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Editorial 883

 


Llega al corazón de las personas

 

El corazón es el símbolo de lo más grande que existe en el mundo, es el símbolo del amor, de la bondad y de la felicidad. Lo más grande que podemos decir de una persona es que tiene buen corazón. Creo que todos deseamos que digan de nosotros que somos una buena persona y que nos recuerden con amor.

 

En todas las culturas se da importancia a la inteligencia, a la riqueza y al poder, pero sobre todo, se valora el corazón. Hace más de cinco mil años los egipcios ya rendían culto a los muertos y el centro de la ceremonia lo ocupaba el corazón.


Según el Libro de los Muertos, el difunto era conducido de la mano por Anubis, "El conductor de almas". Al llegar al centro de la escena había una balanza; en un platillo se colocaba el corazón del difunto y en el otro platillo se colocaba una pluma (símbolo de la diosa Maat, que personificaba la verdad, la justicia y la armonía universal). Si los platillos quedaban en equilibrio, el difunto era considerado libre de culpa y alcanzaba la inmortalidad. Si los platillos no quedaban en equilibrio, el difunto era devorado por un cocodrilo.

 

Ahora bien, ¿Cuánto vale tu corazón?, ¿Cuál es tu capacidad para amar, para comprender, perdonar y establecer lazos sólidos? y ¿Cuál es tu grado de sensibilidad humana?

 

Los seres humanos tenemos una parte racional y una parte emocional. La razón nos ayuda a conocer las cosas, pero se trata de un conocimiento abstracto, lógico y frío, carente de emoción; mientras que la emoción nos permite sentir la vida, emocionarnos, vivir...


La emoción nos proporciona motivación y fuerza para enfrentar con éxito las presiones de la vida, para actuar con determinación y firmeza, para relacionarnos, para encontrar el sentido de la vida y para ser generosos, buenos y felices.

 

Las emociones son la fuerza que impulsa al desarrollo y a la evolución humana. Sin emoción, todo se paraliza. Toda acción humana se inicia con una emoción positiva o negativa y termina con una emoción positiva o negativa.

 

Cuando una persona actúa bajo el influjo de una emoción, posee una fuerza increíble y es capaz de realizar cosas que jamás imaginó.

 

Los seres humanos hemos sido programados con muchas carencias afectivas. De niños no vimos a nuestros padres tratarse de forma afectuosa, ni resolver sus diferencias a través de un diálogo amistoso, sin reproches, sin culpas y sin acusaciones.


Además somos hijos de una sociedad represiva que no nos enseñó a expresar nuestros sentimientos, ni a manejar las frustraciones. Hoy somos adultos pero nuestros patrones emocionales son los mismos de la infancia. Desconfiamos de los demás, somos rígidos y vivimos a la defensiva. Esta actitud complica las relaciones.


Ahora no es fácil cambiar estos patrones emocionales, pero necesitamos intentarlo si queremos sobrevivir en un mundo, cada vez más frío y más hostil.


El amor, la amistad, la comprensión,... son la mejor inversión. Es la inversión que produce más dividendos.

 

Es importante entender que las personas son como son y no van a cambiar; somos nosotros quienes tenemos que dar el primer paso y enviarles mensajes positivos, de esta forma, por ley de Acción y Reacción, mejorarán nuestras relaciones.

 

Por Ley de Acción y Reacción, cada persona se modela a sí misma y forja su carácter, su personalidad y su destino. Los sentimientos que cultivamos determinan nuestra visión de la vida, nuestra actitud ante las cosas y ante las personas y la forma de actuar. Según sean nuestros sentimientos, serán nuestras reacciones y nuestras decisiones, y, según sean nuestras decisiones, será nuestra vida.

 

Nuestra cultura es racionalista, da mucha importancia a la lógica, lo cual está bien, pero el ser humano es básicamente emocional, de modo que, lo que le impulsa a la acción y al cambio, no es la lógica ni la verdad sino la persuasión, la emoción.


La persuasión es un convencimiento interno que inclina la voluntad de la persona a actuar.

 

Podemos llegar a la inteligencia de las personas a través del razonamiento; mas, para llegar a su corazón sólo existe un camino: La persuasión, la emoción.

 

Las ideas son importantes, pero son las emociones las fuerzas que mueven al mundo y pueden llevarnos al éxito, o bien, hundirnos en el fracaso.

 

La gente tiene mucha soledad, angustia y carencia de afecto, por lo que valoran mucho a quienes les tratan con respeto y amabilidad. Cuando tratas a alguien con respecto y amabilidad, activas sus mejores sentimientos, lo que hace posible el entendimiento y la buena relación.

 

Existen muchas personas buenas, honestas y simpáticas que viven con la alegría en el rostro, con la sonrisa en los labios y con palabras de aliento. Son ángeles humanos que iluminan la vida por donde quiera que van. La gente aprecia y respeta a estas personas que cumplen con una misión muy importante en la vida.


A estas personas les va bien porque producen energía positiva que irradian generosamente y a su vez reciben energía positiva.

 

La vida es como un espejo, nos devuelve nuestra propia imagen. A cada quién le va de acuerdo a las ideas y sentimientos que cultiva, de acuerdo a las actitudes y decisiones que toma y de acuerdo a la forma en que se respeta a sí mismo y trata a los demás. Si eres bueno y dulce como la miel, todo lo bueno vendrá a ti, pero, si eres amargo, mal educado y egoísta, te irá mal, pues, además de ser tu propio enemigo, todas las personas valiosas se alejarán de ti.

 

La prisa, la competencia y el estrés pueden ir avinagrando nuestro carácter de forma progresiva, sin que nos demos cuenta. Es importante conservar un mínimo de educación, de respeto y de buen trato.

 

La relación verdaderamente humana no se produce a través de la lógica, sino a través del amor. De modo que, para lograr una buena relación, necesitamos llegar al alma de las personas, pero, como dice el poeta:
"Al alma sólo se llega
con pasos como besos
por los caminos secretos
que llevan al corazón" José María Pemán

 

Podemos conquistar muchas cosas, mas, para conquistar a las personas, sólo hay un camino: Conquistar su corazón. Ahora ya sabes que tienes qué hacer si quieres que te respeten, si quieres vender un producto, si...

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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