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Editorial 886

 


Comienza por respetarte a ti mismo

 

El auto respeto se basa en conocer quién soy, conocer mi ser eterno, mi ser espiritual.


Cuando encontramos esa sensación o sentimiento de identidad espiritual, sentimos que tenemos derecho a estar aquí, que tenemos derecho a existir, a triunfar y a ser felices. Sin la dimensión espiritual, las cosas carecen de sentido y es muy difícil tener autoestima y respetarse a sí mismo. El respeto a sí mismo y a los demás derivan de la autoestima.

 

Generalmente, basamos nuestro respeto en aspectos superficiales, como el aspecto físico, el éxito profesional, el reconocimiento de la gente, la inteligencia, el estatus social, etc. Esta identificación es superficial y nunca conseguiremos un sentimiento estable de auto-respeto, porque se trata de aspectos circunstanciales que pueden cambiar. El tiempo y las enfermedades pueden deteriorar el cuerpo y el éxito económico y profesional y el estatus social no están garantizados en un mundo castigado por la incertidumbre y las crisis permanentes. De modo que, las consecuencias de depender de la opinión de los demás y de basar el auto respeto en aspectos superficiales son: la incertidumbre, el temor y la inseguridad.

 

El auto respeto se basa en la propia dignidad. La palabra "dignidad" significa excelente, "digno". Es digno porque tiene un gran valor; por tanto, debe ser tratado con respeto. Todos los seres humanos tienen dignidad por el hecho de ser personas. Pero esta dignidad natural necesita ser desarrollada a través de la educación, de la inteligencia y de la conciencia.

 

La dignidad es un concepto muy relacionado con la autoestima. Constituye la conciencia moral de sí mismo. La dignidad es tan íntima y tan propia que nadie puede robarla. Es el patrimonio más verdadero y valioso. Es el patrimonio del alma.

 

La dignidad está más allá de la justicia y de la crítica de los hombres. Los hombres pueden juzgar nuestra conducta pero jamás nuestra dignidad.

 

Mientras mantengas en alto tu dignidad, podrás mirarte al espejo sin avergonzarte de ti mismo y podrás ir por la vida con la frente en alto aunque el mundo esté en contra de ti.

 

La dignidad como otros muchos valores es eterna y actual; jamás pasa de moda.

 

El auto respeto exige ser fiel a sí mismo, a la conciencia, a los valores.

 

La violación de las leyes y normas, la indisciplina, la irresponsabilidad y todas las conductas que atentan contra el propio desarrollo y contra el desarrollo de los demás, son formas de faltarse el respeto a sí mismo y a los demás y con ello damos pie para que los demás nos falten el respeto. Por lo cual, el auto respeto supone ser responsable y consecuente.

 

Cuando somos niños nos programan para aceptar de forma sumisa las exigencias impuestas por la sociedad. De esta forma, las personas pierden la capacidad crítica, la iniciativa y el espíritu de libertad y se convierten en víctimas fáciles de ciertas personas acostumbradas a imponer sus criterios y a utilizar a los demás.

 

La sumisión es una falta de respeto a sí mismo y una invitación para que los demás nos falten al respeto.

 

Muchas esposas creen que diciendo SÍ a todo, evitarán problemas con su esposo.

 

Muchos trabajadores creen que diciendo SÍ a todo lo que exige el jefe, éste tendrá en cuenta su fidelidad.

 

Muchos creen que diciendo SÍ a los amigos, conservarán la amistad.

Las cosas no son así.

Cuando el SÍ no está justificado, perdemos el respeto, porque nos convertimos en sumisos, cobardes y serviles.
En este caso, la esposa pierde autoridad ante su esposo; el empleado pierde autoridad ante su jefe y se pierde autoridad ante los amigos y ante quien sea, debido a que nos comportamos como personas débiles y cobardes.

Por tanto, aprende a decir NO y ganarás tu propio respeto y el respeto de los demás. Si quieres que los demás te respeten debes comenzar por respetarte a ti mismo, y, el auto respeto comienza por ser fiel a tus principios y convicciones.

 

La gente respeta y admira a quien es consecuente con sus ideas.
Cuando no te atreves a decir NO y aceptas situaciones que no deberías aceptar, afectas seriamente tu autoestima y tu dignidad y estás abonando el terreno para futuros abusos y futuros problemas.

 

Si claudicas una vez, les darás poder sobre ti; de modo que, desde un principio debes mostrar cuál es tu posición y hacer entender que no estás dispuesto a renunciar a tus derechos. Esto no significa vivir a la defensiva. Puedes ser humilde, bondadoso, comprensivo y generoso, porque estas conductas, lejos de disminuir tu personalidad la fortalecen; pero nunca debes ser débil ni tonto.

 

Si te descuidas, las personas invadirán poco a poco tu espacio físico y mental y se creerán con derecho a decidir sobre tu vida.

 

Las personas invasoras no están en China; están muy cerca de ti, pueden ser familiares, amigos o compañeros de trabajo. Te invaden con sus ideas, opiniones, actitudes...


Recuerda que, quien no te respeta, no te ama. Y quien no te ama, no te puede aportar nada bueno.

 

Cuanto mayor es nuestro auto respeto y espiritualidad, sentimos una profunda satisfacción y felicidad, debido a que en nuestra vida y en nuestro espíritu hay coherencia y armonía. Somos más auténticos, humildes, honestos y bondadosos, y también más valientes. Como es lógico, el auto respeto es garantía de éxito, independientemente de cómo funcionen los demás.

 

 

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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