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Editorial 901

 


Alegría de vivir

 

El mayor anhelo de todo ser humano es la felicidad. Todo lo que hacen los seres humanos está orientado a satisfacer sus necesidades, a evitar el dolor y a lograr la felicidad. Existe una ley fundamental de psicología, según la cual, los seres humanos tienden a buscar lo que les causa placer y a alejarse de lo que les causa angustia y dolor.

 

La alegría de vivir es un impulso natural. El cerebro humano está programado genéticamente para buscar la verdad, el bien, la paz, la libertad, el amor y la felicidad, pero esta tendencia natural es alterada por una educación errónea, que, en vez de estimular estas tendencias, necesarias para el crecimiento personal, las reprime de muchas formas, dando origen a temores, complejos y frustraciones.

 

Necesitamos recuperar la alegría de vivir para que nuestra vida tenga verdadero sentido. Una vida sin éxito y sin felicidad no tiene aliciente ni sentido.

 

La alegría de vivir es una experiencia personal que nace del yo profundo y se irradia por todo el ser. La alegría de vivir es el antídoto contra las enfermedades del cuerpo y contra las enfermedades del alma, y también contra los males de la sociedad.

 

Donde existe alegría de vivir, hay paz, salud, armonía, bienestar y progreso; por lo cual la alegría de vivir, debería ser un hábito de todos los días.

 

Cómo lograr la alegría de vivir

 

La alegría de vivir no depende del logro de cosas, no depende de la riqueza, ni del poder, ni de la fama, ni de los éxitos materiales, depende de la actitud que tenemos ante las cosas.

 

Existen personas que tienen todo lo que puede desear un ser humano, y, sin embargo, carecen de alegría, y, existen personas que sólo tienen lo mínimo para sobrevivir, y no obstante, derrochan alegría.


Todos hemos visto reportajes de países africanos, en los que reina la pobreza absoluta, y, a pesar de todo, las personas son amables y los niños nos obsequian sonrisas de alegría y felicidad.

La alegría de vivir es un producto íntimo y personal que nace del corazón y de la mente. Para tener alegría de vivir es necesario ser buena persona, tener fe en la vida, tratar bien a los demás, tener conformidad y cultivar buenas ideas y buenos sentimientos; porque, al final, somos lo que pensamos y lo que amamos.

 

Hoy sabemos que la alegría de vivir tiene alto componente biológico; pero esto no es suficiente, para ser alegre y feliz se necesita una programación mental real y concreta que inunde el cerebro de pensamientos felices y de éxitos importantes. 


La clave está en acertar en la programación correcta. Esta programación la inician los padres. Un niño que es educado con respeto y con amor, crece sano, espontáneo y sociable; tiene grabado en su mente un sentimiento de bienestar que le envía en forma constante mensajes de seguridad, de autoestima, de alegría y de motivación. El niño tenderá a ser optimista, sociable y generoso; sabrá ganarse el respeto y el apoyo de las personas, y, en consecuencia, le irá bien en la vida y será feliz.

 

La alegría de vivir debería ser el estado habitual de las personas, a pesar de los problemas. La alegría no puede depender de las circunstancias externas, ni de éxitos ocasionales, los cuales son imprevisibles y escapan a nuestro control. La alegría debe ser el resultado de una forma de ser.

 

Nuestra mente está formada por estructuras mentales, convertidas en hábitos físicos, intelectuales, afectivos, morales, etc.)  los cuales funcionan como un todo sincronizado. Cuando se activa un hábito (acción) se produce una reacción en cadena que determina una conducta. Una acción parece algo muy simple, pero es algo muy complejo que depende de muchos factores. 


La alegría es un hábito, como lo son el optimismo, la solidaridad, o bien, el pesimismo, la falta de fe, de esperanza o la mala educación. De ti depende ver la botella medio llena o medio vacía.

 

La alegría de vivir nace de dentro, de la autoestima, de la fe, de la ilusión, de la seguridad, de la paz. Está relacionada con el grado de evolución. A mayor evolución mayor felicidad. Evolución no es lo mismo que progreso. La sociedad actual ha progresado mucho, pero no se caracteriza por su alegría y felicidad. Si así fuera no existirían tantas guerras, corrupción, agresividad o indiferencia.

 

Cuando una persona es feliz por dentro, siente una plenitud inmensa y encuentra la alegría de vivir hasta en los mínimos detalles; pero, cuando una persona no es feliz por dentro, se siente vacía, y no existe nada en el mundo que pueda hacerla feliz

 

Seguramente que conoces personas que tienen buen humor, que viven siempre alegres y satisfechas. Estas personas suelen tener una mente equilibrada (buenos principios y valores, una filosofía positiva de la vida, buena relación con las personas, autoestima, etc. Lo más seguro es que tuvieron una infancia básicamente feliz. También conocerás a personas habitualmente malhumoradas. No se debe a la situación del momento, sino a una forma negativa de reaccionar, aprendida y cultivada de forma inconsciente.

 

En general, a todos nos ocurren cosas semejantes y todos tenemos razones para ser felices y para ser infelices. La diferencia está en que, unos cultivan ideas, actitudes y sentimientos positivos y otros cultivan ideas, sentimientos y actitudes negativos. Simplemente se aplica la Ley de Acción y Reacción. Las actitudes no son conductas circunstanciales, son conductas habituales generadas por las estructuras profundas del subconsciente, que es quien marca las pautas de nuestra vida.

 

Como la sociedad genera mucho desgaste y como la incertidumbre es parte de la vida, necesitamos blindar la felicidad, contra todos los imprevistos, aceptando de antemano lo que pueda ocurrir y valorando lo esencial de nuestro ser.

 

Por Ley de Atracción, la alegría llama a la alegría, de modo que, la alegría de vivir es el mejor antídoto contra todos los problemas de la vida y el mejor estímulo para el desarrollo, el éxito y la felicidad. De ti depende el desarrollo del hábito de la alegría y hacer lo que sea necesario para defender tu estado de ánimo y tu alegría de vivir.


El mejor aporte que puedes hacer a la humanidad es convertirte en un testimonio de la alegría y en ser un estímulo para que otros sigan tus pasos,  porque, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro.

 

Canción de la alegría

 

Escucha hermano la canción de la alegría 
el canto alegre del que espera 
un nuevo día. 
Ven, canta, sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos. 


Si en tu camino solo existe la tristeza 
y el llanto amargo 
de la soledad completa, 
ven, canta, sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos. 


Si es que no encuentras la alegría 
en esta tierra 
buscala hermano 
mas allá de las estrellas, 
ven canta sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos.

 

Letra y música de Miguel Ríos

 

 

 

 

 

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