para ocultar sus sentimientos, y, de esta forma, protegerse de la curiosidad de los demás. Sin embargo, las personas siempre expresan lo que son, y, no importa que traten de disimular, sus vibraciones las delatan, y los demás perciben, de alguna forma, esas vibraciones. "Digas lo que digas, siempre dirás lo que eres"

 

La honestidad preside la vida de los verdaderos triunfadores. La razón es muy simple: Cada persona depende de la calidad de lo que hace. Podemos engañar a los demás, y, hasta podemos engañarnos a nosotros mismos, pero nadie puede engañar a la naturaleza, la cual, tarde o temprano hace justicia, aunque nadie se entere de cuándo, dónde ni cómo hace justicia. Por esta razón, no se puede construir nada duradero sobre la mentira.

 

Aprende a conocer la estructura mental de las personas y su forma de pensar. La puedes conocer a través de distintas manifestaciones, especialmente a través de su lenguaje, pues, como dice el refrán: "De la abundancia del corazón habla la boca"

La expresión corporal también es un indicativo del estado interior de la persona, en particular la expresión de la cara. La cara es como un mapa en el que está grabada la historia de la persona.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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