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Editorial 884

 


Deja tu huella en la vida

                                 

De niño oí decir a alguien que todas las personas debían plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Yo era niño y no entendí el significado de estas palabras, pero quedaron grabadas en mi mente por alguna razón. De adulto comprendí que los árboles son la base de la vida y que los árboles no mueren porque se perpetúan a través de sus semillas. Comprendí que los seres humanos no mueren, porque tienen hijos que perpetúan la especie. Y comprendí también, que las ideas no mueren porque pasan de una mente a otra y perduran en el tiempo.

 

Nadie quiere morir, parece que la muerte es el mayor absurdo de la vida, pero la ley es la ley, y la ley establece que somos mortales y debemos morir; pero el cuerpo y el espíritu se resisten a la desintegración y a perder en un instante tantos esfuerzos que tuvieron que realizar para aprender a vivir.


La vida es tan valiosa que, hasta los presos de los campos de concentración luchaban por sobrevivir con la única esperanza de llegar a ser libres un día y poder abrazar a sus seres queridos.

 

El ser humano desea ser inmortal. "No concibe la muerte de sí mismo; sólo concibe la muerte de los demás". Desde la prehistoria ha construido tumbas, pirámides, cementerios y ha rendido culto a los muertos en un intento de eternizar la presencia de los seres queridos. Los seres queridos forman parte de uno y al morir se llevan parte de nuestro ser y de nuestra vida.

 

La vida adquiere un valor de "esencia", porque es fugaz y porque la experiencia de vivir es infinitamente maravillosa. ¿Hasta dónde podría llegar el hombre si la muerte no se cruzara en su camino? Pero la vida es así. Por eso, el ser humano debe vivir con intensidad el tiempo que le da la vida para realizar todos sus sueños.

 

La historia es testigo de que el tiempo se va, llevándose consigo todo lo que existe, pero, aunque el tiempo se va, llevándose todo lo que amamos, hay algo que no puede arrebatarnos, son los recuerdos y el afecto de los seres queridos. Tampoco puede llevarse las experiencias vividas, las ilusiones y esperanzas y las buenas obras realizadas.

 

Piensa que estás al final de tu existencia. ¿Qué desearías haber hecho en vida?


Escríbelo, grábalo en tu mente y vive de acuerdo a lo que has escrito. Si lo cumples, a medida que pasen los años habrás hecho tantas cosas importantes y maravillosas que te parecerá que has vivido una eternidad.

 

Cada persona quiere sobrevivir al tiempo y al olvido y trata de hacerlo de distintas formas: A través de la fama, de la riqueza, del poder, del conocimiento, etc. Son modos de demostrar su valía, de dejar huella en la vida y de ganarse el derecho a sobrevivir en el tiempo.

 

Hay dos formas de dejar huella en la vida: Siendo famoso y siendo una celebridad.

Famoso es el que tiene fama, buena o mala. (Nerón, Atila, Hitler y otros muchos son famosos y han dejado huella profunda de perversidad)

Célebre es el que adquiere fama por sus méritos, por sus logros. De Einstein podemos decir que es una celebridad. Lo mismo podemos decir de tantas personas buenas, sabias y virtuosas que han dejado huella, a las cuales recordamos con admiración, con respeto, con amor y agradecimiento.

 

Para dejar huella en la vida, no es necesario hacer cosas impresionantes, pero sí es necesario ser buena persona y hacer el bien.


Los seres humanos estamos acostumbrados a valorar las cosas por su magnitud o apariencia, pero en la balanza de la vida, las cosas se aprecian por su valor intrínseco; porque, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro.


De modo que, si quieres dejar huella duradera en la vida, comienza por ser la mejor persona que puedas ser, y emite vibraciones de alta intensidad que transformen la mente y el corazón de las personas con la cuales te relacionas. De esta forma trascenderás tu propia vida y vivirás en el espíritu de los demás. Es una forma de proyectarse hacia el futuro a través de miles de personas que llevarán impresa tu huella.

 

La huella que deberías dejar tras tu paso por esta vida es la huella de persona buena, amable, feliz, paciente, comprensiva, generosa y honesta. Deberías dejar esta huella, comenzando por tus seres queridos, es la mejor prueba de amor y el mejor de todos los regalos.

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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