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Editorial 918

 


Sincronizar la mente y la vida

 

La sincronización hace referencia a la coordinación de acciones o procesos que se ejecutan de forma simultánea con el fin de obtener un orden de ejecución correcto y lograr el objetivo deseado.

 

La Ley de Sincronización rige todo lo que existe. Esta ley coincide con la Ley de Causalidad, según la cual todo tiene un proceso en el que las cosas se suceden de forma secuencial; es decir, que todo genera un efecto y a su vez, este efecto genera otro efecto...

 

Sai Babá enseñaba las cuatro leyes espirituales que dicen así:

 

La primera ley dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están ahí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

 

La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero absolutamente nada de lo que sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.

No existe el "si hubiera hecho tal cosa, hubiera sucedido tal otra..." No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que ser así para que pudiésemos aprender ésa lección y seguir adelante.

Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan a aceptarlo.

 

La tercera ley dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto" Todo comienza en el momento indicado, ni antes ni después. Cuando estamos preparados para que algo empiece en nuestras vidas, es entonces cuando comenzará.

 

La cuarta ley dice: "Cuando algo termina, termina" Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

 

Lo expuesto no significa que somos títeres en manos del destino ni del determinismo que rige la naturaleza. Los seres humanos somos inteligentes y tenemos libre albedrío, lo cual nos permite pensar, prever, planificar, tomar decisiones, aprender y rectificar. Por tanto, podemos sincronizar nuestros procesos mentales y nuestra vida, de tal forma que nos ocurra lo mejor. Podemos ser protagonistas de nuestra vida y liberarnos del sometimiento a muchas formas de vida establecidas de la sociedad, la cuales tienen poco o nada que ver con nuestras verdaderas necesidades e intereses. Podemos elaborar un proyecto de vida y decidir nuestro destino. Quienes no tienen el control sobre su vida, están condenados a ser juguetes en manos del destino y de la sociedad.

 

¿Qué cosas necesitamos sincronizar?

 

El ser humano funciona como un todo y el objeto de la sincronización es aprovechar al máximo nuestra energía biológica y mental; para lo cual es necesario establecer ritmos eficaces en todos los aspectos (biológico, cognitivo, afectivo, social, laboral, etc.)


Se trata de conocer y seguir las leyes que rigen nuestra vida. Se trata de fluir, de superar los temores, la angustia, la prisa y la rigidez. Se trata de ser espontáneos, naturales, inteligentes, creativos, libres, exitosos y felices. Estas conductas son hábitos que se pueden adquirir con ejercicio y perseverancia.

 

Se cree que los seres humanos gastamos el 70% de nuestra energía física y mental en controlar los instintos, la angustia, los temores, el estrés. ¡Imagina las cosas que podíamos lograr si invirtiéramos esta energía en desarrollo!

 

Necesitamos:

 

1. Sincronizar ambos hemisferios cerebrales, el hemisferio izquierdo (lógico y analítico y el hemisferio derecho (intuitivo y creativo)

Al sincronizar ambos hemisferios trabajamos con todo el potencial de la mente y podemos lograr cosas importantes. Esta sincronización se logra cuando las personas funcionan en estado Alfa; es decir, cuando estudian o trabajan con interés, con emoción y de forma creativa y eficaz.

 

2. Sincronizar la parte física, mental, emocional y espiritual. Se trata de funcionar de forma integral, lo cual favorece la salud física y mental, el éxito y la felicidad.
Esto es posible debido a que todas las energías trabajan en equipo y en la misma dirección. No existen obstáculos ni incongruencias.

 

3. Sincronizar el lenguaje y la expresión corporal. Se trata de ser congruente y de vivir en armonía consigo mismo y con las personas. Se trata de ser honesto y responsable.
El cerebro funciona con un código verbal; es decir, a través del lenguaje. El lenguaje nos condiciona poco a poco, de forma lenta pero profunda. El pensamiento y el lenguaje son una misma cosa; por esta razón, hablamos como pensamos y pensamos como hablamos. De modo que, si quieres saber cómo es una persona, escucha cómo habla habitualmente; pues, "De la abundancia del corazón habla la boca"

 

La credibilidad es la base de toda relación humana. Es fundamental para convivir y negociar.
Para que exista credibilidad es necesario sincronizar el lenguaje y la expresión corporal; es decir, lograr congruencia entre lo que decimos y nuestra expresión corporal; para lo cual necesitamos ser honestos con nosotros mismos y con los demás.

 

Muchas personas utilizan máscaras por muchas razones, pero existe un sexto sentido llamado intuición que permite sentir cuando hay incongruencia entre el lenguaje y la expresión corporal.

 

En conclusión:

 

Necesitamos sincronizar el cuerpo, a través de la buena alimentación, del ejercicio y del desacanso, para tener salud y energía.

 

Necesitamos sincronizar el cerebro para funcionar con todos nuestros poderes mentales integrados y enfocados en un proyecto.

 

Necesitamos sincronizar la conciencia y funcionar en base a criterios claros y creencias y valores correctos.

 

Necesitamos sincronizar los sentimientos y emociones. Activar el amor, la bondad, la comprensión y el perdón, y controlar los instintos, temores, egoísmo, envidia, odio y resentimiento.

 

Necesitamos sincronizar con las personas a través de la amistad, del amor, de la ayuda,...

 

Necesitamos sincronizar el espíritu y vivir en contacto con lo transcendente, con Dios, a través de la oración, de la meditación y de la contemplación.

 

Si los órganos del cuerpo humano no trabajan de forma sincronizada, sobreveniene la enfermedad y la muerte, y, si las piezas de una máquina no funcionan de forma sincronizada, deja de funcionar. De igual forma, el ser humano funciona como un todo (bio-psico-social-espiritual) por lo que necesita funcionar de forma armónica y sincronizada en todos los aspectos (físico, afectivo, cognitivo, social, moral y espiritual)

Sincroniza tu mente y tu vida.
La sincronización es una labor de todos los días. Es una labor de mantenimiento, pues la sociedad genera mucho desgaste en todos los aspectos, y, si nos descuidamos podemos quedar atrapados en sus redes.

 

"Mente sana en cuerpo sano y cuerpo sano en mente sana"

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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