Editoriales

Editorial 825

 


El fin justifica los medios


Analiza lo que dicen y hacen las personas, porque existen muchas ideas y conductas erróneas con apariencia de bien, que se han instalado en la mente de las personas y en las costumbres de la sociedad. En apariencia son inocuas, sin embargo, son las premisas que conducen a la corrupción.
Existen muchas clases de falacias , de engaño, fraude o mentira, en los negocios, en la política, en las relaciones humanas, en los medios de comunicación, etc.


Cuando se acepta como válida una idea o premisa falsa, todo lo que viene a continuación está viciado de falsedad y las consecuencias serán negativas. De modo que, antes de comprometerte en algo, analiza si es lógico, justo y oportuno, pues, de lo contrario serás víctima de un engaño.


"El fin justifica los medios" ? Maquiavelo

Nada justifica los malos tratos, la corrupción, la traición o la muerte.


"En la guerra y en el amor, todo está permitido"


Los seres humanos tienen derechos y dignidad que no pueden ser ultrajados ni siquiera en nombre del amor o de la justicia, porque entonces, dejarían de ser amor y justicia, pues su valor se basa en el respeto a las personas.


“La religión es el opio del pueblo” ? Marx

Las religiones tienen sus defectos, porque están dirigidas por seres humanos, pero son las únicas instituciones que han sobrevivido más de dos mil años y han luchado siempre en defensa de la vida y de los derechos humanos, y, si no fuera por los valores que han inculcado en la conciencia de las personas, hoy viviríamos como bárbaros. Los valores son la muralla que separa la barbarie de la civilización.


“El infierno son los otros” ? Sartre, existencialista


“La propiedad es la fuente de la violencia” ? Rousseau

No es cierto. El ser humano, como cualquier animal, tiene el sentido de la territorialidad y de propiedad. El problema surge por la ambición de unos y por la pereza de otros.


"Cada persona tiene derecho a hacer con su vida lo que quiere" ?
Somos libres y podemos utilizar el libre albedrío como nos plazca. Pero también somos responsables de la salud del cuerpo y del desarrollo personal, además tenemos un deber con la sociedad a la que nos debemos y de la que hemos recibido todo lo que somos (alimentación, conocimientos, afecto,...) Nadie ha nacido para ser el fin de sí mismo.


Existen infinidad de ideas falsas que utilizamos todos los días en nuestras conversaciones y en los medios de comunicación. Estas ideas dan origen a conductas erróneas que al final terminan en fracaso y frustración. De aquí la importancia de adquirir criterios claros sobre los aspectos importantes de la vida, tales como el valor del estudio, del trabajo, de la familia, del matrimonio, de la amistad, de la honestidad, etc. porque al final, así como piensas, así actúas y así te va en la vida.


La tendencia natural del ser humano es justificar lo que hace. Es una forma de "vivir en paz" con la conciencia. El asunto es que "sólo la verdad nos hará libres" por lo que, justificar lo injustificable es una forma de auto engaño y de falsificar la realidad. Esta actitud siempre genera consecuencias negativas.


El universo funciona de acuerdo a leyes que garantizan el orden del cosmos y la supervivencia de las especies. El instinto animal, innato y heredado, dirige con perfección absoluta el comportamiento de los animales. Pero el hombre nace libre. La libertad es un riesgo y también una oportunidad para llegar a ser más humano y poder pensar, amar y crear libre y conscientemente y de esta forma, tener acceso al desarrollo. El hombre es siempre responsable, porque en última instancia es libre para decidir por encima de todos los condicionantes externos.


Pero hoy vivimos en los albores del siglo XXI y resulta anacrónico hablar de ética y de moral a una sociedad materialista que persigue el éxito a costa de lo que sea y que cree que "El fin justifica los medios". Sin embargo, la ética nace de la misma naturaleza; es tan antigua como el hombre y tan moderna como si acabara de estrenarse. La ética no perdona, ni excusa, ni exime.


La historia humana y la vida de cada persona es una lucha sin tregua entre el bien y el mal, encarnados en las personas. En cada persona existe una parte oscura, regida por los instintos y existe una parte de luz, regida por mecanismos de desarrollo que nos impulsa a la búsqueda de la verdad y del bien.


Cuando las personas son dominadas por los instintos, tienden a justificar la mentira, los vicios, la corrupción, la violencia, la guerra y la muerte, y, cuando su vida está regida por valores, tienden a rechazar el mal y a justificar la verdad y el bien.


En esta lucha influye mucho la educación recibida, pero, sobre todo, la decisión personal. Como dice el filósofo Ortega y Gasset: "El ser humano está condenado a ser libre, y, por tanto, a ser responsable"


Cada persona decide ser ética o no, luego se producen las consecuencias de forma automática. Muchas consecuencias se producen al poco tiempo, otras se hacen efectivas después de muchos años. Hoy, todos estamos pagando las consecuencias de errores que cometimos hace años y dentro de unos años pagaremos las consecuencias de los errores cometidos en la actualidad.


Vivimos en una sociedad que tiene un barniz de cultura, pero en el fondo es muy ignorante y débil desde el punto de vista moral. Se pliega fácilmente a las ofertas de placer y libertad que le brinda la sociedad sin medir las consecuencias de sus actos.


Si quieres "sobrevivir" y triunfar, necesitas diseñar tu proyecto de vida y definir con exactitud cuál es la verdad y el bien, de modo que no te ocurra como a tantas personas que luchan durante toda tu vida por objetivos que creían importantes y al final sólo les queda cansancio y frustración.


En la actualidad existen numerosa falacias (ideas, planes educativos, políticos económicos y sociales) que son utilizados para engañar, reprimir, explotar, controlar y destruir a personas y países en nombre de la justicia, del progreso y de la libertad.


Los fanatismos, los genocidios y toda una serie de aberraciones, se inician a partir de una idea idea errónea que se nutre del odio, de la envidia, del resentimiento y de la frustración de las personas.


La experiencia y la historia nos enseñan que las personas y las sociedades se desarrollan mientras son impulsadas por principios, valores e ideales y degeneran cuando se debilitan sus estructuras morales.


Muchas personas se acostumbran a vivir del engaño y terminan por quedar atrapadas en su propia trampa.


Observa, analiza, busca la lógica de las cosas y utiliza el sentido común.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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