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Editorial 857

 


Resiste


Existen personas más luchadoras que otras. Las razones son muchas (estímulos intelectuales, afectivos, etc. recibidos a través de la educación familiar y de la influencia de la sociedad) Las experiencias de éxito y fracaso, las oportunidades que hemos tenido, el uso del libre albedrío, la actitud personal y las decisiones tomadas. Cada uno de estos factores puede ser determinante.


Lo importante es entender que, quienes siguen la Ley del Mínimo Esfuerzo, triunfan y quienes se apartan de ella, fracasan. Lo expuesto aparenta ser una invitación a la pereza y a la irresponsabilidad, pero no es así. Es una invitación a funcionar de forma inteligente, a capacitarse, a ser eficaces y a ser eficaces. No se trata de trabajar como bestias ni de estudiar como tontos.

El esfuerzo y la voluntad sólo tienen utilidad cuando se aplican de forma correcta y efectiva.


Si los alumnos activaran su mente y aprendieran buenas técnicas de lectura y de aprendizaje, el estudio les resultaría fácil, agradable y rápido. Podrían aprender en un mes lo que aprenden en un año. Esto es aplicar la Ley del Mínimo Esfuerzo.


Si la sociedad funcionara de forma sincronizada, respetando los valores de honestidad, justicia y responsabilidad, la tierra sería un paraíso. Esto es aplicar la Ley del Mínimo Esfuerzo.


La Ley del Mínimo Esfuerzo enseña a minimizar los gastos, a no perder el tiempo en cosas superfluas, a evitar invertir el amor y la amistad en personas que no lo merecen. Enseña a alejarse de las personas conflictivas, a no quejarse, ni criticar, ni compadecerse de sí mismo, porque son formas de perder tiempo y energía.


Enseña a prever y planificar y a crear las condiciones mentales para que nuestra vida fluya correctamente. En definitiva, nos enseña a ser libres y a tomar el control de nuestra vida.


La Ley del Mínimo Esfuerzo se identifica con la Ley de la Máxima Eficacia. Lo cual significa que, cuanto más capacitados estemos, más fluida será nuestra mente y nuestra vida, más fácil nos resultarán las cosas y más éxitos obtendremos. No malgastes tu tiempo ni tu vida como hace la mayoría de la gente.

Es fundamental el ejercicio constante para mantenerse en perfecto estado de funcionamiento. La falta de entrenamiento hace que la mente se relaje, que se debiliten los reflejos mentales y que se imponga la ley del olvido. Por esta razón, cuando los deportistas o profesionales dejan por un tiempo largo sus actividades habituales, necesitan bastante tiempo y entrenamiento para recuperar su antiguo nivel de eficacia. De aquí la importancia de mantenerse activo y de realizar habitualmente ciertas rutinas, para evitar que se imponga la Ley de Entropia o tendencia al deterioro que sufren las cosas cuando no funcionan.


Los seres humanos hemos tenido que realizar muchos esfuerzos para aprender ciertos hábitos (leer, pensar, trabajar, etc) para ahora dejar que se deterioren por falta de interés.


La vida es dinámica y fluye sin deternerse, lo que indica que no podemos detenernos nunca. Tampoco estamos obligados a vivir bajo presión, como vive la mayoría de la gente, pues, el cuerpo y la mente tienen unos límites de resistencia, por lo cual debemos aprender a dosificar tanto la energía física como la energía mental.


Es fundamental aprovechar los momentos de energía para realizar actividades que exigen mayor esfuerzo y concentración, y tomarnos las cosas con calma cuando sintamos cansancio.


Muchas personas viven habitualmente cansadas, lo cual les impide ser eficaces; necesitan encontrar la forma de recuperar la energía y la motivación.


Una de las mayores causas de cansancio e ineficacia son los problemas de tipo emocional (angustia, temores, fustraciones, malas relaciones, etc.) Se supone que gastamos más del 70% de nuestra energía en controlar la angustia y las preocupaciones; por lo cual, una forma de no bajar la guardia consiste en controlar las emociones y conservar la paz interior, para lo cual es importante tener una actitud positiva y manejar con inteligencia los aspectos importantes de nuestra vida.


El cerebro sólo se mantiene activo mientras existen objetivos importantes por los cuales vale la pena vivir y luchar; por tanto, es fundamental tener proyectos y retos que nos estimulen constantemente al desarrollo y a la renovación. Se trata de ser personas emprendedoras y creativas. Las personas emprendedoras y creativas producen gran cantidad de energía mental, la cual les permite trabajar de forma constante e intensa.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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