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Editorial 1027

 


Vive el presente pero piensa en futuro

 

El ayer, ya pasó, y el presente es solo un instante, lo único que te queda es el futuro.

La vida es un viaje que iniciamos el día en que nacemos. Desde ese momento, todos nuestros órganos (cerebro, corazón, pulmones,...) no han dejado de funcionar.

 

Si bien debemos recordar y aprender del pasado y vivir intensamente el presente, no podemos detener la marcha, como tampoco pueden detener su marcha el cerebro o el corazón, porque sobrevendría la muerte.

 

La humanidad vive un proceso constante de evolución, lo que significa un crecimiento de la inteligencia, de la conciencia y de la libertad; por tanto, el futuro ofrecerá más oportunidades para convertir nuestros sueños en realidad; pero, quienes no sepan ver los cambios que están ocurriendo en el mundo y no tomen a tiempo las decisiones correspondientes, perderán el tren del futuro.

 

Las cosas se suceden tan rápido que no hay tiempo para reaccionar ni para rectificar. De aquí la importancia de estar "siempre listo" para actuar, lo cual exige estar preparado y vivir en actitud de cambio.


El futuro es por naturaleza riesgo e incertidumbre, pero son estas características las que le dan a la vida ese aspecto de novedad permanente.

 

Los niños y los jóvenes piensan en futuro, debido a que están llenos de energía y tienen sueños e ilusiones. Luego, a medida que pasan los años, se impone la "realidad" Los adultos quedan atrapados en los compromisos de cada día y se olvidan del pasado y piensan poco en futuro. Al final de la vida, muchas personas se refugian en el pasado y viven de recuerdos.

En realidad, a medida que pasan los años perdemos lo mejor de nosotros, perdemos la espontaneidad, la creatividad, la ilusión y la visión de futuro. El futuro es la casa de los sueños y de la esperanza, sin ellos, el hombre es un barco a la deriva. Así que, visualiza un futuro exitoso, luego sueña, trabaja y espera, seguro de que te acontecerá lo mejor. 

Según Tolman, las personas se definen por sus metas. Las metas dan valor y sentido a la acción y a la vida. Una vez establecidas las metas, el cerebro se encarga de encontrar el camino que conduce a ellas.


Cada persona tiene unas metas que responden a sus intereses profundos y a sus valores. La mayoría de las personas tienen metas de simple supervivencia. Viven de espaldas al futuro, obligadas a resolver cada día, con carácter de urgencia, problemas elementales. Mientras vivan resolviendo problemas de supervivencia no tendrán tiempo para pensar en futuro, para capacitarse, para planificar, para crear y para realizar proyectos valiosos. Están condenadas a ser mediocres por el resto de su vida y a ver con envidia el triunfo de los demás. 
Necesitamos resolver los problemas de cada día, pero también debemos crecer y avanzar hacia la meta, de lo contrario, cada día se acumularán más dificultades y quedará comprometido nuestro desarrollo, y, en consecuencia, el éxito y la felicidad.

 

Son pocas las personas que piensan en futuro. Aún estamos condicionados por una mentalidad del pasado, en el que no había grandes cambios, por lo cual, no era necesario pensar en fututo, pues, las personas no sentían agobio sobre cómo sería su vida al cabo de varios años, porque imaginaban que sería como la de sus padres y como la de sus abuelos y así hasta perderse en la memoria. Pero la vida se acelera y las cosas cambian con tanta rapidez que nadie puede prever ni siquiera el futuro inmediato.

 

Las personas son programadas para ser fieles servidoras de un sistema social y económico, caracterizado por el sometimiento y la explotación. Se aferran a su trabajo, porque tienen miedo al riesgo, pero ¿Qué ocurrirá en un futuro próximo, cuando las empresas actuales cambien radicalmente o dejen de existir?

 

¿Qué hacer?


Tal vez tu cerebro está condicionado por viejos hábitos físicos y mentales que te impiden pensar en futuro y ver infinidad de oportunidades que desfilan ante tus ojos, pero, si comienzas a pensar en futuro, tu cerebro irá abriendo caminos hacia la libertad mental, económica, laboral,... y, te aseguro que, dentro de unos años, serás una persona independiente, solvente y estable.
Recuerda, la pobreza de la gente es mental; no piensa en futuro ni es creativa, en consecuencia, no es productiva.

 

El éxito no es el resultado de hechos aislados, ni de la suerte, sino de una vida bien organizada. El fracaso tampoco es producto de la mala suerte, ni de circunstancias adversas, sino de la incapacidad.

 

Adelántate al futuro y ten preparadas distintas respuestas, por si las cosas cambian, lo cual te exige vivir de forma creativa, enfocado en objetivos importantes y en actitud de cambio. Esto es recomendable, no sólo por si las cosa cambian, sino porque es la mejor forma de evolucionar.

 

"Tu tiempo es limitado, de modo que, no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición." - Steve Jobs (pionero del ordenador personal y fundador de Apple)

 

"El éxito será para quienes conozcan por dónde pasará el futuro y estén allí primero" De modo que, analiza los signos de los tiempos y no esperes que la sociedad y la vida te pasen por encima.

 

Sé protagonista de tu futuro. Para ello necesitas ser libre, y, para ser libre necesitas capacitarte y funcionar por encima de la sociedad.


Adelántate al futuro para que no tengas que correr tras del destino, porque será una carrera estresante y sin beneficios.


Prevé y planifica con antelación para que tu cerebro tenga el tiempo necesario para madurar las ideas y las decisiones.

 

No podemos predecir el futuro y la incertidumbre será nuestra compañera inseparable de viaje, pero, podemos poner las premisas del éxito y de la felicidad y esperar lo mejor.


Existen leyes y situaciones que se imponen de forma inevitable, ante las cuales nada podemos hacer, pero el éxito y la felicidad de cada día dependen de nuestras propias decisiones

 

Siembra ideales en tu corazón y en el corazón de tus seres queridos y mañana los verás florecer. 

 

El mejor momento para vivir es el presente, pero no olvides que somos a la vez: pasado, presente y futuro.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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