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Editorial 958

 


Relación entre la inteligencia y la lectura comprensiva

La relación entre el lenguaje y la inteligencia es absoluta. Una encuestadora americana solicitó a todos los empleados de una empresa que escribieran una carta. Comprobaron que la calidad del escrito disminuía a medida que se descendía en la jerarquía de los cargos.


Otra experiencia similar demostró que los buenos lectores, saben leer, leen libros buenos, analizan, reflexionan y tienden a convertirse en dirigentes.


Los que leen más, realizan más, porque la lectura genera ideas y las ideas son fuerzas que estimulan e impulsan a la acción.


También se ha comprobado que existe una correlación casi absoluta entre inteligencia y comprensión verbal.


De aquí la importancia de leer y de convertir la lectura en un hábito de todos los días. Así como alimentamos el cuerpo con distintos productos con el fin de tener salud y energía; de la misma forma necesitamos alimentar la inteligencia y el espíritu con lecturas que nos ayuden a incrementar la inteligencia, la autoestima, la vida emocional, los valores y la vida espiritual.


La pobreza del mundo es básicamente mental. Si por circunstancias de la vida, un empresario capaz termina en la ruina, muy pronto le veremos levantarse de sus cenizas como el ave Fénix; porque si fue capaz de crear una empresa, ahora con la experiencia adquirida, le resultará mucho más fácil surgir.


Y si por un golpe de suerte, una persona mediocre, llega a ser millonaria, pronto le veremos regresar a donde estaba, porque muy pocos pueden manejar lo que no han sido capaces de construir.


La verdadera riqueza del hombre es mental; está hecha de autoestima y de conocimiento. Con autoestima y conocimiento podrás lograr de todas las riquezas del mundo. Sin autoestima y sin conocimiento siempre serás pobre; pobre de espíritu y pobre de riqueza material.


El camino más corto y seguro para el desarrollo de la inteligencia es la lectura razonada y el aprender a definir las ideas con rapidez y precisión.


El código utilizado por el cerebro es verbal, por tanto, cuanto más rico y abundante sea tu vocabulario mayor será tu capacidad para leer, comprender, aprender, pesar y crear respuestas para la vida.


Es importante saber leer y leer lecturas nutritivas. Existen muchos periódicos, revistas y libros que contienen mucha información basura. Es importante seleccionar la lectura, pues las ideas son activas  y  una vez que entran en la mente comienzan a actuar y a condicionar nuestra vida.
"Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras. 
Cuida tus palabras, porque se volverán acciones. 
Cuida tus acciones, porque se volverán costumbres. 
Cuida tus costumbres, porque formarán tu carácter. 
Cuida tu carácter, porque forjará tu destino" Gandhi


Necesitamos conocer la diferencia que existe entre: Información, conocimiento y sabiduría


1. La información proporciona datos elementales sobre las cosas.
Hoy tenemos mucha información de todo tipo. La información, en sí, es buena. Cuanta más información tengamos, más posibilidades tenemos de aprender, de progresar y de evolucionar. El problema surge, cuando las personas son desbordadas por la información, debido a que no tienen capacidad para procesarla, ni criterios para seleccionar los datos que les conviene para aprender y progresar.


La información no es conocimiento. En la actualidad las personas tienen mucha, mucha información sobre las cosas y sobre los acontecimientos, pero les sirve de poco, debido a que no sacan enseñanzas o aplicaciones para la vida. La información queda en simples datos estadísticos.


2. El conocimiento ofrece una visión más profunda de las cosas, da a conocer su naturaleza, características y funcionamiento, es la base del progreso. Gracias al conocimiento los seres humanos “dominamos” la naturaleza.


El conocimiento en sí, sólo genera progreso material, y, si bien crea las condiciones para una mejor calidad de vida, no la garantiza, a menos que vaya asociado a la sabiduría, es decir, a los principios y valores que sirven para controlar y orientar la conducta humana.  


Hoy disponemos de conocimientos y de progreso suficiente para que en todo el mundo existiera una calidad de vida excelente, pero lo que vemos es otra cosa muy distinta: ignorancia, pobreza, violencia, injusticia y explotación. El conocimiento por sí sólo nunca resolverá el problema humano si no va acompañado de la sabiduría.


No debemos confundir progreso con evolución. Progreso es lo que logramos, lo que tenemos y evolución es lo que somos, lo que valemos como persona.


3. La sabiduría está relacionada con los principio, con los valores y con la experiencia; enseña el valor real de las cosas, el sentido de la vida y el arte de vivir.


Para los filósofos griegos, sólo los sabios podían ser libres y felices, porque eran los únicos que conocían la verdad y el bien, y, por tanto, podían actuar de forma correcta. De esto, hace más de dos mil años. Hoy, nosotros, cegados por la soberbia de los grandes avances científicos y tecnológicos, estamos muy lejos de este pensamiento griego. Vivimos como locos, obsesionados por construir un mundo de fantasía que terminará como la torre de Babel.


Necesitamos un poco de sabiduría. La sabiduría está relacionada con los principio, con los valores y con la experiencia; enseña el valor real de las cosas, el sentido de la vida y el arte de vivir y de ser feliz.


Los seres humanos no necesitan saber todo, pero sí necesitan saber lo necesario para triunfar, para ser libres y para ser felices. Vivimos en una sociedad que tiene mucha información, poco conocimiento y escasa sabiduría, lo que da como resultado: Una sociedad mediocre.


La información, los conocimientos y los bienes materiales son importantes, pero, nadie puede asegurarlos; por eso, tu mayor riqueza eres tú mismo. Invierte en tu propio desarrollo para que puedas volar alto como el águila, y, si un día, por circunstancias de la vida, te visita la adversidad, puedas renacer de tus cenizas como el ave Fénix.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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