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Editorial 779

 


Evoluciona


Todo lo que existe lleva impresa la orden y la fuerza para convertirse en algo superior. Las células llevan impresa la orden de sobrevivir y crecer.


En este momento la humanidad tiene el grado de evolución que le corresponde de acuerdo a las dinámicas que rigen la vida humana. Cada persona y cada país viven de acuerdo al grado de evolución que han alcanzado.


La evolución humana depende en primer lugar de las bases genéticas de la especie. La naturaleza es sabia. Por ejemplo, los niños que nacen ahora son más inteligentes y tienen predisposiciones intelectuales, psicológicas, sociales y espirituales que no tenían los niños de hace unos años. Sin duda, la naturaleza, previendo los cambios evolutivos que se avecinan, produce seres capaces de llevar adelante dichos cambios. Existen los niños índigos y los niños Cristal


La clave de la evolución está en el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia.


Los adelantos en telecomunicaciones, internet, etc. hacen que la información llegue rápida y de forma masiva a todas partes del mundo. La información es un activador de la inteligencia, de la conciencia y de la evolución.


La globalización permite toda clase de interrelaciones y es una oportunidad maravillosa para el conocimiento mutuo, para madurar como personas y como sociedad y para trabajar unidos. Gracias a las tele comunciaciones y a la globalización, la evolución se acelera cada día.

La naturaleza evoluciona a un ritmo lento, tal vez porque tiene todo el tiempo por delante; sin embargo, la humanidad ha entrado en un proceso evolutivo que se acelera cada día. En los próximos 10 años se producirán más cambios que en todo el siglo pasado.


La vida humana es corta, por lo que tenemos sólo unos años para desarrollarnos, aprender, madurar, alcanzar la plenitud como personas y convertir nuestros sueños en realidad. Esto significa que necesitamos aprovechar bien el tiempo y las oportunidades que nos da la vida para evolucionar.


La clave de la evolución está en el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia. La inteligencia hace referencia a los conocimientos, experiencia y sabiduría, y la conciencia hace referencia a los valores y a la espiritualidad. Sin embargo, la mayoría de las personas dejan de lado estos objetivos para dedicarse al logro de cosas, traicionando de esta forma el objetivo de su existencia.

Lo importante no es existir sino vivir con calidad. La calidad de vida e stá relacionada con la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano. Muchas personas tienden a confundir calidad de vida con bienestar económico.


Los modelos de vida más deseados están asociados con la riqueza, el confort, la fama, el poder.... Estos modelos son buenos en sí, el problema está en que son muy difíciles de lograr y en que, no son garantía de una calidad de vida, ni aseguran el desarrollo humano ni la felicidad, a menos que se complementen con otros valores, tales como capacitación, autoestima, equilibrio emocional, adaptación, libertad, éxito, buenas relaciones, etc.


La verdadera calidad de vida es la que permite satisfacer estas necesidades fundamentales. Cuando una persona logra satisfacer estas necesidades básicas se siente completamente plena, libre y feliz.


Todos los seres humanos aspiran al desarrollo porque es el mayor bien y la mayor felicidad. La sociedad actual está avanzando mucho en el desarrollo de la "inteligencia", no así, en el desarrollo de la conciencia, de los valores, de la paz y de la felicidad. Este desequilibrio podemos pagarlo muy caro, pues, la inteligencia sin conciencia es un arma peligrosa.


Los adelantos técnicos y científicos dan la sensación de que la humanidad ha dado un salto quántico en su evolución, pero no es exactamente así. Existe una crisis de valores que es necesario resolver para evitar involucionar. Involucionar significa detención o regresión del proceso evolutivo. La involución se produce en las personas, en las instituciones y en los países, cuando se alejan de los objetivos que les son propios.


En el caso humano se produce involución económica, social, moral,... cuando las personas se alejan del desarrollo de la inteligencia, de la conciencia y de los valores. Como es lógico, la involución produce degeneración, alienación, crisis y deterioro en muchos aspectos.


En la sociedad del futuro existirán siempre los mediocres, corruptos y desadaptados, pero a la Ley de Evolución no le interesa esta clase de personas, le interesa las personas desarrolladas que constituyen la avanzada de la evolución.


Al final, es una minoría de personas, capaces y creadoras , la que impulsa la evolución de las empresas, de los países y del mundo entero. El resto, la masa social, es mediocre y carece de capacidad y de poder para cambiar las cosas.


El poder de las minorías es una realidad que se da en todos los ámbitos de la vida. En el reino vegetal, las plantas más fuertes se apoderan del espacio, de los nutrientes y de la energía solar. En reino animal, el pez más grande se come al más pequeño. En el campo humano, los más poderosos y los más capaces se imponen a los demás.


Los problemas del mundo no de deben tanto a los monopolios de las minorías que controlan los poderes económicos o políticos, sino a la mediocridad de la sociedad y a su incapacidad para generar soluciones y hacerse respetar.


La evolución es una forma de supervivencia, pero además es condición para el logro del éxito y de la felicidad.


Se responsable de ti mismo, prográmate, y actúa. Se trata de tomar conciencia de tu propio desarrollo y de hacer un poco mejor las cosas cada vez, porque al final, tú aprendes de ti mismo y dependes de la calidad de lo que haces.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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