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Editorial 880

 


Vive cada momento como si fuera el último de tu vida

 

No es lo mismo existir que vivir. Existen las rocas pero no sienten ni aman. También hay personas que existen, pero, su vivir es tan pobre y relativo que apenas merece el nombre de vida.

 

Si bien la vida es igual para todos desde el punto de vista genético y biológico, no es igual desde el punto de vista de la evolución de la inteligencia, de la conciencia, del amor y de la felicidad.


Cada persona vive de acuerdo al nivel evolutivo en el que funciona. En realidad cada persona vive en su mundo único, en ese mundo interno que ha construido a través de sus acciones.

 

La tierra es la casa de todos, es un lugar maravilloso en el que todos los días sale el sol y el cielo se puebla de estrellas en las noches. Un lugar en el que las plantas echan raíces y florecen, los animales tienen su guarida y los humanos su casa, pero la casa es mucho más que las paredes y el techo, la casa es el hogar en el que encontramos compañía, afecto, apoyo y seguridad. La casa está donde somos felices.

 

Tu casa del pasado quedó atrás pero puedes regresar a ella cuando lo deseas y tu casa del presente es donde vives y eres feliz. Pero yendo más al fondo de las cosas, tu verdadera casa está dentro de ti. Es ese lugar íntimo donde vives, donde te encuentras contigo mismo, con tu conciencia, con tus pensamientos, con tus sentimientos, con tus ilusiones y también con tus problemas, con tus fracasos y con tus angustias. Ellos son tus compañeros inseparables de camino.

 

El mundo que nos rodea es sólo el escenario en el que transcurre nuestra existencia, pero nuestra vida transcurre en el Yo interno; por eso, donde quiera que vayas siempre estarás en el mismo lugar, porque tu verdadero lugar eres tú mismo.

 

Hoy, resulta difícil sintonizar con el propio Yo, pero es nuestra tarea ineludible, pues, como dice el poeta Rilke: "El único viaje auténtico es hacia dentro de cada uno de nosotros y es necesario afrontar y vivir las preguntas ahora, aquí, y en este momento"

 

Tenemos la experiencia de vivir en nuestro cuerpo humano, pero desconocemos a ese ser interno que lo habita. Cada uno supone que es él mismo quién vive en ese cuerpo, pero es muy poco lo que sabe de su propio Yo.

 

Muchas personas pasan toda la vida buscando su propio Yo. Ese Yo bueno que un día salió de las manos de Dios y luego se extravió en los vericuetos de la vida. La vida es un viaje hacia el encuentro del propio Yo, hacia el lugar de donde un día partimos, hacia la casa del Padre. No se trata de un camino físico, se trata de un camino espiritual en el que se avanza a través de la superación intelectual, afectiva, moral y espiritual. La tarea es ardua, pero “No importa si el viaje es largo cuando el destino es tu corazón”

 

Las personas que son libres por dentro encuentran la libertad a donde quiera que van y ls personas que no son libres, no la pueden encontrar en ninguna parte, porque la libertad sólo existe en el interior de cada persona.


El que es feliz encuentra la felicidad en todas partes y el que no es feliz, no puede encontrarla en ninguna parte. En realidad, donde quiera que vayas, siempre estarás en el mismo lugar, porque tu verdadero lugar eres tu mismo.


El que funciona bien siempre se siente bien, debido a que ese es su modo de ser natural. Esta es una forma de vivir bien cada momento.

 

Cuando somos niños nos enseñan cómo tenemos que ser, cómo debemos pensar y cómo tenemos que actuar. El problema está en que nos quitan lo mejor de nosotros, como son: La espontaneidad, la creatividad y otras muchas cualidades que constituyen la esencia de nuestro ser, de ese ser único e irrepetible que somos.

 

Tú tienes el mérito y la suerte de poder leer este tema, porque eres una persona bastante evolucionada, de lo contrario no te habrías molestado en leerlo. Eres bastante auténtico, y, este es tu mayor éxito y tu mayor premio en esta vida. Tal vez no te das cuenta de ello, porque te resulta normal, pero no es así, es el resultado de una buena herencia educativa y de un esfuerzo mantenido. Agradece a Dios y a la vida, porque no sabes lo que tienes. Trata de ser cada día más auténtico y evita que la alienación entre en tu vida.

 

Deberíamos comenzar por tomar conciencia de que somos pequeños dioses dotados de inteligencia, conciencia y libertad. No somos eternos, la vida sólo nos da unos años para convertir nuestros sueños en realidad; por lo cual, no deberíamos perder el tiempo en cosas superfluas, sino abocarnos a nuestro propio desarrollo y al logro de objetivos por los cuales vale la pena vivir y luchar, de modo que nuestra vida tenga sentido y plenitud.

 

Vive cada momento, significa:

 

Desarrolla tus poderes lo más que puedas, porque tu grado de evolución determina el valor de tu vida, de tu éxito y de tu felicidad.


Simplifica tu vida. Céntrate en lo importante de las cosas y no pierdas tiempo en cosas superfluas.
Toma conciencia del tiempo que pasa y disfruta de lo que haces.


Agradece constantemente. Es una forma de tomar conciencia de todo lo bueno que te ha dado la vida y de disfrutarlo todos los días.


Libérate de la presión de la sociedad y vive a tu ritmo; sin prisa, pero mentalmente activo, creativo y productivo.


Sé feliz, apreciar lo maravilloso que es el hecho de vivir y disfrutar de todo.

 

Vive cada momento como si fuera el último de tu vida

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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