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Editorial 892

 


Qué es el dinero

 

Su origen etimológico deriva del vocablo latino denarius, que era el nombre de la moneda que utilizaban los romanos.

 

El dinero cumple varias funciones:
Es un medio de intercambio, fácil de almacenar y transportar.
Es una unidad contable, permite medir y comparar el valor de productos y servicios.
Es un refugio de valor, que posibilita el ahorro.
Permite el comercio a gran escala.

 

En la actualidad, gracias a las redes, se pueden realizar transacciones de grandes cantidades con rapidez.

 

El dinero es una moneda a la que damos determinado valor en razón de lo que se puede comprar con ella. El dinero tiene un valor reconocido por la sociedad, en virtud de su poder adquisitivo; es decir, de lo que se puede comprar o adquirir con dicha moneda.


Para que el dinero tenga valor, necesita estar respaldado, de lo contrario carece de valor. En muchos países, la moneda se devalúa, debido a que su banco central disminuye las divisas (oro, joyas, dólares, etc. reconocidos como valores seguros)

 

El dinero vale mucho, en ciertas ocasiones, pero no sirve para nada en otras. Por ejemplo, ante situaciones irreversibles como las enfermedades terminales, ante la muerte, etc.


El oro que tiene mucho valor y utilidad en condiciones normales, no le sirve de nada a alguien que se perdió en la selva y lleva varios días sin agua y sin comida.

 

Leyenda

 

Cuenta una leyenda que Midas era un rey de Frigia que contaba con innumerables tesoros y riquezas en su poder. A pesar de ello, era ambicioso y siempre estaba deseando más y más y bienes materiales.


En cierta ocasión El dios Dionisio, encantado con la amabilidad de Midas le premió con cualquier cosa que éste pudiera pedir.


Midas no tardó mucho en pensar qué deseo podría solicitar. Rogó al dios que le diese la cualidad de convertir en oro todo aquello que tocase, y éste se la concedió.


Midas estaba muy feliz porque todo lo que tocaba se convertía en oro, pero su alegría desapareció cuando lo que intentaba comer se convertía en oro y cuando abrazó a sus hijos y vio cómo se transformaban en oro,...

 

El dinero es muy valioso, pues vivimos en un mundo planificado en términos económicos, y, sin dinero no podemos comprar nada, pero puede convertirse en una trampa mortal, cuando toma el control de nuestra vida.

 

Lo más importante no es acaparar dinero como garantía de seguridad y de éxito a futuro. El temor a la pobreza no se cura con dinero. Es más importante tener la capacidad de producir riqueza constantemente. La riqueza es más que dinero. El dinero es solo dinero. La riqueza es muchas cosas más, tales como salud física y mental, conocimiento, experiencia, sabiduría, amistad, autoestima, alegría de vivir, paz, armonía, plenitud y tantas otras cosas que dan sentido a la vida.

 

Es muy triste ver cómo las personas se afanan por el dinero y sacrifican su vida al logro de dinero y de cosas superfluas. Es tal la presión de la sociedad y la tiranía de las necesidades creadas, que resulta muy difícil liberarse de sus cadenas, sobre todo, porque las personas no tienen conciencia de la maraña en la que se encuentran atrapadas.


Si las personas pudieran salir de sí y observarse desde fuera, se sorprenderían de su forma de ser y de actuar, y reaccionarían de inmediato para recuperar su libertad; pero, quien ha vivido encerrado entre cuatro paredes, cree que ese es el mundo real y lo acepta sumisamente; sin embargo, si un día pudiera salir y ver este mundo maravilloso, nunca más desearía regresar a su vieja situación.

 

De forma similar, los seres humanos estamos condicionados mentalmente. Estamos encerrados en una cárcel mental cuyas paredes están hechas de ignorancia, temor, angustia, prohibiciones, sumisión,... Estas pareces son invisibles pero tan reales como las paredes físicas que encerraban al personaje del que acabamos de hablar.

 

La ignorancia, el temor, la angustia, las prohibiciones, la sumisión,... hacen que nos aboquemos al logro del dinero como único objetivo para sobrevivir, y que sacrifiquemos los años, la salud, el desarrollo, los valores, la familia, la amistad y el vivir, con el fin de acumular dinero.


Como somos "inteligentes" sabemos que el dinero no lo es todo, pero es tan profundo el temor a la pobreza y tanta la necesidad de dinero, que el mundo se mueve al ritmo de la economía. Los intereses económicos se imponen sobre los demás poderes.


Este comportamiento económico hace que los demás aspectos de la vida pasen a segundo plano y que las personas queden mutiladas en muchos aspectos (intelectual, afectivo, social, moral y espiritual)

 

Este error se para muy caro, en forma de fracaso y frustración. El fracaso y la frustración son mecanismos de supervivencia que utiliza la naturaleza. Son señales de alarma que advierten a la persona de que el camino que sigue no es el correcto y necesita rectificar. Sin embargo, son muy pocas las personas que entienden estos mensajes y tratan de rectificar. La mayoría de las personas se acostumbran a los fracasos y a las frustraciones y los aceptan como inevitables.

 

La tiranía del dinero impone sus leyes y convierte a las personas en materialistas, egoístas, ambiciosas e insensibles.

 

Necesitamos el dinero, pero existen muchas formas inteligentes de ganarlo sin sacrificar el tiempo, los valores, el desarrollo, la familia, los amigos y el placer de vivir

 

"Era tan pobre, tan pobre, que sólo tenía dinero"

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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