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Editorial 941

 


Asume tu responsabilidad

La responsabilidad es el deber de asumir las consecuencias de nuestros actos, de lo que hacemos y de lo que dejamos de hacer.

 

Nadie ha nacido para ser el fin de sí mismo. Si bien cada persona es un ser "independiente" con derechos propios; lo que es y lo que tiene, lo debe a la sociedad, que le ha traído a esta vida y le ha dado comida, medicinas, lenguaje, conocimientos, etc. En consecuencia, cada ser humano tiene el deber de poner a funcionar lo que ha recibido y retribuirlo a la sociedad para que continúe el proceso de la vida y de la evolución.

 

Nadie tiene derecho a utilizar sus talentos a su antojo porque son patrimonio de la humanidad y tienen una función social. Cada persona es sólo la depositaria de unos talentos que ha recibido como herencia gratuita. Su misión es cultivar, potenciar y transmitir esos talentos a otras personas para que continúe la evolución. Al hablar de talentos no nos referimos únicamente al desarrollo de las capacidades intelectuales, nos referimos también al desarrollo de las capacidades: afectiva, social, moral, espiritual, etc. Pues el valor de cada persona es la suma del desarrollo de todas sus potencialidades.

 

Este deber es conocido como Principio de Responsabilidad. Fue formulado por primera vez por Hans Jonas, dice así. “Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra” Este principio es un imperativo categórico, es decir, un deber ineludible. No lo impone nadie, se impone por ley natural, porque es lógico y necesario para el desarrollo de las personas y para el buen funcionamiento de la sociedad.

De modo que, esa idea que tienen muchas personas de que son libres y pueden hacer con su vida lo que les venga en gana, no es correcta.

Sin embargo, el ser humano es libre y puede cumplir o no, con su misión en la vida, pero deberá atenerse a las consecuencias.

 

"La responsabilidad es una carga muy pesada para quienes actúan obligados por la necesidad pero resulta muy liviana para quienes hacen las cosas con amor" La educación de los hijos supone una entrega constante, pero resulta liviana porque los padres aman a sus hijos y asumen su responsabilidad.

 

La responsabilidad es un hábito personal, como lo son la fe, la alegría, la felicidad. Este hábito se adquiere desde niño. Está hecho de disciplina, constancia y motivación. Las personas que no adquieren disciplina mental desde niños, después sienten la responsabilidad como un yugo insoportable.

 

Las principales responsabilidades del ser humano son consigo mismo. Tienen que ver con el cuidado y desarrollo de su salud física, intelectual, moral y espiritual. Con su capacitación, productividad y de convivencia.

 

Muchos temen asumir responsabilidades porque piensan que son fuente de angustia y de problemas. Es importante asumir responsabilidades de forma progresiva de modo que se conviertan en hábito y formen parte de nuestro modo habitual de ser.

 

Quienes tienen conciencia y responsabilidad son seres privilegiados, porque pertenecen a la avanzada de la evolución.

 

En épocas pasadas las personas eran más responsables, tal vez porque eran fieles a ciertos principios y valores superiores. Al debilitarse los principios religiosos, morales y sociales se ha debilitado la conciencia y con ella el sentido de responsabilidad.

 

El deber más importante del ser humano es ser feliz, pues, sólo si es feliz podrá asumir con altura sus responsabilidades, y sólo si es feliz podrá dar felicidad a los demás.

 

"He cometido el mayor pecado que puede cometer un ser humano, no ser feliz" Luis Borges

 

La ley de la vida es acción, competencia, evolución. Cada ser humano independiente, tiene su propia dinámica y necesita luchar para sobrevivir, para abrirse un espacio en la sociedad y para lograr sus sueños. Para lo cual es necesario avanzar todos los días en todos los aspectos (conocimientos, experiencia, habilidades, autoestima, motivación, etc.) Así como las plantas necesitan procesar todos los días los nutrientes de la tierra para mantenerse vivas, y, así como necesitamos comer y respirar para mantenernos vivos, así también, necesitamos nutrir nuestra inteligencia todos los días con lectura y conocimientos, nuestro corazón con afecto y nuestro espíritu con fe.


Las piedras pueden permanecer estáticas durante miles de años, pero en el campo humano, lo que no progresa se deteriora y termina por desintegrarse.

 

Algunas de las características de la sociedad actual son la ignorancia, la pobreza, la mediocridad y la irresponsabilidad. No debemos olvidar que los seres humanos somos básicamente animales con fuertes instintos que nos impulsan constantemente al libertinaje y a la irresponsabilidad, y que, sólo a través de la educación nos convertimos en seres civilizados.

 

Una persona sin responsabilidad carece de autoridad moral y no es digna de confianza, debido a que la irresponsabilidad se asocia a otras formas de conductas inaceptables.

 

La responsabilidad es un hábito que se adquiere día a día a través de decisiones correctas. Se basa más en principios y en valores sólidos que en conocimientos. Todos conocemos nuestros deberes, pero no siempre los cumplimos.

 

La mayoría de las personas no tienen conciencia de su irresponsabilidad, debido a que han sido educadas para la dependencia y el sometimiento. La dependencia y el sometimiento es una forma de control. Los padres autoritarios y los gobiernos autoritarios, en su afán de controlar, inhiben el espíritu de libertad, destruyendo lo mejor del ser humano (la curiosidad, la espontaneidad, la creatividad, la capacidad crítica y la alegría de vivir.

 

Es deber de todo ser humano luchar por ser sabio, libre, exitoso y feliz, lo cual exige hacerse cargo de sí mismo y liberarse de todos los obstáculos externos e internos que impiden convertir los sueños en realidad.

 

La responsabilidad es un asunto personal que no se puede eludir ni delegar.

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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