Editoriales

Editorial 1002

 


Mantén una actitud crítica

 

El ser humano puede controlar sus pensamientos. Puede activar los pensamientos positivos y reprimir los pensamientos negativos. Los pensamientos son energía mental que impulsa a la acción. Así como son tus pensamientos así son tus sentimientos, tus palabras y tus acciones. De aquí la importancia de alimentar la mente con ideas positivas y evitar las ideas, palabras y actitudes negativas, porque desencadenan procesos mentales destructivos. 

Vivimos en una sociedad muy confusa en ideas y valores. Si nos dejamos influenciar por sus ideas, nos iremos contaminando de las mismas enfermedades que aquejan a la sociedad. El antídoto está en vibrar en positivo. Para vibrar en positivo es necesario tener cierta calidad como persona y cultivar ideas y sentimientos positivos.

 

Así como piensas así te sucede; por tanto, piensa bien y se te sucederá lo mejor. Sin embargo, no es suficiente con pensar bien, es necesario mantener siempre una actitud crítica y objetiva. También es necesario actuar y persistir en la acción. 

 

El pensamiento se produce de acuerdo a nuestro sistema de creencias y al proceso emocional que estemos viviendo en el momento. Cuando un pensamiento se conecta con la ira, celos, miedo, enojo, odio o cualquier otro tipo de sentimiento que nos lastime, entonces se convierte en un sentimiento negativo, y, la energía generada por el pensamiento empezará a crear una realidad, con la misma vibración y dirección. Entonces atraerá a nuestra vida situaciones y personas similares a la energía generada. Con lo cual se reafirma que, de acuerdo a la ley universal de causa y efecto, recibies de regreso lo que envías.

 

Vivimos en una sociedad ignorante, manipulada y manipuladora, en la que se impone la psicología de masas. En este sentido, los medios de comunicación y las redes sociales tienen una influencia demoledora, alienante; debido a que durante todo el día y por todos los medios, saturan la mente de las personas con mensajes que encierran muchas clases de veneno y que anulan la capacidad crítica.

 

Cada día las personas pierden más su capacidad crítica y aceptan ideas, costumbres, modas, e ideologías políticas, morales, y religiosas, sin una reflexión personal que les permita conocer cuánto de verdad o de mentira encierran.

 

Es importante saber que, las ideas son activas, y, una vez aceptadas, se internalizan a nivel subconsciente y toman el control de la mente, lo cual es grave, porque las personas pierden su capacidad crítica, su conciencia y su libertad. Se vuelven fanáticas y esclavas de ideologías que complican su relación consigo mismas y con la sociedad.

 

El ser humano tiene inteligencia y libre albedrío, lo cual le hace responsable de sus acciones por encima de todos los condicionamientos sociales. Inclusive las personas que quedan atrapadas en sectas destructivas, tienen cierta conciencia de que no es correcto lo que hacen. Así lo confirman muchas personas que logran liberarse de las sectas.

De igual forma, las personas fanatizadas a nivel político o religioso saben que muchos de sus comportamientos no son honestos ni correctos, pero se impone la psicología de la masa y se dejan llevar por la corriente, lo cual no les exime de su responsabilidad, pues, cada persona tiene el deber de buscar la verdad, de juzgar con honestidad y de actuar en conciencia.

 

El problema de los fanatismos radica en que las personas no desarrollan actitud crítica, tienen poca madurez y se dejan llevar por sus emociones (temores, frustraciones, odios, complejos, resentimientos, etc) Se trata de personas rígidas, carentes de visión y poco evolucionadas. Pueden tener títulos universitarios, pero carecen de valores y de conciencia moral.

 

Todos tenemos alto nivel de fanatismo por no haber desarrollado la capacidad crítica desde niños. (No hay que confundir capacidad crítica con el hecho de criticar)

La capacidad crítica se refiere a sopesar las cosas, analizar pros y contras, filtrar la información, encontrar la lógica de las cosas y utilizar el sentido común. Se refiere a pensar antes de hablar o de actuar y controlar las emociones en vez de actuar por impulsos.
Se trata de actuar desde el Adulto, desde la inteligencia y la razón, y no desde el Niño, es decir, desde los prejuicios, los sentimientos, la ira, la envidia o la frustración.
Se trata de ser sabios, honestos y responsables.

De esta forma nos evitaríamos muchos errores y problemas.

 

No es fácil mantener una actitud crítica, honesta y equilibrada consigo mismo y con los demás, debido a que estamos condicionados por una carga psicológica negativa, formada por temores, ignorancia, complejos, frustraciones, envidia, soberbia y egoísmo. Sin embargo, la actitud crítica, honesta y equilibrada, es la única forma de protegernos contra una sociedad conflictiva y fanatizada. Y es también una forma de enseñar a los demás a salir de su cárcel mental y avanzar al encuentro de los demás.

 

La actitud crítica comienza por saber juzgarse a sí mismo para después saber juzgar con criterio todo lo demás.

"Si consigues juzgarte a ti mismo, entonces eres un verdadero sabio" Antoine de Saint-Exúpery

 

 

Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus