1148 temas de desarrollo personal
La finalidad de estos temas es adquirir informaci¨®n clara y seria sobre aspectos importantes de la vida.
Los criterios claros incrementan la autoestima, la creatividad y la capacidad para tomar decisiones eficaces.
Editorial 811
Importancia de la familia para la supervivencia
Somos la especie que tiene la organización social más compleja y eficaz de todas. Nuestro éxito y dominio no provienen de la inteligencia o capacidades de cada individuo en particular sino de la coordinación y de la colaboración que se ha dado entre los miembros de la especie.
Cada logro de nuestra especie ha sido alcanzado cuando la estructura social estaba preparada para ello. Por ejemplo: Para realizar el Proyecto Apolo que llevó al hombre hasta la luna, no se debió a un individuo muy inteligente sino a miles de personas capaces que unieron su experiencia.
En nuestra especie, nada importante es fruto del individuo, sino de la organización social. Esta es nuestra fuerza frente a las demás especies. En definitiva, nuestra evolución social precede y es el motor de todas nuestras creaciones como especie.
A veces surgen sabios y genios que crean cosas impresionantes, pero su capacidad mental es producto de la evolución alcanzada por la sociedad.
Nuestro origen no fue nada esplendoroso. La especie humana tuvo que luchar contra muchas penurias y dificultades extremas. Tuvo que aprender a organizarse y funcionar en equipo para defenderse, lograr alimento y sobrevivir. En un mundo hostil y poblado de fieras, sólo las especies que lograron adaptarse a situaciones adversas lograron sobrevivir y éste fue el caso afortunado de nuestros antepasados los chimpancés.
¿De qué le podrÃa servir a un chimpancé el caminar erguido y todas las herramientas frente a un león o a una jaurÃa de perros salvajes?
¿Por qué ha sobrevivido la especie humana?
Fue el desarrollo de la estructura familiar lo que le permitió protegerse de los depredadores. Una familia de chimpancés podÃa recolectar en el suelo y uno o varios individuos encaramados en lo más alto de algunos árboles cercanos, podÃa vigilar y prevenir de cualquier ataque. Ante la más mÃnima sospecha del acercamiento de un depredador, los observadores podÃan avisar a los miembros recolectores y estos tener tiempo suficiente para ponerse a salvo, encaramándose a los árboles. Esta estrategia es más que verosÃmil y, en cualquier caso, eficaz. Es la misma estrategia que observamos hoy en las especies animales.
Los grupos familiares que eran capaces de establecer un grado más alto de cooperación adquirÃan una ventaja frente a los demás y aumentaban sus probabilidades de supervivencia. Empezó, asÃ, una carrera de organización social que aún hoy sigue activa. Cada familia, grupo, comunidad, cultura, nación, etc. Sobrevive o se extingue en función de sus habilidades de cooperación.
Fue el desarrollo familiar lo que salvó a nuestros antepasados de la extinción y les dio las riendas de nuestra evolución. Desde entonces, las familias, los grupos, las asociaciones, las organizaciones, las empresas y los estados tienen más o menos éxito según sea su capacidad de organización y de cooperación. Cuando los pueblos entran en crisis oÃmos slogans polÃticos "El pueblo unido jamás será vencido" Es el grito ancestral de supervivencia que llama a la unidad.
Nuestro desarrollo social no está guiado por nuestros genes sino por nuestro cerebro. Los mecanismos de organización social se transmiten de una generación a la siguiente mediante el lenguaje y no mediante la reproducción sexual (genética). Es decir, es una transmisión directa de cerebro a cerebro a través del lenguaje y de la educación.
A cada nuevo avance en el grado de organización familiar le seguÃan uno o varios logros culturales y tecnológicos. Nuevas herramientas, nuevos conocimientos, nuevas habilidades. En forma progresiva se desarrolló el lenguaje, la inteligencia, el arte, la religión... Estos avances a su vez permitÃan nuevos avances en la organización familiar y en la educación de las futuras generaciones
Los grupos familiares fueron creciendo más allá de la familia y aparecieron las tribus. Después aparecieron las ciudades y los Estados. Luego la unión de paÃses y finalmente la globalización.
