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Editorial 790

 


Conoce tu biorritmo


En la naturaleza todo se rige por leyes. Una de estas leyes es la Ley del Ritmo. El ritmo es la forma acompasada, armoniosa, fluida, fácil y relajada de hacer las cosas. El ritmo establece la adecuada sincronización de todos los movimientos.


La función del ritmo es la eficacia. El ritmo permite estudiar o trabajar durante horas, sin sentir cansancio y más aún, ayuda a disfrutar el placer de la acción.


El ritmo supone reflejos físicos y mentales (hábitos) específicos para cada clase de conducta. Cuanto más perfectos son los reflejos, más fluida y eficaz es la acción. Si observamos a las personas eficaces podemos comprobar que:
• Trabajan en forma concentrada y a la vez relajada.
• Están seguros de lo que hacen y además de que lo hacen bien.
• Lo realizan con agrado, disfrutando el placer de la creatividad.
• Van directamente a lo fundamental.
• Intentan superarse a sí mismos.


El cuerpo y la mente van de la mano "Mente sana en cuerpo sano" De aquí la importancia de conocer los momentos de más de energía, motivación, concentración, creatividad, etc. Este conocimiento nos permite encontrar el momento oportuno para cada actividad, de modo que podamos ser fieles a la ley del "Máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo"


Se cree que gastamos más del 70% de nuestra energía física y mental en contralar los instintos, temores, etc. De aquí la importancia de aprender a controlar el cuerpo y la mente.


El conocimiento del biorritmo comienza por conocer todos los aspectos relacionados con la salud física y mental, de modo que sepamos cómo funcionar bien a nivel corporal y a nivel psicológico, moral, social y espiritual. Estos objetivos podemos lograrlo mediante el diseño de un proyecto de vida, que ayude a que nuestro interés y actividad se centren en objetivos importantes en vez de vivir dispersos y distraídos en mil cosas que al final no dejan nada.

Nuestro cuerpo tiene un reloj biológico muy complejo o si lo prefieres un reloj para cada actividad. Este reloj hace que todas las funciones biológicas se realicen en el momento exacto, de forma sincronizada y perfecta. Este reloj controla el funcionamiento de millones de células, neuronas, etc. Funciona de forma automática e instintiva. Nos informa del nivel de energía, del nivel de cansancio, del hambre, de la sed, del nivel de temperatura, del sueño, etc. Sin embargo, la sociedad vive a un ritmo trepidante que genera angustia y estrés y es causa de numerosas enfermedades psicosomáticas.
En estas circunstancias, lo único que podemos hacer para que este reloj siga funcionando bien es cuidar la actividad corporal y mental, cuidar la alimentación y cuidar el descanso.

Debemos estar conscientes de que las buenas ideas, los sentimientos nobles, el lenguaje positivo, las buenas intenciones y las acciones correctas, son medicina y salud para el cuerpo y para la mente, así como las actitudes negativas son veneno que nos destruye de forma lenta pero profunda. Estas circunstancias influyen en el ritmo y funcionamiento del cuerpo y de la mente, por lo cual podemos influir en el buen funcionamiento del cuerpo y de la mente, y, de esta forma lograr mayor salud, energía, éxito y felicidad.


El cerebro produce ondas Alfa, Beta, Gamma y Delta, dependiendo de las circunstancias. En condiciones normales, el porcentaje de eficiencia del cerebro de muchos adultos no supera el 5% de sus posibilidades, sin embargo, cuando funciona en condiciones óptimas se multiplica su eficacia.


El interés activa el cerebro y unifica toda la energía, lo cual facilita la concentración, la comprensión de la situación y la producción de respuestas eficaces; mientras que, cuando existen diversos intereses o no hay un plan de acción concreto , las neuronas trabajan en distintos frentes, con lo cual la energía mental se dispersa y carece de poder para lograr objetivos importantes; de aquí la importancia de tener ideales, convicciones y metas concretas.


Para que el cerebro produzca ideas y soluciones es necesario activarlo constantemente. Los mejores activadores son la lectura, la reflexión, la meditación, la creatividad, y, sobre todo, tener un proyecto valioso, ilusiones e ideales.


La sociedad produce mucha contaminación de todo tipo que llega a nuestra mente en forma de vibraciones; por lo cual necesitamos aprender a inmunizarnos y mantener una higiene mental constante.

Conoce tu cuerpo


Cuida la alimentación.

La alimentación proporciona los nutrientes necesarios para producir la energía que necesitamos para los procesos físicos y mentales.
Haz ejercicio.
El ejercicio fortalece la musculatura, agiliza la fluidez de los movimientos, oxigena el organismo, drena las toxinas físicas y mentales, relaja el cuerpo y la mente, proporciona fortaleza física y mental. Es una buena inversión en todos los aspectos.
Descansa lo suficiente.
El descanso, además de reparar las energías gastadas, es el momento en el que el cerebro procesa los contenidos mentales y los reorganiza, por lo cual, el descanso favorece la creatividad.
Un cerebro cansado es incapaz de producir ideas y soluciones importantes.

 

Conoce tu mente
Cuando el filósofo Sócrates preguntó al Oráculo de Delfos por el principio de la sabiduría, el Oráculo le respondió: "Conócete a ti mismo"


Sin duda, lo más importante de la vida es el conocimiento de sí mismo. (Cómo somos. Cómo funcionamos. Cómo aprovechar al máximo nuestras capacidades)


Cada persona tiene un ritmo mental que varía durante el día según el nivel de energía, estado de ánimo, motivación, interés, concentración, etc.


En la actualidad, muchas personas sufren de fatiga y de cansancio crónico; no tanto por el trabajo, sino por el temor, la angustia, la poca preparación, la competencia, la baja autoestima y la inadecuada planificación de su vida, lo cual genera un desgate mental inmenso.


Muchas personas se ven obligadas a esforzarse más cada día para cumplir con sus deberes. Este sobre esfuerzo incrementa la fatiga y si no se realizan los ajustes necesarios puede conducir a un agotamiento total. Por lo cual, es necesario establecer unos márgenes lógicos de responsabilidad, de expectativa y de riesgos. No se puede vivir constantemente al límite


Las cosas importantes suponen alto nivel de energía y lucidez mental; por lo cual, es preferible trabajar durante memos tiempo pero en forma concentrada y eficaz.


Cada uno debe conocer el ritmo de su mente y sentir cuando ha invertido su energía para detener la marcha, pues, una persona fatigada produce poco y de mala calidad; además, daña la salud física y la salud mental.


Muchos universitarios y profesionales, presionados por las exigencias se ven obligados a trabajar horas extra en condiciones de cansancio, y, a veces, de agotamiento. Como es lógico no puede haber rendimiento.


¿Qué podemos hacer, cuando el ritmo de la vida se acelera cada día?


En el caso de los estudiantes, la solución está en desarrollar métodos más eficaces de aprendizaje que permitan aprender en una hora lo que aprenden e 5 o más horas. No se trata de estudiar más sino de funcionar a un nivel superior en donde el cerebro, en vez de viajar en burro viaje en avión. (Esto supone aprender a leer con fluidez y comprensión, saber abstraer lo esencial, simplificar, organizar las ideas, definir con claridad, rapidez y precisión, etc. etc.


Los profesionales también necesitan "ponerse las pilas" pues, a pesar de toda su capacitación están atrapados en hábitos mentales lentos. He presenciado muchas reuniones de profesionales en las cuales, después de horas de diálogo o discusión no se llega a nada, cuando lo propuesto podía haberse resuelto en media hora. No es suficiente con renovar los conocimientos, también es necesario agilizar el ritmo de la mente, lo cual debe traducirse en eficacia.


La sociedad se mueve mucho a nivel físico pero es lenta a nivel mental. Esta es la razón por la cual la gente se ve desbordada y estresada.


La mejor forma de superar el estrés consiste en funcionar mentalmente a mayor velocidad que la sociedad. Este es uno de los objetivos del Proyecto Alfa y por esta razón todos los ejercicios son contra reloj.


No se trata de funcionar de prisa (velocidad sin ritmo ni control) Se trata de funcionar con rapidez (velocidad con ritmo y control)


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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