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Editorial 1018

 


Hoy es el primer día de tu vida y podría ser el último

 

Los seres humanos hablamos de pasado, de presente y de futuro, pero, en realidad, la vida es presente. Vivimos en el presente. El pasado se fue y el futuro no ha llegado. Sin embargo, gracias a la memoria podemos recordar el pasado y volverlo a vivir mentalmente, y, gracias a la imaginación, podemos idear un futuro lleno de sueños, de ilusiones y de expectativas.

 

Cada día amanece y la naturaleza despierta a un nuevo día, como si fuera el primer día de la creación del mundo. Si hubiéramos desarrollado el sentimiento por la naturaleza, podríamos percibir la inteligencia, la sabiduría, la armonía, la belleza y la paz que irradia cada detalle de la creación. Entonces, valoraríamos cada día como un milagro maravilloso y nos levantaríamos dispuestos a conquistar el mundo.

Desgraciadamente hemos perdido la capacidad de admiración, y, con ella, también hemos perdido la capacidad de valorar las cosas, de valorar las personas, la amistad y la alegría de vivir.

 

La vida es un tiempo corto que nos dan para convertir nuestros sueños en realidad y terminar con un sentimiento de plenitud y felicicdad, con la sensación del deber cumplido.

 

Carpe diem es una expresión latina  que significa aprovecha el momento, no confíes en el mañana. Su autor es el poeta romano Horacio. Siglo I antes de Cristo

Dice algo así, como "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" o "Vive cada momento de tu vida como si fuese el último"

 

Para controlar la vida, necesitamos controlar el tiempo, y esto significa controlar los eventos que ocurren en la vida. El verdadero punto es: ¿Qué eventos puedes controlar?


La clave del éxito está en enfocarte en los eventos que puedes controlar. Lo cual significa: prever las cosas y estar preparado para actuar a tiempo.


Existen leyes universales y circunstancias que se imponen... y tú no puedes controlar, pero existe un mundo personal que sí puedes controlar. 

La vida es un tiempo corto en el cual debes cumplir la misión para la cual fuiste llamado a la existencia. Es fundamental tener conciencia del tiempo y hacer buen uso del mismo.

 

Cuando uno es niño no valora el tiempo, porque percibe su futuro como una eternidad, pero a medida que pasan los años parece que el tiempo se acelera.


El tiempo, como todo, es relativo. Para un preso, el tiempo largo y obstinante; para un alumno que odia las matemáticas, la clase se hace interminable; para quien está inmerso en algo que le agrada, el tiempo vuela.


Ahora bien. ¿Cómo podemos controlar el tiempo? 

Los antiguos no se hacían problemas con el tiempo. Vivían al ritmo de la naturaleza. Contaban el tiempo por lunas, por días... Realmente tenían conciencia del tiempo y lo disfrutaban. El tiempo y los recuerdos eran vividos intensamente y a conciencia; pero luego la ciencia inventó el reloj y la humanidad comenzó a contar los minutos y después los segundos. Hoy se cuentan hasta las décimas y milésimas de segundo.


Esta sensación de que el tiempo vuela, unida al ritmo de la vida, hace que las personas vivan en una actividad frenética, tratando de lograr mil cosas, como si el mundo se fuera a acabar. Esta concepción del tiempo y esta forma de vida hacen que no tengamos conciencia real del tiempo y que no disfrutemos del momento presente. No estamos en lo que estamos, no echamos raíces en nada y no vivimos nuestra vida, porque nos invade la angustia del tiempo que se va inexorablemente.

 

La prisa la angustia y el estrés son una advertencia que nos invita a tomar el control de nuestra vida, el control del tiempo.


Debemos recordar que nuestro ser se rige por el amor y no por el tiempo. Los más bellos y hermosos sentimientos duran y perduran por siempre a través del tiempo. 

El tiempo no puede limitar o hacer desaparecer lo más bello, que son las ilusiones, el amor, la amistad, los anhelos y tantas cosas que sentimos que perdemos por creer que el tiempo llega sólo para arrebatarnos todo lo que amamos.


La clave del éxito está en enfocarte en los eventos que puedes controlar. Lo cual significa: prever las cosas y estar preparado para actuar de forma eficaz y a tiempo.


Detente, piensa, reflexiona, siente, contempla, admira, vive intensamente, ama, crea, agradece y disfruta cada momento como si fuera el último de tu vida.

 

Hace tiempo leí la historia de un condenado a la silla eléctrica en los Estados Unidos. El preso pidió al carcelero que el día de la ejecución le permitiera salir al patio al amanecer para contemplar la salida del sol. Cuántos recuerdos y emociones debieron pasar por su mente. Cuántos amaneceres había pasado por alto en su vida, pero ahora, cuando se agotaban todas las esperanzas, se dio cuanta del espectáculo maravilloso que es el amanecer.

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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