La familia ha sido el grupo de supervivencia principal de la especie humana hasta hace dos siglos.
Ahora bien, a lo largo de este tiempo, nuestro modo de vivir en familia ha evolucionado. Y como cualquier otra forma de vida, su evolución está causada por cambios en las condiciones de vida. Por lo tanto, para comprender la actual crisis familiar es imprescindible identificar las nuevas presiones selectivas que obligan a tales cambios.
Nuestro sistema familiar de referencia es el agrÃcola, es decir, el formado alrededor de una pareja procreadora principal (que tenÃa la propiedad de la tierra). Además de los hijos, convivÃan otros miembros familiares (abuelos, tÃos, primos, hermanos, cuñados, nietos, sobrinos, etc.). Decimos que este es nuestro grupo familiar de referencia porque ha sido la forma dominante durante los últimos 10.000 años; es decir, durante el NeolÃtico o periodo agrÃcola. Y es sólo en las recientes décadas que asistimos a un resquebrajamiento de esta estructura familiar
Esta estructura familiar agrÃcola fue el resultado de una selección natural estricta que se impuso de generación en generación, de modo que sólo aquellas familias capaces de establecer determinadas formas de cooperación y convivencia sobrevivÃan.
Las condiciones de la vida agrÃcola eran extremadamente duras. El lector sólo tiene que hacer el esfuerzo de imaginar cómo era la vida cotidiana de sus antepasados en el siglo XII. Todos hemos visto pelÃculas que recrean la vida de hace siglos. El trabajo era durÃsimo y las probabilidades de supervivencia escasas. De varios niños que nacÃan, la mayorÃa morÃa a causa de distintas enfermedades. La economÃa era elemental, sólo se comÃa aquello que se era capaz de extraer de la tierra. No habÃa médicos, medicinas, escuelas, ambulancias, policÃas, jueces, maquinaria, electrodomésticos, agua corriente, luz..., nada de nada de lo que hoy disfrutamos. Asà pues, el único modo de sobrevivir era viviendo en el seno de una familia, lo más extensa y cohesionada posible, que permitÃa aunar esfuerzos.
Esta selección rigurosa fue fortaleciendo el modelo familiar que todos conocemos y que sigue vigente en nuestra mente. El sistema familiar fue creciendo en valores, creencias, normas y también en prejuicios y mitos Este es el modelo de familia que hemos heredado de nuestros antepasados. Todos sabemos cómo debe ser una familia, qué normas y valores deben presidirla y conducirla. Qué es lo que está bien y lo que está mal. Y asà intentamos formar nuestra propia familia, aunque el intento no nos salga como esperábamos.
La raÃz de la crisis de la familia se debe a los grandes cambios que se están produciendo desde hace más de 250 años, es decir, desde la "Revolución Industrial".
El inmenso poder que la "Revolución Industrial" ha cambiando la faz de la Tierra y nos obliga a evolucionar para seguir sobreviviendo.
Los biólogos saben de la gravedad del problema que afecta a miles y miles de especies botánicas y animales, muchas de las cuales ya se han extinguido y otras muchas más se extinguirán inevitablemente en los próximos decenios.
La llamada "crisis" de la familia hay que enmarcarla dentro de un proceso general de transformación radical de la tierra y de nuestra especie. Se trata de que la familia se está reestructurando para adaptarse a las nuevas condiciones, de lo contrario, el modelo de familia que conocemos podrÃa desaparecer y surgir otro tipo de familia que no podemos ni siquiera imaginar.
Los cambios se aceleran.
¿Qué hacer?
Lo único que podemos hacer es leer los signos de los tiempos y tratar de adaptarnos a la realidad, porque la ley de la vida es: " Adaptarse o morir"
¿A qué adaptarse?
_ Existen muchas opiniones y tendencias... (Filosóficas, religiosas, polÃticas, psicológicas, éticas, sociales...) y es responsabilidad de cada persona tomar decisiones correctas que le ayuden a sobrevivir.
La familia es necesaria, no solo para sobrevivir, sino para crecer y desarrollar la inteligencia y la conciencia. La familia es el ambiente ideal para el desarrollo de las estructuras afectivas, intelectuales, sociales, morales y espirituales.
    Lic. David Angulo de Haro