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Editorial 977

 


Renueva tus códigos cerebrales

 

El cerebro humano ha evolucionado a lo largo de cuatro millones de años. En este largo proceso ha creado infinidad de códigos mentales que contienen los misterios de nuestra existencia y de nuestra evolución.

El cerebro es un libro vivo que contiene la historia de nuestra vida. El cerebro aprende cada día, rectifica, se adapta y evoluciona.

 

A lo largo de los años aprendemos distintos códigos relacionados con el lenguaje, las matemáticas, el aprendizaje, los comportamientos sociales, las conductas morales, el manejo de herramientas, las habilidades en distintos deportes, etc. Estos códigos se convierten en hábitos que determinan nuestra forma de percibir las cosas, de pensar, de sentir y de actuar.

 

Los seres humanos aplicamos estos códigos en nuestra vida diaria y nos sirven para resolver las cosas con eficacia. Las personas que aprenden a leer bien cuando son niños, adquieren un código cerebral correcto en relación con la lectura para toda su vida. Lo mismo ocurre con otros códigos como manejar, memorizar, hablar en público, etc. De aquí la importancia de aprender desde niños numerosos códigos y que los códigos sean de calidad.
Los códigos elementales proporcionan una capacidad elemental de aprendizaje, un conocimiento elemental, un vocabulario elemental, un pensamiento elemental y una capacidad de éxito reducida.

En base a estas ideas, debería cambiar de forma radical la educación familiar, la educación escolar y universitaria, la organización y funcionamiento de las empresas e instituciones, etc.

 

Con estudio y experiencia crecen los conocimientos en amplitud y profundidad y los códigos adquieren mayor potencial. Es fundamental que los conocimientos estén bien organizados y bien definidos para que el pensamiento fluya con rapidez.  La velocidad de los procesos mentales es fundamental. Como el código utilizado por el cerebro es verbal (el cerebro procesa en base a palabras) resulta fundamental el desarrollo de un vocabulario amplio, rico y fluido.

 

La naturaleza tiene su ritmo y su proceso natural que depende de leyes establecidas, pero el cerebro humano vive un proceso de evolución que se acelera cada día, gracias al incremento de la información; sin embargo, los seres humanos no necesitan toda la información. Además, la capacidad del cerebro es limitada, por lo que cada persona necesita aprender a seleccionar únicamente la información que necesita para lograr sus objetivos.

 

La Neurociencia trata de entender los mecanismos cerebrales y sus raíces evolutivas que hacen del hombre lo que es y determinan su conducta, su visión del mundo y las normas que rigen su relación con los demás.

Sabemos que todo cuanto percibe y concibe el hombre depende de circuitos específicos del cerebro. Por tanto, el estudio de la corteza cerebral y de nuestro sistema límbico (emociones) ayuda a entender las raíces de la naturaleza humana.

 

Así como el descubrimiento del código genético proporciona un conocimiento amplio sobre la naturaleza y funcionamiento del cuerpo humano y ha abierto caminos insospechados en el campo de la medicina, de forma similar, el conocimiento de los códigos cerebrales ayuda a entender la raíz de las conductas humanas y a vivir con más criterio, con más éxito y con más felicidad.

 

El caos en que vive la sociedad (ignorancia, pobreza, crisis, guerras, frustración...) es producto del subdesarrollo mental y del quebrantamiento de ciertos códigos cerebrales.

 

¿Cuáles son los códigos mentales que rigen la vida de las personas sanas, exitosa y felices?

¿Cuáles son los códigos mentales que hacen a las personas envidiosas, egoístas, frustradas?

¿Cuáles son los códigos mentales que llevan al autoritarismo, a la venganza, al genocidio?

¿Qué códigos mentales hacen a las personas sumisas y cobardes?
¿Qué códigos mentales hacen a las personas corruptas o criminales?

¿Qué códigos mentales hacen a las personas simpáticas, amables y sociables?

¿Qué códigos mentales impulsan al esfuerzo, al éxito y a la responsabilidad?

¿Qué códigos mentales hacen a las personas creyentes o ateas, morales o libertinas, felices o infelices?

 

Cuando veas que alguien triunfa en algún aspecto, se debe a que utiliza un código mental correcto y cuando veas que fracasa, se debe a que utiliza un código mental inadecuado.
Revisa tus códigos mentales, porque en ello te va el éxito o el fracaso, y recuerda que, no importa cómo funciona la sociedad, importa cómo funcionas tú.

 

Los seres humanos vivimos de forma rutinaria e inconsciente, repitiendo todos los días las mismas conductas, a sabiendas de su poca eficacia. La ley de la vida es: "Renovarse o morir"

 

La humanidad funciona como un todo y para que las cosas funcionen bien es necesario tener en cuenta los derechos de todos los seres humanos, sin embargo, en la vida real se imponen la competencia, el egoísmo y la ambición. Las razones son muchas, pero el resultado es una sociedad "moderna" en apariencia, pero anclada en estructuras viejas y rígidas que impiden crecer y evolucionar. Progresamos mucho debido a que la materia es manejable, pero evolucionamos poco. Esta situación hace que las instituciones y las personas sean rígidas y que sea imposible una verdadera renovación intelectual, moral, social, económica, política, religiosa y espiritual.

 

La renovación no significa echar por la borda todo lo anterior, pues, el pasado es la base de lo que somos hoy. La renovación solo supone ajustes progresivos, acordes con el proceso natural de la evolución. Cuando no se producen estos ajustes se genera una tensión en el campo de las ideas y en el campo moral, social, laboral, económico, político, religioso y espiritual, debido a que la ley de la vida es crecer y evolucionar.

 

El efecto de la falta de renovación es la frustración con todas sus consecuencias (crisis, corrupción, violencia...) La frustración y las crisis no son malas en sí, pues, advierten de que algo no funciona y es necesario rectificar.

 

Necesitamos renovar los códigos intelectuales, morales, sociales, económicos, políticos y espirituales, primero a nivel personal para luego aplicarlos a nivel social. Todo cambio se inicia en la mente.

 

Tal vez lo único que puedas hacer por ti y por la sociedad es renovar tus códigos mentales.

 

Recuerda que, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro.

 

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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