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Editorial 772

 


La carrera más larga comienza por un paso

 

En la naturaleza todo tiene un ritmo. Los átomos, las olas, las plantas, el cerebro, el corazón. Este ritmo es natural y sincronizado; hace que la energía fluya sin esfuerzo y alcance su objetivo de forma eficaz.


Las aves migratorias viajan miles de kilómetros sin descansar, gracias a un ritmo perfecto que les permite dosificar la energía. Pero los seres humanos son víctimas del agite y de la angustia que alteran el ritmo biológico y el ritmo mental, trastornando el funcionamiento del cuerpo y de la mente.


Todo comienza por un primer paso, luego, a través de pasos sucesivos avanzamos hacia la menta. La vida, el aprendizaje y el éxito son procesos en los que cada paso correcto crea las condiciones para dar el siguiente paso. Es como construir un edificio, hay que comenzar por poner una base firme que pueda soportar el posterior desarrollo.


Las personas que tienen una base firme de conocimientos y de autoestima, sienten una fuerza interna que les impulsa a crecer; mientras que, las personas con mentalidad débil, tienen miedo a crecer, a asumir responsabilidades y a correr riesgos, por lo cual, están condenadas a ser mediocres y frustradas.


Lo peor que podemos hacer en la vida es vivir de forma impulsiva y precipitada, tratando de lograr objetivos sin respetar los procesos correspondientes. Cuando viajas necesitas concentrarte en cada momento para no salirte de la vía, para evitar un accidente y para resolver cualquier imprevisto. Si haces bien las cosas llegarás con seguridad a la meta.


Cada día realizas numerosas cosas, cada una de las cuales tiene su proceso. Lo importante no es correr ni actuar de forma impulsiva, sino vivir plenamente cada momento y ser eficaz en lo que haces.


Es importante tener en cuenta que existen procesos físicos y procesos mentales. Hay personas muy dinámicas desde el punto de vista físico que pueden dar la sensación de ser muy productivas, pero a la hora de la verdad, todo queda en buenos deseos; mientras que, hay personas poco activas desde el punto de vista físico, pero muy activas y fluidas desde el punto de vista mental. Estas son las personas productivas y eficaces.


Al hablar de caminos y de procesos, pensamos automáticamente en caminos físicos y en procesos físicos, porque nuestra vida está enfocada en el logro de cosas materiales; sin embargo, el verdadero camino de la vida es mental y espiritual, se trata del camino que conduce hacia el propio Yo, porque como dice el poeta Rilke: "El único viaje auténtico es hacia dentro de cada uno de nosotros y es necesario afrontar y vivir las preguntas ahora, aquí, y en este momento"


Desde niños buscamos algo que sentimos que nos falta. Buscamos cosas, amigos, riqueza, éxitos, amor, felicidad, pero nada nos llena, siempre queda un vacío que nada ni nadie puede llenar. El avaro necesita más dinero, el autoritario más poder y el libertino más placer. Sin duda, estamos desorientados y avanzamos por caminos que no llenan nuestras aspiraciones.


Muchas personas, como no conocen otros caminos, siguen adelante, a pesar de su frustración, con la esperanza de que el camino les conduzca al fin deseado. De esta forma, llegan al final de su vida con una sensación de fracaso total.


De aquí la importancia de saber y sentir que avanzamos por el camino correcto y que cada paso es parte del camino y además, es una meta en sí mismo. Se trata de vivir cada paso, cada acción, de forma consciente y plena, como si fuera el último de nuestra vida. Cuando no seas feliz, detente, reflexiona y rectifica, porque no tiene sentido seguir adelante.


Los seres humanos somos esencialmente buenos, pero los temores que nos grabaron en la infancia nos han hecho inseguros, egoístas y agresivos.


Tenemos conciencia de que el camino correcto es el de la verdad y el bien. Queremos superarnos, ser honestos y buenas personas, pero la programación mental recibida en la infancia y los errores cometidos a lo largo de la vida pesan mucho, por lo que, al final todo queda en buenos deseos, esperanzas e ilusiones.


En términos generales la sociedad es mediocre y está bastante alienada, por lo que su conciencia psicológica y moral está muy limitada. En estas circunstancias resulta difícil encontrar el camino correcto y sintonizar con el propio Yo, pero es nuestra tarea ineludible, pues para esto hemos venido a la vida.


