Editoriales

Editorial 770

 


Cómo y cuándo decidir


La decisión humana es el resultado de un proceso natural. Con frecuencia nos cuesta decidir, porque carecemos de motivación, de razones y de convencimiento. La decisión, más que un acto de voluntad, es un producto de la convicción. Cuando estés convencido, nadie podrá detenerte en tu camino hacia el éxito


La decisión nace del cerebro y de la motivación. Benjamin Libet, neurólogo de la Universidad de California ha demostrado que nuestro cerebro toma las decisiones casi un segundo antes de que las asumamos conscientemente. Según Singer, lo que el ser humano experimenta como una decisión, no es otra cosa que la justificación posterior a algo que ya ha consumado el cerebro, el cual actua en base a la experiencia propia.


Según Singer, el cerebro no toma decisiones de manera arbitraria. Las decisiones se basan en experiencias acumuladas, por lo cual. "Lo que voy a hacer en adelante es la consecuencia de lo que soy hoy"


Según esta teoría, el cerebro posee una dinámica propia, hasta cierto punto, independiente de la voluntad consciente de las personas. Esta dinámica está dirigida desde las estructuras profundas de la persona. Las estructuras profundas son la realidad auténtica de la persona, es decir lo que verdaderamente piensa, conoce, cree y ama. Esta realidad es básicamente subconsciente.


Muchas personas toman la decisión de cambiar... pero no lo logran porque las conductas humanas importantes no son el resultado de decisiones circunstanciales sino de fuerzas subconscientes que constituyen el núcleo de la personalidad. Estas fuerzas se han ido organizando y consolidando a lo largo de los años. Son una síntesis de experiencias, conocimientos, sentimientos, creencias, principios, valores.


En consecuencia, la clave para controlar la propia vida y tomar decisiones eficaces está en programar la mente a nivel profundo. Lo cual supone: Incrementar los conocimientos y elevar el nivel cultural, mejorar la autoestima y las relaciones humanas; adquirir métodos más eficaces, desarrollar valores superiores, etc.


En definitiva, todo lo que hacemos es un reflejo de lo que somos y todas las cosas importantes que nos ocurren son el resultado de cómo funciona nuestra mente. Recuerda que, todo se rige por la Ley de Causa y Efecto. La casualidad sólo se aplica a hechos fortuitos intranscendentes. El éxito verdadero y la felicidad son una conquista personal que exige una buena programación, esfuerzo y perseverancia.

 

Cómo y cuándo decidir


Es necesario sopesar las probabilidades y medir los riesgos.


Somos parte de una sociedad, que nos obliga a decidir constantemente, pero las decisiones verdaderamente importantes son las relacionadas con el propio desarrollo. Estas decisiones íntimas y personales son las que deciden nuestra vida; por tanto, son estas decisiones a las que debemos prestar mayor atención.


Para ser dueños de estas decisiones, debemos estar claros y alcanzar cierto grado de autonomía interna. Nadie puede decidir con libertad, si está condicionado internamente por la ignorancia, por el temor o por las pasiones. Este condicionamiento interno conduce al sometimiento externo. Si eres libre en tu mente y en tu corazón, nadie podrá someterte.


Como la ley de la vida es la competencia, debemos aceptar que la sociedad ejerce una represión constante con el fin de impedir el desarrollo de las personas; por esta razón, la sociedad carece de líderes.


Existen muchas formas de represión. En los países subdesarrollados, ejerce la represión por medio de la ignorancia y de la pobreza; mientras la gente sea ignorante y pobre, jamás tendrá conciencia de su valor y en consecuencia, no podrá reclamar sus derechos y libertades.


En las sociedades en vías de desarrollo, ejerce la represión por medio de la competencia. La gente, absorta en el trabajo y en la capacitación constante, no tiene tiempo ni energía para ocuparse de su propio desarrollo, por lo cual, tampoco podrá reclamar sus derechos y libertades.


Y en las clases desarrolladas ejerce la represión a través del consumismo; las personas, ocupadas y preocupadas en satisfacer tantas necesidades creadas, gastan en “cosas”, el tiempo, el dinero y la energía, que deberían invertir en desarrollo personal.


La mayoría de las personas están atrapadas en costumbres, hábitos, creencias, prejuicios, temores, deberes y culpas, que tienen que ver muy poco con la realidad.


La conciencia, la dignidad, la libertad y la decisión, son personales, indeclinables e intransferibles.


Conclusiones


• La vida es una serie ininterrumpida de decisiones. Hoy somos el producto de las decisiones tomadas hasta ayer y mañana seremos el resultado de las decisiones que tomemos a partir de este momento.


• Cada persona es lo que decide ser.


• Cada uno es libre y responsable de su destino, sin importar las circunstancias en las que se encuentre.


• La mayoría de los problemas personales y sociales se deben a decisiones no tomadas más que a errores cometidos

• Cada decisión es una respuesta de toda la persona. Es el yo total quien ve, siente, piensa, vive y actúa. Por tanto, cada persona toma decisiones de acuerdo a la clase de persona que es.


• La palabra, las ideas, los proyectos, tienen el valor y el poder de la persona que los produce; por tanto, no te preocupes por las decisiones que debes tomar; trabaja en superarte como persona, aclara tu mente, adquiere convicciones profundas y metas definidas y atractivas, porque sólo cuando funciones a niveles superiores, tendrás la libertad, la inteligencia y la voluntad para tomar decisiones valientes y eficaces.


• Las decisiones más difíciles son las que se relacionan con el propio desarrollo, debido a que suponen cambios profundos, a los cuales se resiste la naturaleza de forma perezosa.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus