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Editorial 1008

 


Crisis cultural

La cultura es la esencia de la evolución. Los contenidos fundamentales de la cultura son las ideas, principios, valores, leyes, métodos, lenguaje, arte, ciencia, técnicas, costumbres, democracia, calidad de vida, etc.


La cultura es el producto del esfuerzo realizado por millones de seres humanos desde sus orígenes hasta el día de hoy. El mayor tesoro de un pueblo es su cultura. La cultura indica el nivel de evolución alcanzado y, en consecuencia, las posibilidades de éxito y de felicidad. Pero la cultura heredada sirve de poco si no es asimilada por las personas a través de la reflexión y del aprendizaje. La ignorancia es el peor de todos los males y la sabiduría es el mayor de todos los bienes.

 

A lo largo de la historia los seres humanos han buscado por muchos caminos el éxito y la felicidad. Cada persona concibe de forma distinta el éxito y la felicidad; sin embargo, existen ciertos parámetros dentro de los cuales es posible el desarrollo sostenido, el verdadero éxito y la verdadera felicidad.

 

Muchas personas confunden cultura con conocimiento. Creen que una persona culta es la que posee vasta información. La verdadera cultura es mucho más que conocimiento, supone la asimilación de principios, valores, criterios y conductas superiores.

 

Por qué sobrevienen las crisis culturales

 

La ley de Evolución preside el desarrollo de la historia. La vida y la historia son evolutivas, llevan en sí la tendencia y fuerza para convertirse en algo superior. La Ley es renovarse o morir.

Si los seres humanos siguieran el impulso a crecer y se renovaran constantemente, no habría crisis, pero las personas, debido a una educación represiva son temerosas e inseguras y evitan correr riesgos. Esta actitud les impide aprender y evolucionar, lo que hace que se vayan acumulando problemas y crezca la tensión, hasta que llega el momento en que estalla la crisis. La crisis personal acarrea problemas a la persona. Cuando la crisis afecta a muchas personas se convierte en crisis social. Existen muchas clases de crisis (política, económica, moral, etc.)

 

Las crisis culturales surgen cuando son cuestionados los valores (familiares, religiosos, morales, sociales...) considerados intocables.

Lo ideal sería una renovación cultural progresiva que adecuara su paso al ritmo de la evolución, pero, como esto no ocurre en ninguna sociedad, sobrevienen las crisis culturales (crisis de familia, crisis generacional, crisis de valores, crisis religiosa,...

 

Cuando las personas están identificadas con su cultura no hay crisis. Ahora bien, cuando las personas abren su mente a otras ideas y ponen en tela de juicio la validez de su cultura, surge la crisis cultural.

Con frecuencia surgen crisis entre distintas generaciones, debido a que cada persona y cada generación quieren ser protagonistas de su destino. Los jóvenes quieren cambiar las cosas y los adultos se resisten al cambio, unas veces por temor y otras veces para no perder su seguridad o sus privilegios.

Las crisis son la forma a través de las cual la sociedad se renueva. Las razones para que surjan las crisis culturales son muchas, generalmente por falta de renovación y de adaptación a los nuevos tiempos. A veces la renovación supone pequeños cambios y a veces supone cambios estructurales. Lo cierto es que las crisis culturales exigen cambios que se dan por las buenas o por las malas. Lo ideal es llegar a acuerdos para minimizar daños y sufrimientos.

 

A lo largo de la historia han ocurrido muchas crisis culturales que han terminado en guerras y han dejado secuelas por siglos.

Hoy la sociedad está centrada casi exclusivamente en lo económico, y no se preocupa de aspectos culturales fundamentales como la conservación de la naturaleza, el calentamiento global, la pobreza, las dictaduras, la explotación de todo tipo, la injusticia, la corrupción, los fanatismos, la violación de los derechos humanos, etc. Esta falta de conciencia y de responsabilidad, especialmente por quienes detentan el poder, está generando una frustración grande y gestando una bomba de tiempo que puede convertir nuestra cultura milenaria en añicos.

