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Editorial 971

 


Violencia - Múltiples formas de violencia


Causas de la violencia.

La violencia tiene su génesis, su proceso y su desenlace. Nadie nace violento, pero sí nacemos con fuertes instintos que nos impulsa a la satisfacción de nuestras necesidades básicas (Alimento, seguridad, afecto, paz, justicia, etc.)
La satisfacción de estas necesidades es fundamental para la supervivencia y para el desarrollo; por lo cual, cuando no son satisfechas se activan los mecanismos de supervivencia y las personas se ponen a la defensiva.
Cuanto más frustradas se sienten las personas en la satisfacción de sus necesidades básicas, mayor es la reacción en contra de quienes consideran causantes de su frustración.

 

Proceso de la violencia

Los seres humanos tienen mucha capacidad de aguante y soportan carencias, injusticias y frustraciones, pero llega un momento en que la situación se hace insoportable y surge la violencia. La violencia es una reacción desesperada de supervivencia, orientada a repeler o eliminar a quienes son considerados como "enemigos"

 

Durante siglos, muchas personas ha aceptado sumisamente la ignorancia, la pobreza y la explotación, pero a medida que la humanidad ha tomado conciencia de sus derechos, ha luchado por su libertad; sin embargo, existen muchos poderes establecidos y muchas personas que siguen abusando de su poder.

 

La ignorancia y la pobreza son las formas más graves de injusticia, porque privan a las personas de su desarrollo y del logro de éxitos, lo cual genera frustración y violencia.

 

El problema real no es la violencia en sí, sino las causas que la generan; por lo cual, la única forma de erradicar la violencia personal y social consiste en eliminen las causas que la generan. Las causas personales (ignorancia, egoísmo, envidia, pereza, etc.) y las causa sociales (Injusticia, etc.)

 

Todas las crisis que vive la humanidad son formas de violencia, como resultado de la incapacidad de los seres humanos para autogobernarse y para relacionarse civilizadamente con los demás. En el fondo, la violencia social no es más que la expresión de la violencia interna que vive cada persona. De modo que, para eliminar la violencia necesitamos comenzar por lograr el autocontrol y la paz personal.

 

 

Efectos de la violencia


La violencia es una reacción emocional instintiva difícil de controlar. La violencia carece de lógica y de objetividad, por lo cual, no resuelve nada y genera muchos problemas.
La violencia es una espiral que sabemos cuándo comienza pero no cuándo termina. Por esta razón es importante aprender a controlar la violencia a tiempo, evitar entrar en su juego destructivo, evitar dramatizar las cosas y ser pacientes y tolerantes.

Resulta difícil hablar de paciencia, de tolerancia y de perdón cuando sentimos pisoteados nuestros derechos y cuando nuestro espíritu está lleno de rabia, pero necesitamos actuar de forma inteligente y saber que, lo que no se resuelve a través del diálogo no se resuelve de ninguna otra forma.
La violencia genera violencia y comienza por destruir a quien la origina, pues todo se rige por la Ley de Acción y Reacción, por eso el refrán que dice: "Quién siembra vientos cosecha tempestades"

 

 

Formas de violencia

Existen muchas formas y muchos niveles de violencia. Existen formas brutales, tales como las guerras, y los genocidios, y existen formas menos brutales en apariencia pero altamente destructivas como la explotación infantil, la explotación sexual.

 

Existen formas de violencia en la familia, en las instituciones, en los colegios,...

 

Los fanatismos, la xenofobia y el racismo son conductas muy arraigadas en todos los seres humanos. Gracias a la educación hemos aprendido a reprimirlas, pero están ahí, latentes, y pueden surgir en cualquier momento.

 

Parece que lo expuesto fuera cosa de épocas remotas y de países subdesarrollados, pero no, están sucediendo en este momento y en muchas partes. El racismo, la xenofobia y el fanatismo religioso, político están presentes en todos los países y en todas las personas. En el fondo, todos somos radicales, fanáticos e intransigentes y nos molestan quienes no comparten nuestra filosofía de la vida. Sin embargo, la educación nos ha ayudado a controlar estos sentimientos y también a disimularlos.

 

Toda violencia es una forma de fracaso.

 

Cómo evitar la violencia

 

La competencia es la ley de la vida. Compiten las plantas por la luz, por el espacio y por los nutrientes. Compiten los animales y también los hombres. La competencia es un mecanismo de selección natural que garantiza la supervivencia de los más capaces. La competencia genera temor porque siempre existe el riesgo de perder, de fracasar,...

 

La humanidad ha vivido en crisis permanentes. El camino de la historia, desde sus orígenes hasta hoy, está regado de sangre y no hay que hacerse ilusiones pensando que algún día sonarán las trompetas de la paz definitiva. La Ley de Polaridad o Ley de Los Contrarios nos recuerda que la vida es una lucha sin tregua en todos los aspectos; lo importante es alejarse del caos y avanzar lo más posible hacia la armonía personal y social.

 

Vivimos en una sociedad mediocre, desorientada y competitiva. Es importante que encuentres la forma de proteger tus principios, tus valores y tu equilibrio mental. La armonía es uno de los valores más importantes de la evolución humana. Está asociada al desarrollo, al éxito, a la paz y a la felicidad

 

La gente está saturada de temores y prejuicios; en consecuencia, vive a la defensiva y reacciona en contra de todo lo que no coincide con su esquema mental, porque lo percibe como una amenaza.
Todos molestamos de muchas formas, a veces de forma consciente y otras veces sin darnos cuenta; de modo que, la comprensión, la tolerancia y el perdón son conductas indispensables para convivir en paz en una sociedad que tiende a la globalización total, en la que todos estamos obligados a vivir en un mismo espacio.

 

La violencia es un hábito adquirido por errores cometidos en el proceso educativo. Sabiendo que conduce a la auto destrucción y al fracaso es de persona inteligente rectificar, lo cual no es fácil, porque lo primero que pierden las personas violentas es la capacidad de discernir. De aquí la importancia de educar y de educarse para la paz y para la convivencia.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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