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Editorial 969

 


Ser y aparentar

 

En este caso, la palabra "ser" hace referencia al grado de desarrollo de cada persona. Todo lo que existe es, pero en el caso humano existen muchas formas de ser, de desarrollo, de evolución.

 

En teoría, todos los seres humanos tienen los mismos derechos, y, desde el punto de vista genético todos poseen un grado de evolución similar, como resultado de cuatro millones de años de evolución; pero, en la práctica, cada persona tiene distinto grado de evolución, y, en consecuencia, solo tiene acceso a los beneficios que ofrece la vida, de acuerdo a su grado de desarrollo.

 

El "ser" es un concepto relacionado con la identidad. Entendemos por identidad el conjunto de características que definen a cada ser (cosa, persona, familia, institución, país, etc.)

 

Según el principio filosófico de identidad: "Toda entidad es idéntica a sí misma" Por ejemplo, cada persona tiene su propia identidad, única e irrepetible, y, aunque las personas evolucionan a través de los años, conservan su identidad, sus características esenciales, lo que hace que tengan conciencia de ser siempre la misma persona.
Esto es muy importante, pues, si las cosas y las personas cambiaran de forma, como cambian las nubes, el mundo sería algo indefinido y no sabríamos a qué atenernos.

El ser es lo que permanece a pesar de los cambios. Gracias a que las cosas son idénticas a sí mismas, podemos conocer la realidad,  actuar con lógica y lograr objetivos importantes.

 

Ser y aparentar

 

Lo ideal es que las personas se expresen tal como son y se esfuercen por ser la mejor persona que puedan llegar a ser en todos los aspectos; pero la realidad es otra muy distinta.

Existen factores psicológicos (temores, complejos...) factores sociales (competencia...) etc. que hacen que las personas traten de ocultar su verdadera realidad, disimulen sus defectos y debilidades y aparenten lo que no son. Se trata de un mecanismo de defensa para protegerse de la sociedad.

 

Esta situación generalizada hace que las personas desconfíen unas de otras, lo cual dificulta las relaciones. Esto es grave, si tenemos en cuenta que toda buena relación se basa en la confianza.

De aquí la importancia de ser congruentes y auténticos, pues, los seres humanos tenemos un sexto sentido que nos permite intuir la realidad de las personas más allá de las apariencias.

 

El desarrollo del propio ser es el mayor bien que podemos alcanzar en la vida. El desarrollo del propio ser genera seguridad, autoestima, satisfacción. Se trata de una experiencia interna de plenitud que da sentido a la vida.

 

La frustración de las personas, no se debe tanto a fracasos circunstanciales, cuanto al fracaso en el desarrollo de su ser, lo cual genera vacío e insatisfacción.

 

Las personas desarrolladas se caracterizan porque poseen cualidades valiosas que las hacen dignas, buenas y felices; por lo cual, el objetivo fundamental de todos los seres humanos debería estar orientado al desarrollo personal, al desarrollo del ser; sin embargo, son muchas las personas que tratan de aparentar en vez de esforzarse en ser. Este error se paga muy caro en forma de temor, inseguridad, baja autoestima, ineficacia y fracaso.

 

Desde el punto de vista físico, todos vivimos en el mismo mundo. El mundo es solo el escenario en el que se desenvuelve nuestra vida. Nuestro verdadero mundo es mental. Está hecho de ideas, sentimientos y recuerdos. Estos contenidos mentales constituyen nuestra verdadera realidad, nuestro verdadero mundo, nuestro verdadero ser.

 

Para desarrollar nuestro ser y ponernos a valer, necesitamos desarrollar los aspectos que constituyen la esencia del ser humano (inteligencia, conciencia y afectividad)

Sólo el desarrollo del propio ser nos ayudará a estar por encima de las circunstancias sociales, políticas y económicas.

 

La falta de desarrollo impulsa a las personas a vivir de las apariencias y a esperar que las cosas cambien en vez de ser protagonistas de su propia existencia.

 

La falta de ser, hace que las personas no tengan consistencia y sean víctimas fáciles del egoísmo, de los instintos, de la corrupción, de la violencia y de todas las lacras que afectan a la sociedad.

 

La única forma de resolver los problemas personales y sociales y de alcanzar el éxito y la felicidad consiste en el desarrollo del ser; en el desarrollo intelectual, moral, afectivo y espiritual. Esta es una tarea personal, al margen de lo que hagan o dejen de hacer los demás, pues cada uno es responsable de sí mismo, y, al final, obtiene lo que merece en atención a sus acciones.

 

La crisis económica hace que las personas vivan enfocadas exclusivamente en el logro de dinero, descuidando su desarrollo personal. Esta ecuación conduce al fracaso. La solución está en capacitarse de forma integral y en utilizar todo el potencial humano.

 

Es importante cambiar el mundo por fuera pero es más importante cambiarlo por dentro.

 

Los modelos y paradigmas que se imponen a través de los medios de comunicación y de las redes tienen mucho de apariencia y poco de contenido, lo que hace que se esté desarrollando una sociedad superficial, con pocas raíces y con poco ser.

 

Recuerda siempre: "Lo que eres hace la diferencia"

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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