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Editorial 784

 


No seas repetitivo

 

Cuando nace un niño es totalmente inútil y no podría sobrevivir si no fuera por el cuidado que le brindan sus padres. Luego, de forma lenta y progresiva va adquiriendo hábitos y habilidades que le permiten adaptarse a la realidad.


Cada actividad supone la adquisición de un hábito específico. Los seres humanos hemos adquirido miles de hábitos que utilizamos de forma automática todos los días. Todo lo que hacemos dependen de hábitos adquiridos.


Un hábito es una conducta adquirida por repetición. Con el ejercicio se integran cada vez más los movimientos que participan en cada acción. A medida que se van corrigiendo los movimientos inadecuados, la acción se hace más perfecta y eficaz. Con el tiempo el hábito se convierte en conducta automática de modo que la mente queda libre para ocuparse de otras cosas.


Una vez que el "hábito" o aprendizaje, se ha grabado de forma sólida, queda automatizado, es decir, que, al recibir un estímulo que tiene relación con el hábito o aprendizaje ya adquirido, el cerebro se activa y produce de forma automática la respuesta correspondiente. El aprendizaje inicial, convertido en hábito, desencadena un reflejo condicionado.


El desarrollo y el éxito en toda actividad dependen de la adquisición de hábitos eficaces. Todo lo que realizas (moverte, caminar, hablar, leer, escribir, pensar, etc.), es el resultado de hábitos. Cuanto más perfectos son los hábitos, más fluidas y eficaces son las conductas y mayores las posibilidades de éxito.


Los hábitos no se adquieren por simple repetición sino por una integración y jerarquización de los movimientos en una estructura cada vez más simple, perfecta y fluida; por lo cual es indispensable aprender a hacer bien las cosas, porque al hacerlas bien creamos las condiciones para hacerlas mejor. Por esta razón. "Tú dependes de la calidad de lo que haces"


Los hábitos pueden convertirse en conductas rígidas, de modo que la persona puede quedar atrapada en conductas arcaicas que le impiden adaptarse y progresar. Para evitar que los hábitos se conviertan en rutina, necesitamos mantener una actitud creativa, de cambio y renovación.


Los hábitos (alcohol, fumar, drogadicción, sexo, juego, compras, deportes, videos, televisión, internet, trabajo, comida, etc.) pueden convertirse en adicciones, cuyas consecuencias ya sabemos; por lo cual es aconsejable poner a tiempo unos límites razonables.


Puesto que toda nuestra vida depende de hábitos, deberíamos aprender, desde niños, numerosos hábitos fluidos y eficaces, tales como: leer bien, pensar, hablar bien, escribir, relacionarnos, disciplina, alimentación, responsabilidad, ser felices, compartir, etc.)


Estos hábitos hacen que la vida fluya de forma natural y espontánea y que el hecho de vivir sea un placer maravilloso.


Lo expuesto nos enseña la necesidad que tenemos de leer, reflexionar y entrenarnos "todos los días" sobres temas relacionados con los objetivos que queremos lograr. Todo cambio se inicia en la mente y se consolida con la acción.


Personas creativas y personas rutinarias


Existen personas que, desde la infancia, tieenden a ser repetitivas, monótonas y conformistas; mientras que, otras personas tienden a ser curiosas, creativas y emprendedoras.


La influencia del hogar, de la escuela y de la sociedad son determinantes. Unos padres emprendedores, estimulan en sus hijos la creatividad y el espíritu de superación. Los educadores creativos, estimulan en sus alumnos la curiosidad y el interés por aprender cosas nuevas. Una sociedad emprendedora es motivo de inspiración constante. De modo que, el ser creativo y emprendedor, no sólo es una necesidad para sobrevivir y triunfar, es también un deber y una responsabilidad de todas las personas, pues, es la única forma de desarrollarse plenamente como seres humanos y de aportar algo positivo a la sociedad.

La competencia, la prisa y la automatización del trabajo y de la vida, no dejan tiempo para la reflexión ni para la creatividad. Los comportamientos de las personas obedecen más a pautas y exigencias establecidas por la sociedad que a decisiones personales.


La experiencia nos indica que cada día las personas son más rutinarias, menos reflexivas y menos creativas. Estas circunstancias atentan contra el desarrollo y la evolución personal y social y también contra la felicidad, pues, una de las mayores satisfacciones de la vida es sentirse libre y protagonista del propio destino. Esto sólo lo entienden las personas creativas y emprendedoras.


Efectos de la rutina

La vida es cambio y evolución y la ley es: "Adaptarse o morir" Por esta razón las plantas y los animales viven en un proceso constante de adaptación, de acuerdo a las leyes naturales.


La humanidad también vive un proceso de evolución que se acelera cada día, gracias a la información que nos llega de todas partes. Nosotros no tenemos conciencia de este hecho, pero lo cierto es que nuestro cerebro aprende cada día y se reorganiza para funcionar a un nivel superior, y, de esta forma, resolver las dificultades crecientes de la vida. Sin embargo, muchas personas, por falta de capacidad, de interés y por otras muchas razones, no evolucionan. Sus conductas son repetitivas y restringidas a unas pocas actividades.


Las personas se acostumbran a una forma de ser, de pensar y de actuar que dificulta el cambio. De aquí la importancia de vivir en actitud de cambio, de ser creativo y seleccionar siempre las opciones que conducen a la renovación y a la mutación.


Las conductas repetitivas indican que las personas han quedado atrapadas en conductas arcaicas que le impiden adaptarse y progresar. Para evitar que los hábitos se conviertan en rutina, necesitamos mantener una actitud creativa, de cambio y renovación.


Cómo evitar la rutina
Todos los seres humanos somos curiosos y creativos por naturaleza. El mundo se nos ofrece lleno de maravillas, como una tentación, como un reto irresistible, y el placer de descubrirlo se convierte en una aventura maravillosa. Por tanto, están dados todos los ingredientes para que dejemos las rutinas y seamos creativos y emprendedores.

Necesitamos despertar el pequeño genio que llevamos dentro y entrenarlo constantemente a través de la lectura, de la reflexión y de la renovación.


1. Observa los problemas y situaciones desde distintas perspectivas.


2. Visualiza.


3. Produce soluciones eficaces.


4. Haz nuevas combinaciones, inventa.


5. Relaciona toda tu experiencia y tu saber.


6. Piensa en los opuestos y piensa hasta en lo contradictorio.


7. Prepárate para reconocer y aprovechas nuevas oportunidades.


8. Vive en actitud creativa.


9. Aprende de las personas creativas y emprendedoras.


10. Se filósofo. Busca más allá de las apariencias.


11. Sé sabio. Busca el sentido y el valor real de la vida y de las cosas.


12. Proponte retos a corto, mediano y largo plazo y sé consecuente hasta el final.


13. Aprende sólo lo esencial de todo lo que consideres importante.


14. Libérate de muchos parámetros establecidos por la sociedad.


15. Descubre la forma de aprender que mejor se adapta a tu persona.


16. Adquiere cultura general.


La única forma de no perder el tren del futuro consiste en renovarse un pco cada día.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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