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Editorial 786

 

No acumules deudas ni problemas

Son un peso muerto que impide que tu vida fluya. Imagina que tuvieras que cargar con un saco de cemento desde que te levantas hasta que te acuestas... Al final te acostumbrarías a ello y no te darías cuenta de que llevas un saco de cemento encima, porque el saco entra a formar parte de ti; pero, si un día te desembarazaras del peso, sentirías lo maravilloso que es sentirte libre y fluir.

Los seres humanos llevamos muchos sacos de cemento en cima. El saco del temor, el saco de la ignorancia, de la dependencia, de la falta de creatividad, de la mediocridad, del fracaso, de la frustración,... Son formas de deudas contraídas con la vida que resultan muy difíciles de pagar.

Todos los seres humanos tenemos nuestra vida hipotecada en muchos aspectos y gastamos más del 70% de nuestra energía física y mental en soportar ese peso muerto. La vida se nos va en pagar deudas y en resolver problemas, cuando deberíamos estar dedicados a crecer y a encontrar formas superiores de vivir.

Por eso, trata de ser liviano, de liberarte de toda clase de lastre (ideas, amistades, sentimientos, actitudes y actividades que te alejan del camino del éxito.

La tendencia natural de los seres humanos es la pereza, lo fácil y el libertinaje, por lo cual, debes estar atento y luchar constantemente por ser fiel a tu propio desarrollo, lo cual supone esfuerzo, honestidad y perseverancia.

Resulta más fácil dejarse llevar por la corriente de la sociedad, como hacen la mayoría de las personas, sin darse cuenta que acumulan deudas y problemas que son la causa de su desgracia.

La mayoría de las personas son infelices, porque han cometido muchos errores a lo largo de su vida; pero aceptan su situación como normal, porque corresponde al denominador común de la sociedad. Pero no es lógico que, después de tantos años de evolución y de haber creado tantos valores superiores y fórmulas sabias que garantizan el éxito y la felicidad, vivamos en esta lamentable situación de ignorancia, pobreza, injusticia, violencia y frustración. Algo anda mal.

La situación en que vivimos genera tal nivel de alienación que son pocas las personas que tienen capacidad crítica y fortaleza moral. La mayoría de las personas son esencialmente buenas y luchan por superarse en todos los aspectos, pero les resulta difícil sustraerse a las necesidades, condicionamientos y tentaciones de la sociedad.

Hoy no vivimos en la jungla de la prehistoria, en la que acechaban peligros por todas partes. Hoy vivimos en una sociedad "civilizada" , pero los peligros de siempre acechan por todas partes. Se trata de peligros más sutiles pero igualmente dañinos. Lo cierto es que nadie puede resolvernos la vida, y si nos descuidamos quedamos en la calle, sin trabajo, sin vivienda, sin familia y sin amigos.

De aquí la importancia de capacitarse constantemente, pues, los conocimientos de hoy, pueden no servir para mañana. Necesitamos prever, producir, administrar e invertir de forma inteligente nuestras capacidades, el tiempo, la energía, los afectos y del dinero; conscientes de que, en cierta forma, estamos solos y nadie puede resolver nuestros problemas.

No acumules deudas ni problemas significa.
Haz bien las tareas de cada día. Esta es la única forma de estar siempre solvente y de vivir de forma fluida, sin un saco de cemento encima.

Muchas personas y países contraen grandes deudas y luego tienen que dedicar gran parte de su riqueza a pagar durante muchos años los intereses de la hipoteca contraída, lo cual les impide progresar. (La ignorancia, la pobreza, la indisciplina, la irresponsabilidad, la falta de creatividad y de emprendimiento, son formas de hipotecar la vida.

Enfrenta las cosas a tiempo. No dejes que los problemas y las deudas tomen cuerpo.
Da la cara, no te escondas ni huyas de las situaciones, porque estarás condenado a huir por el resto de tu vida.

Ten control sobre tu vida en todos los aspectos. Simplifica las cosas. Reduce las necesidades creada. Establece prioridades. No te dejes llevar por las opiniones, ilusiones y fantasías que vende la sociedad.

Establece un plan de actividades diarias y se consecuente con el plan, de modo que todos los días, al llegar la noche, puedas decir: Deber cumplido. Pues, la falta de conciencia del tiempo y de la vida, hace que se nos vayan los días y los años sin cumplir con los objetivos del propio desarrollo.

La naturaleza nos ha obsequiado muchas capacidades y quiere ver los frutos de nuestra cosecha.

 

La naturaleza juzga a cada persona por sus acciones y por sus frutos y premia con el éxito y la felicidad o castiga con el fracaso y la frustración. Si eres exitoso y feliz, no es por suerte o casualidad sino porque has hecho bien tus tareas, en caso contrario tienes deudas y problemas con la vida. Necesitas rectificar.

La clave para triunfar y ser feliz consiste en no acumular deudas ni problemas, en estar siempre solvente en todos los aspectos y en capacidad de enfrentar nuevos retos.