 

Las crisis culturales han existido siempre, sobre todo en tiempos de conquistas, cuando los vencedores imponían su cultura a los vencidos, pero se trataba de crisis locales o regionales. Hoy se trata de crisis que afectan a todo el mundo.
En la actualidad, la globalización y las redes sociales han invadido todos los espacios y han generado cambios culturales rápidos y profundos en todo el mundo, desestabilizado la vida en muchos países y originando grandes conflictos sociales y culturales.

Es necesario tiempo, pedagogía y diplomacia para producir los cambios culturales necesarios sin producir tarumas y sin generar resentimientos qeu puedan generar secuelas y reacciones adversas.

 

La globalización se impone con fuerza. A su paso va derribando fronteras y tabúes. Cuestiona formas de pensar y de vivir y trastorna el orden establecido a nivel familiar, social, político, económico, moral y religioso, lo cual genera una crisis cultural de dimensión mundial cuyas consecuencias no podemos predecir.

El mundo actual vive una crisis cultural que raya en el caos, del cual no sabemos cómo salir.

 

La globalización en sí es buena porque permite unir fuerzas para lograr cosas importantes. El problema surge cuando se derriban las viejas estructuras y no se ofrecen alternativas capaces de encauzar la vida y la historia de forma constructiva.

 

Muchas culturas están amenazadas y las más débiles pueden ser devoradas, lo cual significa una pérdida grande para la humanidad, pues, la variedad cultural es una fuente de riqueza y de inspiración para las generaciones actuales y para las futuras generaciones; mientras que, la uniformidad cultural supone un empobrecimiento en todos los aspectos..

La UNESCO, consciente de esta realidad, se esfuerza por proteger y conservar las obras consideradas como patrimonio de la humanidad. Pero esta labor sirve de poco frente a la dinámica destructiva de una sociedad que, dominada por la ambición y el poder, se lleva todo por delante,

 

La cultura es lo más valioso que tenemos. La cultura es la base de la propia identidad y del sentido de pertenencia, por lo cual, las crisis culturales graves, golpean la propia identidad, la autoestima y el sentido de pertenencia, generando una especie de desarraigo afectivo, social, espiritual...

La cultura es como la madre tierra que provee de nutrientes para que las plantas produzcan alimentos. De la misma forma, la cultura proporciona nutrientes al cerebro (ideas), a la conciencia (valores), al corazón (afectos y amistad, alegría y felicidad) Sin cultura, las personas y la sociedad son solo un cascarón vacío.

 

Las personas que carecen de identidad cultural o tienen una identidad débil, están incapacitadas para integrarse en la sociedad. De aquí la importancia de defender las distintas culturas frente al atropello del progreso descontrolado, de los interés económico, de las ideologías políticas, de los fanatismos religiosos, de los nacionalismos exacerbados...

Es necesario renovarse, pero la renovación solo tienen sentido si es para evolucionar hacia algo mejor.

Existen muchas revoluciones inspiradas en el odio y en la frustración, cuyo objetivo no es la justicia ni la renovación sino la venganza y la destrucción. Por lo cual, quienes aman la vida, el progreso y la paz, deben trabajar activamente por la renovación cultural, de modo que nunca exista terreno fértil para que surjan los enemigos de la cultura.

 

El origen de las crisis culturales se deben a la falta de lectura, de cultura... La lectura ayuda a evolucionar, a renovarse, a entenderse...Las personas evolucionadas y los países evolucionados no sufren de crisis culturales porque saben convivir en paz y en armonía.

Un pueblo culto es democrático, libre, progresista y solidario.

No hay que confundir cultura con progreso. El
El progreso es la ciencia de producir cosas y riqueza y
La cultura es el arte de vivir.

 

El desarrollo de los medios de comunicación y las redes sociales son un arma de doble filo. Depende de cómo se manejen y de cómo se controlen. Las palabras son comunican ideas que pueden acelerar la evolucíon y llevar la paz al mundo o pueden convertirse en balas que destruyan la vida de la propia persona y de la sociedad.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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