Editoriales

Editorial 773

 


Quien no camina con la cabeza está condenado a caminar con los pies

 

Piensa antes de actuar. Encuentra la forma más simple y eficaz de hacer las cosas. En la vida todo lo que funciona bien se rige por la Ley del Mínimo Esfuerzo. Es la ley favorita de todas las personas, pero es la que menos aplicamos porque estamos acostumbrados a hacer las cosas con mucho esfuerzo, debido a nuestra ignorancia y pereza que nos impiden adquirir hábitos fluidos y eficaces.

 

Por esta razón, el trabajo, el estudio y todo lo que hacemos nos exige una inversión muy grande de tiempo y de energía. Sin embargo, los pájaros sencillamente vuelan; los delfines sencillamente nadan y las estrellas sencillamente brillan. Sólo los humanos necesitamos realizar grandes esfuerzos porque no caminamos con la cabeza. El universo no funciona de esta manera.
Pertenecemos a una cultura guerrera y voluntarista.


Necesitamos entender que la humanidad ha evolucionado y que el pico y la pala han quedado obsoletos; así como han quedado obsoletas las dictaduras y las guerras.


La lucha de hoy está planteada a nivel económico, intelectual y mental; por esta razón, la Ley del Menor Esfuerzo nos invita a capacitarnos y a desarrollarnos como personas.


De esta forma tendremos el poder de hacer fácil lo difícil, y, en vez de entrar en la dura competencia de la vida, podremos vivir a nuestro ritmo.


La Ley del Menor Esfuerzo enseña a aceptar las cosas como son y no querer cambiar el mundo, ni intentar cambiar a las personas. "Deja el mundo como está, que está bien hecho" Máxima china.


El filósofo Confucio, siglo V a C. preocupado por la poca moral que existía en la sociedad china de entonces, decidió dedicarse a moralizar a la gente, pero pronto se dio cuenta de que sus palabras se las llevaba el viento. Entonces decidió moralizar a sus familiares y conocidos, pero tampoco entendieron su mensaje. Entonces, se dedicó a superarse él mismo. Sin duda es por aquí por donde debió comenzar. Hoy, su ejemplo y sus ideas sirven de guía espiritual a mil trescientos millones de chinos.


La Ley del Menor Esfuerzo enseña que existen métodos y formas eficaces de hacer las cosas; de modo que el conocimiento de estos métodos es condición para el éxito.


La Ley del Menor Esfuerzo enseña a administrar la vida, el tiempo, las ideas...


La Ley del Menor Esfuerzo enseña que, más importante que estudiar mucho o trabajar mucho es capacitarse para funcionar a alto nivel y aprender mucho y producir mucho en poco tiempo y con el menor esfuerzo.


La Ley del Menor Esfuerzo enseña que antes de intentar algo debemos estar capacitados para lograrlo. En definitiva, antes de cambiar el mundo por fuera hay que cambiarlo por dentro, comenzando por uno mismo.


La falta de capacidad, de iniciativa, de criterios y de métodos eficaces, hace que las personas trabajen mucho, pero logren pobres resultados. Esta situación condena a las personas a ser esclavas del trabajo, a no satisfacer sus necesidades y a sentirse frustradas. Como no caminan con la cabeza, están obligadas a caminar con los pies, es decir a esforzarse mucho y lograr poco.


Caminar con la cabeza significa prever, planificar, crear condiciones favorables, encontrar razones para motivarse y actuar.


El cerebro se activa con ideas. Las ideas abren el camino hacia la solución. El que no piensa no tienen ideas, ni camino, ni solución.


El pensamiento es el principio de toda acción. Ahora bien, no es suficiente con pensar, es necesario pensar de forma creativa.


Todo el mundo piensa de alguna forma, pero se trata de un pensamiento elemental que apenas da para sobrevivir. Necesitamos desarrollar estructuras mentales poderosas, fluidas y eficaces.


La gente busca, riqueza, fama, poder y placer, y, para lograrlo recorren los mil caminos de la vida, sin percatarse de que lo que buscan no está fuera sino dentro de sí.


Leyenda

 

Cuenta una leyenda que una vez que los dioses crearon el mundo se reunieron en el Olimpo y discutieron sobre cuál era el mayor poder del mundo. Habló el dios Apolo y dijo que el sol era el mayor poder, porque podía disipar las tinieblas y su calor era el principio de vida


Luego habló Minerva, diosa de la sabiduría y dijo que el mayor poder era el conocimiento, porque las ideas son el origen de todas las cosas.


Luego habló Venus y exaltó el valor de la belleza y así fueron hablando todos los dioses y diosas, defendiendo cada uno el valor de sus atributos.


Por fin se levantó Júpiter, padre de los dioses y dijo con autoridad: Cada uno tiene su razón pero en el Olimpo no puede reinar la anarquía, así que debemos decidir cuál es el mayor poder del mundo.

 

Después de analizar todos los pros y contras llegaron a la conclusión de que el mayor poder del mundo era el conocimiento. Pero existía un problema. Mientras el conocimiento estuviera en poder de los dioses estaba seguro, pero si caía en poder del hombre podía convertirse en un arma peligrosa.


Reunidos en sesión fueron exponiendo distintas soluciones.

Habló Poseidón, dios de los mares y dijo: “Escondámoslo en el fondo del mar, donde el hombre nunca podrá llegar. Pero otro dios argumentó: “No es lugar seguro porque un maremoto podría sacarlo a la superficie.

Entonces habló Vulcano y dijo: “Ocultémoslo en el fondo de la tierra, pero los dioses opinaron que tampoco era un lugar seguro, porque una erupción podía dejarlo al descubierto.

Por fin habló Minerva y dijo: ”El lugar más seguro es el corazón del hombre. Todos los dioses estuvieron de acuerdo en que el corazón del hombre era el lugar más oculto y más seguro y fue así como los dioses escondieron el conocimiento en el corazón de los hombres.


Desgraciadamente, los dioses tenían razón, los hombres no reflexionan, viven como autómatas, repitiendo todos los días los mismos errores y sufriendo los mismos fracasos y frustraciones.


Caminar con la cabeza significa reflexionar, actuar con criterio y crear las condiciones favorables para vengan a nosotros la paz, el éxito y la felicidad.


Puedes aprender a reflexionar y tomar el control de tu vida, o quedar condenado a trabajar sin descanso. Caminar con la cabeza es propio de personas inteligentes y caminar con los pies es propio de personas subdesarrolladas.



Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus