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Editorial 937

 


Personas emprendedoras

Los niños son curiosos, creativos y emprendedores, pero su curiosidad y sus preguntas interminables molestan a los adultos, quienes los reprimen de muchas formas. Al principio todos los niños luchan por mantener viva su creatividad y el espíritu de libertad, pero poco a poco, la sociedad los va doblegando a través del proceso "educativo" y los niños se van convirtiendo en personas "adaptadas" sumisas, conformes y mediocres.


Con este material humano se construye la sociedad; de modo que, no debemos extrañarnos de que existan ladrones, corruptos, delincuentes y criminales. El mal está en la raíz, está en los errores cometidos a través del proceso educativo.

 

La sociedad es represiva y controla todo de muchas formas. La sociedad represiva la formamos todos. Todos somos represivos y nos oponemos de forma consciente e inconsciente al éxito de los demás, por temor a que nos superen.


Somos críticos, envidiosos y competitivos, debido a nuestra mediocridad intelectual y moral. En la medida en que las personas se superan son menos críticas, menos envidiosas y menos competitivas.

 

"Los hombres nacen libres, pero por todas partes se ven hombres encadenados" J.J Rousseau.


Apenas un 10 % de la humanidad es creativa y emprendedora. Se trata de supervivientes natos, quienes, insatisfechos con la forma en que funciona la sociedad, tratan de abrirse camino hacia la libertad intelectual, afectiva, social, profesional, económica y espiritual. Se trata de personas emprendedoras, que apoyadas en su capacidad creativa y en su espíritu de libertad, trabajan en proyectos originales. El resto de la sociedad prefiere instalarse en la "seguridad" y depender de alguien que les le de trabajo.

 

Para ser una persona emprendedora es necesario desarrollar una estructura mental especial. Todos los seres humanos somos genios desde el punto de vista genético, como resultado de cuatro millones de años de evolución; por lo cual, todos somos creativos y emprendedores; pero, debido a una educación represiva, tenemos inhibidos estos poderes. La solución está en reactivar el espíritu emprendedor mediante un entrenamiento progresivo. Se trata de crear ciertos hábitos mentales.

 

Las personas emprendedoras tienen una actitud especial ante la vida, lo que permite saber desde la infancia quiénes serán personas emprendedoras y quiénes serán sumisas y dependientes. Sin embargo, los criterios erróneos que utilizamos para evaluar a las personas, hacen difícil este diagnóstico. Por ejemplo, Einstein y Edison fueron catalogados como niños tontos y desadaptados.

¿Qué dirían hoy sus maestros?

 

La creatividad puede estar reprimida por distintas circunstancias y surgir cuando se dan las condiciones favorables. Todos conocemos personas que un día despertaron y nos sorprendieron por su capacidad creativa y emprendedora.

 

Cuando las personas comienzan a experimentar lo maravilloso que es sentirse libre, creativa y emprendedora, nunca más quieren regresar a la situación de dependencia y sometimiento, y están dispuestas a hacer lo que sea necesario para lograr la independencia definitiva.

 

El éxito de las personas emprendedoras se debe a que están concentradas en su proyecto y su cerebro trabaja sin descanso de forma creativa. Es tal su interés y emoción, que generan mucha energía, lo cual les permite lograr cosas que resultan imposibles para las personas que carecen de espíritu emprendedor.

 

En general, las personas emprendedoras se sorprenden de las cosas que logran. Muchas veces no tienen idea de cómo han llegado tan alto. Se debe a que la mayoría de sus procesos mentales son inconscientes. Su cerebro está abocado día y noche a convertir sus sueños en realidad, lo cual mantiene vivos el interés, la creatividad y la intuición.

 

Muchas personas, deseosas de ser libres y de progresar, emprenden negocios propios, y, generalmente "fracasan" por falta de experiencia.

De cada cien empresas que se creen hoy, dentro de diez años solo sobrevivirán el 5%. Esta realidad desanima a las personas, pero no hay que darse por vencido. Los grandes triunfadores fracasan muchas veces, pero insisten y logran su propósito.


Lo importante es conocer cómo funcionan las cosas. Todo se rige por leyes.
Si quieres triunfar como deportista necesitas conocer cómo actúan los deportistas exitosos. Si quieres triunfar en el comercio, necesitas conocer las leyes que rigen el comercio. Si quieres triunfar en el matrimonio, necesitas conocer las leyes que rigen las relaciones matrimoniales, etc. pues, nadie llega a destino si no conoce el camino y si no sabe sortear los obstáculos que aparecerán inevitablemente.

 

La vida evoluciona y exige renovarse constantemente.
Lucha, esfuérzate, evita acomodarte a la rutina y a la mediocridad. Mantente en actitud de cambio y de superación. Esta es la única forma de evitar ser arrastrado por tus propios instintos y por la dinámica de esta sociedad mediocre y conflictiva.

 

Lee la biografía de las personas emprendedoras y encontrarás el secreto de su éxito. En realidad, nadie nace con una fórmula para el éxito. Esta fórmula la van descubriendo a media que avanzan en el camino. Lo que sí tienen claro las personas emprendedoras es la estrategia; es decir, la meta, el punto al cual quieren llegar.

 

Las personas emprendedoras tienen alta autoestima y confianza en sí mismas, a pesar de sus defectos, temores o complejos.


Cada persona es emprendedora en aquello que le interesa.
Las personas emprendedoras sienten un impulso irresistible a trabajar en el proyecto de sus sueños, convertido en reto ineludible.

Las personas emprendedoras sienten que su vida tiene pleno sentido y todo lo que hacen por lograr sus objetivos se convierte en un placer. Por esta razón, podrás observar que las personas emprendedoras son felices y no pierden tiempo en criticar, ni en curiosear sobre lo que hacen o dejan de hacer los demás. Viven y dejan vivir.

 

La ciencia avanza y las máquinas y robots están desplazando del ámbito laboral a los seres humanos, lo que indica que las empresas están cambiando y no podrán absorber la creciente demanda de trabajo.

 

La única solución es educar a las personas para que sean emprendedoras y creen su propio trabajo, lo cual no es fácil, debido a que nuestros esquemas mentales son de dependencia y sometimiento. Necesitamos educar para la libertad y la creatividad, y, a partir de aquí, cada quién sabrá encontrar su camino.

 

No esperes que el mundo te caiga encima, despierta y comienza a avanzar hacia la independencia intelectual, afectiva, social, laboral, económica y espiritual.

 

Recuerda siempre que eres un pequeño dios, que no tienes necesidad de depender de nadie, sólo necesitas ser emprendedor y responsable.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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