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Editorial 902

 


Escucha a los niños y aprende de ellos el arte de vivir

 

Los tiempos cambian y los niños nacen cada día más inteligentes, más evolucionados, más intuitivos y con más conciencia de sus derechos y libertades, por lo cual, la sociedad adulta tiene serios problemas para educar a estos niños sabios.

Son muchos los Niños Índigos, así llamados porque el color de su aureola es índigo (azul), lo cual indica que vienen dotados de poderes especiales, como la intuición, la telepatía, etc.

 

Son muy inteligentes, inquietos y creativos. Rechazan la rutina... Tienen mucha energía, les gusta realizar proyectos, inventar... Tienen interés especial por la computación, la ciencia y la investigación. A pesar de ser muy inteligentes no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales basados en la memorización; sin embargo, les resulta fácil el aprendizaje en forma reflexiva, práctica y participativa.

 

Aman la justicia y la libertad... se rebelan contra la mediocridad y la mentira... no aceptan la imposición y rechazan la manipulación y deshonestidad.


Son sensibles y les gusta ser tratados con respeto y con amor. Rechazan los gritos, las críticas, las amenazas, las injusticias.


Es importante educarles para la excelencia y no para la competencia.

 

Se trata de seres especiales que vienen a la tierra con la misión de cambiar a la humanidad. Pueden nacer en cualquier clase social.  La misión del alma del niño índigo es cuestionar y desafiar las viejas formas de educar y de vivir. Un niño Índigo es también sensible, amoroso, talentoso e intuitivo. Los padres se encargan de encontrar formas de criar a esta energía sensible y hermosa y de ayudarle en el desarrollo de los dones y talentos avanzados.

 

El niño índigo enfrentará los patrones erróneos de sus padres. Este enfrentamiento se hará más intenso en la adolescencia. Los padres necesitan examinar sus propios patrones de conducta y empezar a vivir de acuerdo a patrones más lógicos y amorosos que proporcionen energía y sabiduría a ellos mismos y a sus hijos.

¿Cuántos padres viven atrapados en el trabajo, en las preocupaciones y en el estrés y no tienen tiempo para vivir ni para relacionarse con sus hijos?

Su niño Índigo les hará conscientes de este error y les ayudará a liberarse de esas formas de ser heredadas y aprendidas.

 

Podemos afirmar que los Índigos son el equipo de demolición, cuya misión es destruir las viejas estructuras mentales de la sociedad y los Niños Cristal son los constructores. Esto permite que las viejas estructuras sean removidas y que las nuevas sean construidas.

Un niño Cristal es un ser de alta vibración y su misión incluye trabajar en el cambio global. La relación con los niños Cristal es aún más desafiante para los padres que deben entender que este pequeño niño es también un alma sabia y poderosa cuyo trabajo se extiende más allá de los estrechos perímetros de la familia.

 

Esta es la razón por la cual con frecuencia los Niños Cristal se estresan y sobre-activan. Ellos están trabajando con la energía de quienes los rodean, a nivel de la familia y a nivel de la comunidad. El desafío para los padres es entender la naturaleza de la existencia del niño Cristal y su misión es apoyarlo y no reprimirlo. A cambio el niño Cristal apoyará el crecimiento espiritual de sus padres.

 

De esta forma, los padres de los niños Cristal, aprenden a ver la vida de otra forma y a desarrollarse humana y espiritualmente gracias a su hijo.

 

El crecimiento espiritual ayudará a construir un nivel superior de conciencia dentro de la familia y a crear nuevas formas de relación y respeto familiar. La más poderosa enseñanza aquí es la de la “igualdad del ser”. El niño Cristal regala a la familia energías amorosas y creativas. Son los “iguales” de los padres y requieren ser tratados con amor, respeto y dignidad.

 

En el futuro, los niños serán considerados como iguales y con iguales “derechos” en la familia. Los niños serán consultados en las cuestiones familiares que los afecten y darán opiniones. Esa es su enseñanza y su contrato con ustedes como padres y con la sociedad adulta en general.

 

Ahora bien, ¿Cómo saber si un niño es Índigo o Cristal?
Podemos estar seguros de que, gracias a la evolución todos los niños tienen alto porcentaje de Índigo y de Cristal, debido a que ha nacido en esta época de grandes cambios, y necesita ser tratado de acuerdo a las pautas señaladas.

 

La sociedad está envejeciendo mentalmente por falta de renovación. La sociedad está atrapada en hábitos mentales obsoletos. Son los niños y jóvenes, dotados de un espíritu libre y creativo, los llamados a renovar las cosas; sin embargo, la envidia, el egoísmos y el temor a los cambios, hacen que la sociedad adulta reprima todo intento de renovación.

 

Escucha a los niños y aprende de ellos, porque ellos tienen las claves de la sociedad del futuro. Además, los niños contagian de energía, de ilusión, de creatividad, de nobleza y de alegría de vivir, cualidades que escasean en la sociedad actual.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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