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Editorial 929

 


Madura tus ideas, proyectos y decisiones

 

Nada ocurre por azar. Todo es el resultado de un proceso. Aunque las cosas ocurren en un momento dado, están precedidas de situaciones que se van encadenando hasta desembocar en un efecto.

 

Así, el éxito en cualquier actividad es el resultado de numerosos actos conscientes e inconscientes que se van organizando y creando las condiciones para que se den las cosas. De igual forma, los fracasos importantes no sobrevienen del día a la noche, son la consecuencia de errores acumulados, de falta de renovación, de decisiones erróneas, etc.

 

Las personas creen que deciden en cada momento de acuerdo a su voluntad, pero no es así, si así fuera, decidiríamos siempre por la verdad, por el bien y por el éxito, y jamás por la mentira, ni por la corrupción, ni por el fracaso, puesto que todos sabemos las consecuencias negativas que acarrean.

 

Las personas actúan de acuerdo a su estructura mental que les impulsa en una dirección u otra. Muchas personas mienten, se corrompen y hacen el mal, porque su estructura mental les impulsa a ello. Cuando una persona posee criterios, valores y hábitos mentales positivos que ha consolidado a lo largo de su vida, está programada para hacer el bien, y, en consecuencia, su tendencia natural es hacer el bien. Sin embargo, nadie es perfecto y a pesar de la buena educación puede incurrir, en el mal de forma accidental .

 

Estudios recientes indican que es el cerebro el que toma las decisiones de acuerdo a la información que maneja, y un instante después, la persona toma conciencia de la decisión tomada por el cerebro. Lo importante es que el cerebro actúa de acuerdo a los contenidos mentales (intelectuales, afectivos morales y espirituales) que rigen la vida de la persona; por tanto, si quieres mejorar la calidad de tu vida y lograr objetivos importantes, no los vas a lograr sólo con planificaciones, necesitas ir directo a la estructura de tu personalidad y revisar principios, creencias y comportamientos laborales, sociales, morales, etc. De aquí la importancia de trabajar en ser más auténtico, honesto, capaz, disciplinado y perseverante.

 

Los seres humanos tomamos miles de decisiones cada día, la mayoría de estas decisiones son inconscientes y están destinadas a satisfacer las necesidades básicas, otras son conscientes y están orientadas a resolver situaciones importantes.
Ahora bien, cuando se trata de lograr objetivos importantes, de realizar proyectos, etc. es necesario madurar las ideas para luego tomar decisiones eficaces. El cerebro necesita tiempo para madurar las ideas, para buscar información en el disco duro de la mente, combinar ideas de forma creativa y adquirir una visión superior de la situación. De esta forma, poco a poco, va surgiendo la solución y llega el momento en que el cerebro toma la decisión según el caso. Por tanto, las decisiones correctas y el éxito son producto de: conocimiento, reflexión, motivación, dedicación, tiempo, esfuerzo y perseverancia.

 

Cuando más importante es el proyecto y las decisiones que debemos tomar, mayor debe ser el tiempo dedicado a madurar las ideas.


La vida actual, caracterizada por la prisa, la angustia, el estrés y la obsesión por resultados inmediatos, hace que las personas no tengan tiempo ni paciencia para madurar ideas y proyectos. Su vida es superficial en todos los aspectos, por lo que es ineficaz a la hora de resolver los aspectos fundamentales de la vida.

 

Cómo madurar las ideas y proyectos.

 

La creatividad es una facultad que no se improvisa ni es producto del azar, es el resultado de un proceso que supone varias etapas.


a. Motivación inicial.
En primer lugar, debe existir una motivación o interés específico. Solamente así, la mente inicia la tarea de buscar y recuperar recuerdos, palabras, ideas, sucesos e imágenes que sirven para lograr los objetivos propuestos.


b. Exploración.

Una vez establecido el objetivo, la mente se activa y comienza a buscar en la memoria consciente y subconsciente la información que tiene codificada y que se relaciona con el objetivo. Esta información puede ampliarse con lecturas sobre el asunto.


c. Papel de la mente consciente.
La mente consciente tiene una función directiva. Se encarga de activar el proceso creativo, buscar, descubrir, evaluar, seleccionar, organizar e integrar los contenidos que le ofrece el cerebro. Este proceso es muy complejo y supone una buena capacitación y un lenguaje eficaz que permita comprender y expresar las ideas (creación) con claridad, precisión y fluidez.


d. Papel de la emotividad.
La emotividad activa la inteligencia emocional, la cual es la gran artífice de la creatividad y de las soluciones. Esta es la razón por la cual, las grandes creaciones humanas son fruto de la fe, del amor y de la ilusión; de modo que, si quieres ser una persona creativa, exitosa y feliz, necesitas amar intensamente la meta que persigues, de lo contrario no se activará la inspiración y todo te resultará cuesta arriba.


e. Papel de la experiencia
La creatividad se alimenta de las experiencias (conscientes e inconscientes) Cuando la solución del problema exige respuestas nuevas, la mente busca en distintas direcciones, combina unas ideas con otras, quita, añade y mezcla elementos hasta encontrar una respuesta satisfactoria. Con frecuencia, no se logra el objetivo en el tiempo deseado, debido a que no están dadas las condiciones; sin embargo, este esfuerzo no es inútil, siempre es provechoso, pues crea nuevas conexiones enriquecedoras que posibilitan futuras creaciones.


Las personas sólo pueden ser creativas en aquellas áreas que se relacionan con sus contenidos mentales y con su experiencia; por lo cual, si deseas crear algo, realizar proyectos o tomar decisiones importantes, necesitas adquirir información sobre el asunto y mantener estimulada tu mente para que busque en el archivo de la memoria, la información que se relaciona con el tema; luego, es necesario cierto tiempo para que el cerebro integre las ideas y las madure.

 

Como los seres humanos aprendemos por analogía, solo podemos aprender y resolver aquello que se relaciona con lo que sabemos. Por lo que, nuestro éxito no depende del azar, sino de lo que sabemos, de nuestra autoestima, motivación, dedicación, disciplina y responsabildiad.

 

Lo expuesto nos enseña que, para cambiar las cosas, antes debemos cambiar por dentro. Todo cambio se incia en la mente y en el corazón. Todo lo que nos ocurre en la vida es la expresión de la forma en que funcionamos; de modo que, lo más inteligente es dedicar tiempo e interés al desarrollo personal (intelectual, afectivo, social, moral y espiritual) Se trata de vivir en actitud de renovación permanente. Lo demás vendrá por añadidura.


Las respuestas que necesitamos para la vida están dentro de nosotros, y, si no las encontramos dentro de nosotros, no las encontraremos en ninguna parte.

 

 

 

Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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