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Editorial 936

 


Observa las cosas dentro de su contexto

 

Existe un mundo en el que las cosas son reales e iguales para todos; sin embargo, cada persona percibe el mundo y los acontecimientos de distinta forma. Cada persona tiene su propia versión de las cosas que no coincide exactamente con la versión de los demás.

 

Todos vemos lo mismo pero lo percibimos de acuerdo a nuestra experiencia personal. Cada persona tiene sus ideas, temores, complejos, sentimientos y vivencias que influyen en la interpretación de los hechos. Por esta razón, ante un mismo hecho, existen tantas versiones como personas.

 

Las personas que pertenecen a culturas semejantes tienen una visión similar de las cosas, lo cual facilita el entendimiento. Sin embargo, puede ocurrir que en una misma cultura y en una misma familia existan personas con mentalidades opuestas, debido a las actitudes, experiencias y criterios propios de cada persona.

 

La globalización hace que todos participemos de una "cultura universal común" y que, "en teoría" tengamos puntos de vista cercanos; sin embargo, la globalización social no garantiza la globalización mental. La globalización social se impone desde fuera por razones políticas, económicas, etc. pero la globalización mental depende de la voluntad de cada persona y exige cambios mentales profundos que sólo son posibles después de muchos años.

 

Los seres humanos vemos y aprendemos por analogía, lo cual significa que solo podemos percibir, comprender y aprender lo que se relaciona con lo que ya sabemos. De aquí la importancia de tener ideas claras sobre todos los aspectos que son importantes para lograr el éxito y la felicidad, tales como conocimientos, criterios, experiencias, hábitos, valores, etc.

 

Si quieres clavar un clavo, necesitas dar con el martillo en la cabeza del clavo; de lo contrario, los cientos o miles de martillazos que des fuera de lugar no sirven de nada. De forma similar, si quieres lograr algo o resolver algo, tienes que actuar dentro del contexto, lo cual significa que tus esfuerzos deben ser lógicos, oportunos y enfocados en el objetivo concreto. La mayoría de las personas logran poco porque funcionan fuera de contexto.

 

Como nuestra mente y nuestros sentidos son víctimas de muchos errores de percepción, necesitamos hacer un esfuerzo para observar las cosas con la mayor objetividad posible, de modo que nuestras ideas, palabras y acciones estén acordes con la realidad de las cosas.

También necesitamos entender que cada persona percibe las cosas desde su propia perspectiva, por lo que necesitamos ser amplios, comprensivos y tolerantes; lo cual no significa ser débiles ni complacientes con la mentira o con la injusticia.

 

Como las cosas solo tienen sentido dentro de su contexto, necesitamos tener una idea clara de las cosas antes de hablar sobre ellas o de actuar. De aquí la importancia de tener criterios claros sobre los aspectos más importantes de la vida. Quienes tienen criterios claros sobre cómo educar a los hijos, tienen respuestas para miles de preguntas y de problemas que pudieran surgir. Quienes tienen ideas claras sobre cómo dirigir una empresa, tienen siempre respuestas oportunas para actuar de forma eficaz. Esta misma receta es aplicable en cualquier otro aspecto de la vida. De modo que, para observar las cosas y resolverlas dentro de su contexto es necesario tener una información objetiva y suficiente sobre el asunto.

 

En una plaza de Bombay (India) todos los días se reunía un grupo de ciegos. En una ocasión pasó por allí un circo y los ciegos, que no sabían cómo eran los elefantes, tuvieron la oportunidad de acercarse y tocar a un elefante. La comitiva del circo siguió su camino y los ciegos se quedaron conversando. Cada ciego dio su opinión personal sobre el elefante. El ciego que había acariciado la trompa creía que el elefante era como una manguera muy gruesa. El que había tocado el colmillo afirmaba que el elefante era como una estaca puntiaguda. El que había tocado la oreja afirmaba que el elefante era como un abanico y así, cada ciego fue dando su opinión. Al final todo terminó en una discusión acalorada, pues, cada ciego creía que sus compañeros mentían.

 

El problema surgió porque cada ciego sólo tenía una idea parcial del elefante. La opinión de cada ciego estaba fuera de contexto. Para opinar con objetividad es necesario tener una idea clara de todos los elementos que constituyen la cosa, el asunto o el hecho.

 

Todo error o fracaso se debe a que se ha quebrantado alguna ley natural, no se han tomado en cuenta algunos aspectos o no se ha respetado el debido proceso. De modo que, cuando te equivoques o fracases, no busques excusas ni culpes a nadie, porque es deber tuyo controlar todos los aspectos relacionados con tu vida. Reflexiona y encuentra en qué momento te has equivocado para que puedas rectificar.

 

Lo primero que necesitamos conocer es nuestro contexto personal. ¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Cuál es mi filosofía de la vida, mis actitudes, mis sentimientos, mis reacciones, mis fortalezas, mis debilidades, mis metas, mis posibilidades reales...?

 

También necesitamos conocer los signos de los tiempos; es decir, el contexto económico, político, social, laboral, etc. en el que estamos viviendo, con el fin de prever y posicionarnos, con el fin de adelantarnos al futuro y tener respuestas para lo que pueda acaecer.

 

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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