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Editorial 1003

 

Crisis personal

 

Una crisis es una situación grave y difícil que pone en peligro el desarrollo de un proceso físico, económico, psicológico, familiar, social, espiritual, etc.

 

Dentro de cada ser humano luchan dos fuerzas opuestas. Las fuerzas de desarrollo que impulsan a aprender, a crecer, a amar... y los mecanismos de defensa que se nutren del temor, de la ignorancia, de los prejuicios, del egoísmo y que nos hacen cobardes o agresivos.

Esta dinámica hace que el ser humano viva en lucha permanente, tratando de conciliar ambas fuerzas para poder vivir en paz y en armonía.

 

El leitmotiv de la vida y de la historia es la lucha, la competencia. A través de la lucha se desarrollan las personas. A través de la lucha se van logrando los ajustes necesarios para evolucionar y funcionar a niveles superiores. La lucha ha sido y será compañera inseparable del hombre; por tanto, la polaridad es positiva. Es un activador que impulsa a la búsqueda de soluciones, pero, como todo en la vida, puede ser un arma de doble filo. El problema no está tanto en la polaridad cuanto en la incapacidad de las personas para armonizar los contrarios.

 

La vida es cambio, evolución y la ley es "Adaptarse o morir"

A lo largo de la historia sólo han sobrevivido las especies vegetales y animales que se han adaptado a los cambios impuestos por la naturaleza.

 

Las crisis son parte de la dinámica de la vida y cumplen una función natural: Seleccionar a los más capaces y eliminar a los menos aptos, porque constituyen un obstáculo para la evolución. Los más aptos no son los más ricos, ni los más poderosos desde el punto de vista humano, sino los más evolucionados.

 

Las crisis sirven para realizar ajustes. La vida humana no es estática, es un proceso de crecimiento y desarrollo personal y social, el cual debería realizarse de forma progresiva; sin embargo, los seres humanos son imperfectos, inmaduros, egoístas e irresponsables, lo que hace que cometan muchos errores. Los errores se acumulan y se convierten en una deuda contraída con la vida, en forma de ignorancia, pobreza e injusticia. Cuando esta deuda personal o social, llega a un punto crítico se activan distintos mecanismos de supervivencia, uno de ellos es la crisis.

 

La crisis puede ser: económica, política, social, personal, familiar, institucional, etc.

 

Si las personas y las instituciones se renovaran constantemente, no existirían crisis, pero la tendencia de los seres humanos es la pereza y la comodidad. Se apoltronan en sus "zonas de confort" y se olvidan de evolucionar. La falta de renovación (personal o social) genera desadaptación, empobrecimiento, etc. lo cual produce una tensión que se va incrementando progresivamente, sin que las personas tengan conciencia clara de ello, hasta que llega el momento en que estalla la crisis. Cuando estalla la crisis, las personas se sorprenden y reaccionan.

 

De esta forma se producen las crisis personales, matrimoniales, empresariales, económicas, políticas y religiosas. Llas crisis son cíclicas, por lo cual, debemos estar siempre preparados.

En realidad, las causas de las crisis están dentro de nosotros, sus nombres son: Ignorancia, temor, egoísmo, irresponsabilidad, falta de previsión, etc. La mejor forma de evitar las crisis o de minimizar sus efectos, consiste en prever, planificar y crear las condiciones intelectuales, afectivas, económicas, sociales, morales y espirituales que nos permitan tener el mayor control posible sobre nuestra vida.

Las personas que funcionan bien están protegidas contra las crisis, sin embargo, la vida es lucha, riego e incertidumbre, de modo que, nadie tiene garantizado nada. De aquí la importancia de ser lo más autosuficiente posible, de estar preparado para solventar las adversidades y de vivir de forma plena cada momento, porque pudiera ser la última oportunidad que nos da la vida.

 

Qué hacer para superar las crisis personal

- Prepárate a nivel profesional. El simple título no garantiza el éxito, es necesario ser eficaz y creativo. La creatividad es una herramienta fundamental en tiempo de crisis.

- Piensa en varias alternativas y desarrolla con tiempo distintas habilidades, porque, cuando se presenten las dificultades no tendrás tiempo para aprender a resolverlas.

- Trata de independizarte lo más posible en tu trabajo, pues, la tendencia es que, las empresas tal como las conocemos irán desapareciendo, además no te proporcionan garantía de trabajo estable y bien remunerado.

- Aprende a producir, administrar e invertir. Lee el libro "Padre Rico, Padre Pobre" de Robert T. Kiyosaki y tal vez tu mente se abra a un futuro promisor.

- Sé emprendedor, no esperes que la crisis pase. Invierte en capacitación y en desarrollo personal. Éste es tu mejor seguro para el futuro. Las crisis afectan a todo el mundo, pero afectan menos a las personas capacitadas y emprendedoras.

- No pierdas tiempo en noticias y rumores que sólo generan angustia y zozobra. Lee, trabaja, produce, ponte a valer y sé un ejemplo para los demás. Ésta es tu mayor de protegerte contra las crisis y de contribución para que los demás salgan también de sus crisis.

 

Tú lucha está dentro de ti. Es ahí donde debes derrotar a tus verdaderos enemigos, cuyos nombres son: Ignorancia, temor, pobreza, pereza e irresponsabilidad. Por lo cual, no se trata de correr hacia ninguna parte sino de ubicarte en tu propia realidad.