No se trata de un camino físico sino de un camino espiritual en el que se avanza paso a paso a través de la superación intelectual, afectiva, moral y espiritual. Hoy son pocos los que viajan por estos caminos que conducen a la sabiduría, al bien y a la felicidad.


A pesar de la confusión social en que vivimos, todos, sin excepción, estamos buscando el camino hacia el encuentro de nuestro propio Yo, hacia el lugar de donde un día partimos, hacia la casa del Padre. Unos lo hacen de forma consciente y otros por instinto.


Vivimos en una sociedad caracterizada por la competencia, la prisa y el estrés. En estas circunstancias es muy difícil lograr paz, armonía y control mental, lo que nos impide sintonizar con el propio Yo y con el Yo de los demás.


Al salir a la calle o encender la televisión, da la sensación de una sociedad que vive en estado de alarma general, como si el mundo se fuera a acabar. Todo el mundo apresura el paso, sin saber a ciencia cierta por qué corre ni hacia dónde va. Solo sigue las pautas y el ritmo impuestos por la sociedad.


La prisa, la angustia y el estrés son tiranos que gobiernan la vida de las personas. Se suponía que el progreso nos traería una vida más tranquila, de menos trabajo y de más ocio, de más tiempo libre para leer, pasear, relacionarnos y vivir; pero las cosas han resultado al revés. La dinámica de las empresas, hambrientas de dinero, someten a las personas a un ritmo frenético que genera excesivo desgaste físico, afectivo, moral y espiritual.


Puesto que la mentalidad y la dinámica de la sociedad no van a cambiar, lo único que te queda es cambiar tú. Tú no puedes cambiar la sociedad, pero tampoco tienes por qué pagar los platos rotos de la historia ni someterte al ritmo de la sociedad. Si cambias tú, la sociedad cambiará para ti. Esto no significa que la sociedad estará a tus órdenes y te resolverá las cosas. Significa que, sin importar lo que ocurra, tú funcionarás por encima de las circunstancias y tendrás control sobre tu vida. De esta forma podrás caminar hacia el éxito, paso a paso, disfrutando sin prisa y sin angustia el placer de vivir y de sentirte protagonista de tu destino.


Las personas que son libres por dentro encuentran la libertad a donde quiera que van y ls personas que no son libres, no la pueden encontrar en ninguna parte, porque la libertad sólo existe en el interior de cada persona. El que es feliz ,encuentra la felicidad en todas partes y el que no es feliz, no puede encontrarla en ninguna parte. En realidad, donde quiera que vayas, siempre estarás en el mismo lugar, porque tu verdadero lugar eres tú mismo. El que funciona bien, siempre se siente bien, sin importar las circunstancias y el que funciona mal, siempre se siente mal, debido a que ese es su estado natural mientras no cambie.


Prevé el futuro y adelántate a los hechos, capacítate a conciencia, elabora respuestas con tiempo. No esperes que llegue el futuro, porque normalmente llega avasallando y sacando de circulación lo que no funciona de forma eficaz.


No tengas prisa por llegar, las cosas se dan cuando tienen que darse, lo importante es hacer bien las tareas y crear las condiciones para que ocurra lo mejor. Hoy eres el resultado de las decisiones que has tomado hasta el día de hoy y mañana serás el resultado de las decisiones que tomes a partir de este momento.


Vive hoy, porque el mañana no existe. Muchas personas dicen: Mi vida será mejor mañana, cuando me gradúe, cuando me independice, cuando me case, cuando tenga trabajo, cuando tenga hijos, cuando...


Funciona de tal forma que todo lo bueno venga a ti. Que tengas buenos amigos porque la gente desea tu amistad, debido a que tu vibración les transmite paz, alegría y motivación. Que te vaya bien en tus negocios porque la gente valore lo que haces. Que seas feliz porque sabes apreciar lo maravilloso que es el hecho de vivir y disfrutas de las cosas.


Vive minuto a minuto, camina paso a paso, porque al final "No importan cuantos años tienes de vida, sino cuanta vida tienen tus años"


"Cuando estés en paz contigo mismos y con el mundo que te rodea, la felicidad vendrá a ti sin buscarla " Lao Tse (filósofo chino VI a. C.)


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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