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Editorial 830

 


Controla tu diálogo interior

 

La dimensión de nuestra vida es inmensa y profunda y se desarrolla a nivel inconsciente. Los seres humanos sólo tenemos conciencia de una pequeña parte de nuestra vida.


El cerebro no descansa de día ni de noche. Trabaja a nivel consciente , a nive subconsciente y a nivel inconsciente.


El nivel consciente es el más externo, de cuyos procesos nos damos cuenta.


El nivel subconsciente, como lo indica la palabra está debajo del consciente, apenas tenemos algunos atisbos de los fenómenos que se producen en él.


El nivel inconsciente es la parte profunda de la mente, en él residen las fuerzas instintivas y vitales que dinamizan la vida de las personas.


Los seres humanos hemos evolucionado y tenemos una fachada de personas civilizadas, pero seguimos siendo animales con fuertes impulsos instintivos. Gracias a la evolución tenemos una mente desarrollada, formada por principios y valores, aprendidos a través de la educación, los cuales nos ayudan a controlar los instintos y a comportarnos de forma civilizada, pero en el fondo de la mente humana existe una parte oscura, animal, instintiva y pasional que puede hacernos malas jugadas.


Sabemos que en la mente de cada ser humano se libra una batalla feroz entre los distintos contenidos que habitan en ella. Así como los seres vivos luchan en la naturaleza para sobrevivir e imponerse a los demás, así los instintos y las pasiones luchan por imponerse a los principios y valores adquiridos a través de la educación. En esta lucha sin cuartel las personas se ven obligadas a invertir casi el 70% de su energía mental para controlar los impulsos instintivos y los temores procedentes del inconsciente.

Lo ideal es llegar a una situación de equilibrio en la cual la tensión interna se reduzca al mínimo.

 

Esta situación de equilibrio se logra cuando las personas son bien educadas, cuando crecen con buena autoestima, capacidad, valores y criterios; cuando obtienen éxitos suficientes en distintos aspectos de la vida y cuando aprenden a manejar las emociones y las frustraciones.


Cuando las personas no son bien programadas, cuando su autoestima es baja, cuando obtienen pocos éxitos en la vida, cuando sienten amenazada su seguridad y cuando no saben manejar las frustraciones, entonces, crece la tensión interna y puede "estallar la olla" puede colapsar la salud mental y la vida de las personas.


Podemos observar que hay personas que viven en paz, debido a que controlan la parte instintiva y violenta de su mente y hay personas que viven angustiadas y atormentadas, debido a que no pueden controlar los impulsos negativos de su mente.


Debemos estar conscientes de que las buenas ideas, los sentimientos nobles, el lenguaje positivo, las buenas intenciones y las acciones correctas, son medicina y salud para la mente, así como las actitudes negativas son veneno que nos destruye de forma lenta pero profunda.


Todas las personas tenemos una mente similar con contenidos propios de la especie humana; sin embargo, cada persona es única, con contenidos y vivencias muy personales (ideas, sentimientos, valores,...)


El cerebro no descansa de día ni de noche, controlando los procesos biológicos y mentales. Los seres humanos también vivimos hablando constantemente a nivel interno. Se trata de una actividad interna inconsciente que hacemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Todo lo que nos llega a través de los sentidos lo procesamos por medio de un lenguaje interno. Algunos de estos contenidos los expresamos cuando hablamos u opinamos.


Lo cierto es que las personas viven en un diálogo interno constante con los instintos, con la conciencia, con los valores, con la experiencia, etc. analizando los pros y los contras y justificando sus decisiones. El diálogo de cada persona es la expresión de su personalidad. Una persona que piensa todos los días en problemas económicos, familiares, etc. lo único que logra es atraer a su mente todos los pensamientos negativos que se relacionan con sus problemas, los cuales le hacen ver las cosas cada vez más complicadas. Esta percepción genera mucha angustia, produce un gasto inmenso de energía mental y biológica e inhibe la fe y la creatividad, con lo cual no encuentra salida.


Por el contrario, una persona que piensa en soluciones y no se detiene en problemas, hace que el cerebro comience a buscar en el “disco duro” de la mente, información útil para lograr sus objetivos. De forma progresiva, la persona comienza a ver una luz en la distancia. Poco a poco se van asociando y organizando las ideas en la mente hasta que llega el momento “Eureka”, encontré la solución.


Conclusiones


Piensa en soluciones. Sé asertivo. La asertividad no es sólo una actitud mental, es una forma activa de vivir, de esforzarse, de capacitarse, de resolver las cosas, en vez de esperar que éstas cambien.


Toda acción genera una reacción. Cada día recibimos numerosos estímulos negativos procedentes de la sociedad, y lo natural es que reaccionemos de forma negativa, con lo cual entramos en un juego peligroso, y, si nos descuidamos, llegaremos a ser parte de la violencia que afecta a la sociedad.


Lo que más nos afecta no son las cosas que nos ocurren sino la forma en que reaccionamos ante ellas. Los seres humanos somos inteligentes y podemos manejar las situaciones, podemos pensar antes de actuar, y podemos controlar las emociones. Por esta razón somos responsables.


Para tener control sobre nuestra vida, necesitamos adquirir una visión positiva de la vida y de las personas y controlar el diálogo interno. Si nos dejamos llevar por el egoísmo, la envidia, el resentimiento, el temor y la angustia, viviremos maquinando la forma de engañar y de hacer daño a los demás, sin darnos cuenta de que los efectos negativos que producimos recaerán en primer lugar sobre nosotros.


Existe una contaminación mental proveniente de la sociedad, pero la mayor contaminación es la que cada persona se causa a sí misma a través de su forma de pensar envidiosa, frustrada, crítica y resentida. Cada vez que las personas piensan de forma negativa, se autosugestionan e incrementan su negatividad. De aquí la importancia de pensar siempre en positivo y de cancelar las conversaciones internas negativas, y también las conversaciones externas, cuando nos sorprendamos hablando mal de la gente o de la vida.


Existe mucha mentira, injusticia y corrupción, pero no somos quienes para juzgar a nadie. Nosotros podríamos estar en el lugar de quienes adversamos, por lo cual, lo mejor es ser magnánimos y comprensivos.

"Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras, porque se volverán acciones.
Cuida tus acciones, porque se volverán costumbre.
Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque forjará tu destino" Gandhi



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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