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Editorial 1016

 


Ley de la abundancia y prosperidad

 

“El universo es infinito. Todo aquello que deseas tiene el potencial de ser creado desde tu propio interior" pues, como decía el filósofo Platón: Somos demiurgos (pequeños dioses) que hemos venido a este mundo para convertir nuestras ideas y sueños en realidad.

 

El universo es pura energía. Todo lo que existe es una forma de energía. Nosotros somos energía, y todo lo que pensamos, hablamos o hacemos son formas de energía.

Esta energía infinita e inagotable y siempre está activa y disponible.

 

Los seres humanos tenemos un cerebro de genio. Somos grandes artífices que podemos moldear esta energía y transformarla en lo que queramos. Los grandes escultores, pintores, músicos, arquitectos, poetas, filósofos,...han convertido la energía en obras que son la admiración de la humanidad entera. Estos grandes creadores no son de otro planeta, son personas como nosotros que comprendieron la ley de la abundancia, creyeron en sus capacidades, se propusieron retos, fueron consecuentes y perseveraron.

La gentre común piensa que estos grandes creativos han sido personas privilegiadas y que todo les resultó fácil, pero no es así. Su éxito se debe a que dedicaron su vida en cuerpo y alma a su proyecto. Esta es la clave para tener éxito en cualquier actividad.

 

La humanidad siempre ha vivido en un mundo de abundancia pero con una mente de escasez, que ha frenado el progreso y la evolución.

La mentalidad de escasez hace a las personas inseguras, temerosas, egoístas, envidiosas y cobardes.

Todos los problemas que afectan a la sociedad (ignorancia, pobreza, corrupción, violencia,... son la consecuencia de una mentalidad de escasez. Donde reina una mentalidad de abundancia no existen estas lacras o están reducidas a su mínima expresión.

 

La mentalidad de escasez se convierte en un freno terrible que impide pensar en términos de emprendimiento, de riqueza y de libertad.

En esta situación, las personas se inhiben, se protegen y se esconden, a la espera de que el mundo cambie, y, cuando la mayoría de las personas piensan de esta forma, no hay cambio posible. La mayoría de las personas pasan la vida esperando que cambien las circunstancias en vez de esforzarse en cambiar sus propias circunstancias, por esta razón, nunca salen del hoyo.

 

En teoría, todo el mundo quiere ser inteligente, profesional, rico y feliz. Lo cual es lógico, pues hemos nacido para eso. El problema radica en que, por diversas causas (falta de educación, de disciplina, de espíritu de superación, de responsabilidad, de hábitos de lectura, de valores sólidos, etc.) tenemos una mentalidad de escasez que nos incapacita para lograr el éxito.

Somos dueños de una mina de diamantes, pero somos pobres, porque no sabemos explotarla. Vivimos junto a un río lleno de peces, pero pasamos hambre, porque no sabemos pescar. Vivimos en una tierra fértil, pero no obtenemos frutos, porque no sabemos cultivarla.

 

Vivimos en un mundo lleno de energía que vibra. Esta energía e infinita e inagotable y siempre está activa y disponible, a la espera de una inteligencia y de una voluntad que la transformen.

Esta energía está a disposición de todos, sin excepción, por lo cual, es importante desarrollar una mentalidad de abundancia y aspirar a todas las cosas maravillosas que nos obsequia la vida. Esta debería ser la mayor aspiración de las personas; sin embargo, observamos cómo las personas se conforman con las migajas del banquete de la vida, debido a su baja autoestima y a su mentalidad de escasez.

 

Creo que las familias, los colegios, universidades y medios de comunicación deberían enfocarse en generar personas con mente de abundancia, en vez de perder el tiempo en actividades intranscendentes.

Es la misma sociedad (padres, escuela, medios de comunicación, etc.) quienes contaminan y programan a las personas para ser mediocres. Esta mentalidad se transmite de forma consciente e inconsciente de generación en generación, por lo cual, no hay que esperar grandes cambios en el futuro. Al final, todas las promesas y reformas terminan en lo mismo, pues, resulta muy defícil cambiar la mentalidad de escasez; sin embargo, es bueno tener esperanza en que las cosas pueden cambiar, pero, lo único que podemos garantizar es nuestro cambio personal, y, si nosotros cambiamos, aunque el mundo no cambie para los demás, sí cambiará para nosotros, pues, por Ley de Causa y Efecto, recibiremos lo que merecemos en atención a nuestras acciones.

 

La humanidad progresa con rapidez, debido a unos cuantos genios creativos, pero evoluciona de forma muy lenta, debido a que son pocas las personas con mentalidad de abundancia que tienen poder de decisión, pues, la "democracia" el dinero, los intereses creados y los poderes establecidos, hacen que el mundo esté gobernado por personas con mentalidad de escasez.

 

Cómo desarrollar una mentalidad de abundancia

 

Cada quien produce frutos (ideas, palabras, sentimientos, acciones) de acuerdo a la clase de persona que es.

En el fondo todos sabemos lo que hay que hacer para desarrollar una mentalidad de abundancia, pero no todos están dispuestos a hacer el esfuerzo necesario.

 

Cada persona tiene una mentalidad de acuerdo a la educación recibida y a las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida. Todo lo que pensamos, sentimos, decimos o hacemos son formas de energía positiva o negativa que nos va modelando mentalmente y determina la dirección de nuestra vida. Cada persona se va modelando a sí misma cada día, cada minuto, a través de los pensamientos, sentimientos, palabras y acciones, los cuales se van sumando y adquiriendo poder.

 

Cada día procesamos millones de hechos, a nivel consciente e inconsciente, que fortalecen nuestra mentalidad de abundancia o de escasez.

De aquí la importancia de vivir siempre en positivo y de alejarse de toda forma de mentira, odio, envidia, agresividad, corrupción,... porque son energía venenosa, y de aquí también la necesidad de practicar el bien, la solidaridad, el perdón, la reflexión, la oración, la alegría de vivir,... porque son energía poderosa que nutre la inteligencia y el espíritu.

 

En la medida en que las personas desarrollan la mentalidad de abundancia, activan sus poderes mentales y se vuelven más inteligentes, creativas, responsables, exitosas y felices.

 

Si te va bien en la vida, te felicito; sin duda, tienes una mentalidad de abundancia, en caso contrario, revisa tus ideas, emociones, lenguaje, actitudes, acciones, trabajo, relaciones, ... porque hay algo en ti, a nivel consciente o subconsciente que te impulsa a funcionar con mentalidad de escasez. Como es lógico esta actitud te acarrea distintos problemas y puedes cometer el error de culpar a los demás. Cuando tienes un problema, el problema es tuyo y solo tú puedes resolverlo. A veces los demás son parte de nuestros problemas, porque no hemos actuado a tiempo, por falta de personalidad, etc.

 

 

Si amas al alguien, enséñale a pensar y a ser libre.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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