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Editorial 839

 


El mito de la computadora escolar

 

Un estudio realizado en Europa por la Royal Economic Society señala que los estudiantes que usan menos la computadora, tienen mejor rendimiento escolar.


Existen numerosos estudios que indican que el uso de la computadora reduce notoriamente el rendimiento escolar en matemáticas y lectura. De modo que “no hay evidencia que vincule la tecnológica de la computación con el aprendizaje auto dirigido ni que exista garantía de un buen resultado escolar”. Así que, quienes creen que usando las computadoras los alumnos van a mejorar su aprendizaje escolar y que además se va a cerrar la “brecha digital” entre ricos y pobres, tienen que revisar bien sus fundamentos.


La alternativa está en manos de buenos maestros. Solamente si la tecnología está a cargo de maestros capacitados y de calidad, podrán sacarle provecho, tal cual ocurría con las tecnologías primitivas, desde antes de que existiese el lápiz y el papel.


La educación es un proceso muy complejo que va más allá de la computadora y del aprendizaje mecánico. La verdadera educación es una trasferencia personal de profesores a alumnos, no sólo de conocimientos sino de motivaciones, experiencia, valores, claves, criterios, etc. Algo que la computadora nunca podrá transmitir.


Creo que el problema no está en el uso de la computadora sino en el mal uso que se hace de ella y en tener expectativas exageradas acerca de sus beneficios.


La computadora es sólo una herramienta, así como el pincel es sólo una herramienta para pintar, pero no es suficiente con tener un buen pincel para consagrarse como pintor.


La computadora puede ayudar a a automatizar ciertos aprendizajes y a ser más fluidos en ciertos procesos; pero no puede enseñar a leer, pensar, interpretar, seleccionar, abstraer, simplificar, aprender, definir, ni crear desde el punto de vista humano. Por tanto, resulta ingenuo pensar que un alumno tiene garantizado el éxito escolar por el solo hecho de manejar la computadora, pero, si además sabe leer y pensar, tiene más posibilidades de triunfar que otros alumnos inexpertos en computación.


En Venezuela más 2,1 millones de niños de clase humilde tienen computadora y se espera llegar esta año a 2.6 millones; sin embargo, el nivel de educación no mejora. Lo que necesitan los niños no son computadoras sino mejores maestros, mejores programas y mejores escuelas.


No es entregando un balón de fútbol a cada niño como lograremos grandes futbolistas, sino con buenos entrenadores que les enseñen a jugar fútbol de forma técnica y con disciplina.

La tecnología (tecno = destreza y logos = estudio) ha ayudado a través de los siglos a inventar formas más prácticas e inteligentes de resolver las cosas. Todo avance técnico es positivo, pues ayuda a incrementar la eficacia en el trabajo, en el estudio y en cualquier otra actividad humana. Por tanto, la computadora es un instrumento auxiliar que puede ayudar al aprendizaje, si se utiliza de forma conveniente, pero nunca podrá reemplazar al profesor.


Los dos problemas más serios que pueden derivarse del uso de la computadora escolar son:
1. Que los profesores se desentiendan de los alumnos con el pretexto de que cuentan con la computadora.
2. Que los alumnos se conviertan en seres automatizados, rígidos, egoístas, poco sociables, etc.


La computadora es una herramienta poderosa para quienes saben leer, pensar, comprender y crear, pero es de poca utilidad para quienes no saben pensar. Del mismo modo que internet abre un mundo de posibilidades a quienes saben pensar e investigar pero es una selva en la que se pierden los que no son baquianos del pensamiento.


El uso de la computadora escolar supone un cambio importante. Todo cambio genera temores, dudas y resistencia. La computadora significa un adelanto extraordinario. Gracias a ella el hombre llegó a la luna en julio de 1969. El Proyecto Apolo supuso millones de operaciones que la computadora realizó con rapidez y exactitud y gracias a la computadora hemos progresado en cuarenta años más que en toda la historia humana, de modo que, resulta ilógico pensar que la computadora puede ser un obstáculo para el aprendizaje. El problema no es la computadora sino la forma inadecuada de enseñar y la forma inadecuada de utilizar la computadora.


En un futuro próximo, quienes no sepan utilizar la computadora ni viajar por internet, quedarán marginados de la cultura y de la vida social.


La computadora es sólo un vehículo para que fluya el pensamiento, pero sin ese vehículo el pensamiento estará condenado a viajar a la velocidad del burro.


En épocas pasadas las personas tenían que procesar pocas cosas y contaban con todo el tiempo del mundo para ello, pero hoy vivimos en un mundo dinámico y cambiante. La información fluye a gran velocidad y el cerebro humano necesita aprender a percibir sólo lo esencia l y a procesarlo con rapidez y precisión.


La velocidad lleva directamente a lo importante de las cosas. Lo importante tiene sentido por lo cual resulta fácil comprenderlo.


La velocidad induce al cerebro a funcionar en estado Alfa, lo cual facilita la a asimilación rápida de los hechos, debido a que participan en el aprendizaje los dos hemisferios cerebrales; el hemisferio izquierdo (lógico y racional) y el hemisferio derecho (creativo y asociativo)


La velocidad de la que hablamos, no tiene nada que ver con la prisa. Se trata de un proceso mental natural que todos podemos desarrollar.


La lentitud mental es un obstáculo añadido para triunfar en la vida. La lentitud hace que las personas presten atención a cosas superfluas y tengan dificultad para distinguir lo importante.


Las personas que desarrollan velocidad, ritmo y control mental, son tranquilas, seguras y relajadas, porque sienten que poseen el poder de pensar, de crear y de resolver con rapidez y eficacia.


En este sentido, la computadora es un auxiliar indispensable en casi todas las actividades humanas. El asunto es no olvidar la importancia que tiene el desarrollo de los procesos mentales superiores (leer, comprender, abstraer, simplificar, definir, crear, etc.) sin los cuales, la computadora carece de utilidad.




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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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