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Editorial 827

 


Cómo lograr que te respete la gente

 

No podemos exigir que las personas nos amen, porque el amor es un sentimiento libre que depende de la decisión personal. Un general puede lograr la obediencia de un ejército entero, pero no puede lograr que ni siquiera un soldado le ame a no ser que el soldado así lo decida. "El amor ni se compra ni se vende"


Sin embargo, sí podemos lograr que las personas nos respeten, porque el respeto que nos tengan depende de nosotros.


Según la ley de vibración todo lo que sentimos y pensamos se expresa a través de vibraciones y se expande en todas direcciones, influyendo para bien o para mal en uno mismo y en los demás.


Los seres se relacionan y se asocian de acuerdo a sus vibraciones; es decir, de acuerdo a su forma de pensar, de sentir y de actuar.


En la prehistoria se imponía la fuerza, hoy se impone la inteligencia, la actitud, la personalidad. La vida siempre ha sido y será competencia, debido a que la competencia es la fuerza que impulsa el desarrollo y la evolución; por tanto, la competencia es positiva. El problema surge cuando las personas no están capacitadas para lograr sus objetivos y son víctimas de la frustración.


Para lograr que te respeten, debes ser respetable. El respeto comienza por uno mismo.


La primera forma de auto respeto consiste en superarse, en ser honesto, responsable, inteligente, buena persona, cultivar una buena actitud y personalidad. Esta forma de ser irradia una vibración poderosa que protege nuestro espacio físico y mental de la rapacidad y de la agresividad de las personas. Sin embargo, no es fácil lograr el respeto de los demás, debido a que vivimos en una sociedad con fallas serias en lo que respecta a educación y valores.

Tenemos un concepto erróneo de la competencia que lo aplicamos en todos los aspectos de la vida. Desde niños nos enseñan a competir con los demás, en vez de enseñarnos a competir con nosotros mismos por saber más, por tener más autoestima, por ser mejores personas y más felices.


Este concepto de la competencia nos hace vulnerables, inseguros, envidiosos, y egoístas, porque siempre habrá alguien que nos puede ganar.


¡Qué distinta sería la vida si nos ocupásemos en superarnos a nosotros mismos, sin preocuparnos por lo que hacen o dejan de hacer los demás!


La clave para lograr todo lo que te propongas en la vida y lograr que la gente te respete, consiste en ponerte a valer. La vida es una lucha de fuerzas (físicas, económicas, intelectuales, emocionales, morales, sociales, políticas, militares, etc.) Las fuerzas más poderosas toman el control y marcan la pauta.


A nivel personal ocurre lo mismo. En nuestra mente existe una lucha a nivel inconsciente entre los contenidos positivos (autoestima, motivación, valores, ideas, etc.) y los contenidos negativos (temores, envidia, egoísmo, etc.) Al final, los contenidos que tienen más poder toman el control de nuestra vida y determinan nuestro comportamiento, y, en consecuencia, nuestro destino. Nosotros creemos que nuestras conductas dependen de las decisiones que tomamos conscientemente en cada momento, pero no es así; dependen de las programaciones internas que hemos construido a lo largo de los años. Por esta razón, casi siempre actuamos de la misma forma y nos resulta difícil cambiar.


Tu voz y tu expresión corporal dejan al descubierto tu poder. Cuando hablas, lo primero que oyes es la vibración de tu voz. Si tu palabra es débil e insegura, transmite el mensaje de que vales poco. Por el contrario, si tu palabra es clara, consistente, fluida, y vibrante, transmite el mensaje de que eres un triunfador. Corno ves, tu voz puede ser tu peor enemigo o tu mejor aliado. Algo similar ocurre con la mirada, los gestos y movimiento del cuerpo; por lo cual, para que te escuchen, te respeten y te tomen en cuenta, necesitas ponerte a valer en muchos aspectos. Nadie respeta lo que no vale. La carencia de desarrollo es una falta de auto respeto.


Las personas emiten vibraciones de acuerdo a tu estado de ánimo. A través de las vibraciones expresan lo que son (autoestima, convicciones, capacidad y felicidad, o bien, complejos, temores y frustraciones) Como vivimos en una sociedad de competencia no podemos dar señales de debilidad, de aquí la importancia de trabajar constantemente en el desarrollo de una personalidad valiosa.


Si sientes que la gente te respeta, se debe a que funcionas a buen nivel; en caso contrario, no busques culpables. Revisa en qué estás fallando. Sin embargo, existen personas acostumbradas a atropellar los derechos de los demás. En estos casos necesitas poner a funcionar tus mejores recursos, y en algunos casos es mejor retirarse de la pelea, siguiendo el refrán: "Al loco y al viento, déjalos pasar"


"No discutas con un loco, porque la gente te puede confundir" Einstein


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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