Editoriales

Editorial 804

 


Cómo y cuándo decidir

 

Cuando una persona conduce no puede quedarse dormida, necesita tener los ojos abiertos y tomar decisiones constantemente para adaptarse al trazado de la vía y sortear los obstáculos que pudieran presentarse. Esta es la única forma de no caer al barranco y de llegar a destino. La vida también es un camino del cual no podemos salirnos si queremos sobrevivir y llegar al éxito y a la felicidad. Lo ideal sería poner el automático y vivir sin preocupación, pero la vida es una lucha que nos exige vivir de forma consciente y responsable.


Las decisiones más importantes son internas y se relacionan con el desarrollo de la inteligencia y de los valores, ya que de estos desarrollos depende la capacidad que tengamos para controlar los instintos, la pereza, el egoísmo, la tendencia natural a lo fácil y al libertinaje, etc.


De estos desarrollos dependen también la autoestima y la motivación para lograr lo que nos propongamos. Si logramos funcionar bien internamente, no tendremos problemas para adaptarnos exitosamente a la realidad de la vida, pues, la vida externa no es más que un reflejo de la vida interna. No podemos resolver las cosas externas si antes no resolvemos las cosas internas. No podemos resolver la corrupción si antes no logramos que las personas dejen de ser corruptas.

Las leyes escritas sirven para poco si no están grabadas en la conciencia de las personas. "Donde reina el amor sobran las leyes" Platón.


Al hablar de la persona que conduce dijimos que necesita permanecer alerta constantemente; sin embargo, con el tiempo desarrolla bueno reflejo y el manejo se convierte en un hábito casi automático y relajado; por el contrario, las personas que se inician en el manejo necesitan hacer grandes esfuerzos para mantenerse concentradas, sus reflejos son lentos y les falta coordinación, lo cual les genera angustia e inseguridad, y, si surge una emergencia no saben cómo reaccionar. Esta es la razón por la cual, las personas que funcionan bien viven relajas y toman decisiones de forma natural y oportuna; mientras que, las personas que no funcionan bien, no toman decisiones, las toma mal o las toman tarde.


El hecho de que las personas no sepan cómo y cuándo tomar decisiones se debe a que carecen de convicciones, de autoestima, de seguridad y de personalidad.


Aplicaciones


La vida nos exige vivir alerta constantemente.

 

Nunca tomes decisiones bajo presión o amenaza. Muchas personas están acostumbradas a ganar a través de la presión, del chantaje y de la amenaza. Al arrinconar a las personas éstas se angustian, pierden la capacidad de análisis y quedan a merced del enemigo. Por eso, aunque todo esté patas arriba, lo único que nos puede salvar son la inteligencia y la imaginación, por lo cual, no debemos entrar en pánico, ni dejarnos amedrentar por nada ni por nadie; pues, al final, esta clase de personas son cobardes, su única fortaleza es nuestro temor y nuestra debilidad.


Cuando debas solicitar o reclamar algo, es fundamental que estés seguro de que te asisten tus derechos. Controla tus sentimientos y exprésate con tranquilidad, seguridad y decisión, pues, los seres humanos emitimos vibraciones que son percibidas por los demás. Si tus vibraciones son débiles no serás tomado en cuenta aunque tengas la razón. De aquí que la primera de las decisiones debe estar dirigida al desarrollo permanente de la autoestima y de la personalidad.


Cuando tengas que emitir una opinión piensa en lo que debes decir y en la forma cómo lo vas a decir, pues no es cuestión de opinar, sino de llegar a la inteligencia y al corazón de las personas. Se trata de convencer (razones) y de persuadir (despertar una actitud emocional receptiva)

Se trata de ser comprendido y de ser tomado en cuenta. Esta idea es fundamental para que las relaciones fluyan entre padres e hijos, entre esposos, entre educadores y alumnos, entre empleadores y empleados, etc. etc.


No discutas. Las discusiones son luchas de sentimientos. Los sentimientos no son racionales, por lo cual, en vez de aclarar las cosas, se hieren los sentimientos y se complica todo. Utiliza el diálogo, pues, lo que no se resuelve a través del diálogo no se resuelve de ninguna otra forma. Muchas personas conflictivas han desarrollado una habilidad increíble para ganar a través de la discusión. Es fácil conocer a estas personas por su falta de criterio e impulsividad. No caigas en la trampa de la discusión.


No te precipites, no actúes antes de tiempo. Necesitas observar, escuchar,... para sabe a qué atenerte, pues las palabras o decisiones que no responden a la realidad se vuelven contra ti. De aquí la importancia de ser prudente y de sopesar todos los elementos antes de opinar o decidir. Lo cual no quiere decir que te duermas, pues la vida fluye y es necesario tomar decisiones a tiempo.


Cuando te sientas con inspiración, aprovecha para pensar, aprender o crear y no te detengas hasta que se acabe la energía o la inspiración. Esto significa que debes conocer el funcionamiento de tu cuerpo y de tu mente para trabajar de forma intensiva cuando estén dadas las condiciones favorables y descanses cuando sientas que baja el nivel de concentración o de energía y que la mente no fluye.


No actúes ni tomes decisiones cuando estés molesto, porque la ira nublará tu mente y cometerás errores a la hora de actuar.


No actúes cuando no tengas idea clara de la situación. En caso de duda no debes actuar.


Resulta poco eficaz el estudio si no están dadas las condiciones de energía, interés y concentración.


Piensa siempre en las consecuencias antes de tomar una decisión. Se precavido y no apuestes a la suerte, porque es caprichosa y fugaz.


Conoce los momentos ideales para tomar decisiones. Son los momentos de alta energía, de concentración, de interés y de inspiración.


No tomes decisiones en momentos de cansancio o de angustia porque tu mente está débil y atormentada, y, en estas circunstancias no eres libre ni consciente para decidir lo que te conviene.


Piensa, descansa y relájate antes de tomar decisiones importantes. El cuerpo y la mente descansados tienen gran poder de control, mientras que un cuerpo y una mente cansados son víctimas fáciles de impulsos instintivos y de sentimientos negativos.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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