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Editorial 750

 


Basura mental


En la naturaleza existía un equilibrio casi perfecto, pero, a medida que el hombre ha colonizado la tierra, ha dejado tras de sí su huella destructora. Hoy, los mares, los ríos y la atmósfera están contaminados y la tierra está muriendo, agobiada por la basura y la sobre explotación.


Ahora bien, lo que ocurre en la naturaleza no es más que la expresión de lo que ocurre en la mente de los seres humanos. Somos nosotros quienes hemos enfermado a la naturaleza con nuestra ignorancia, inconsciencia, egoísmo, ambición e irresponsabilidad.


Así como la frescura de la piel y el brillo de los ojos expresan la salud del cuerpo y del alma; así la contaminación de la naturaleza expresa las enfermedades mentales de la sociedad.


Ni tú ni yo somos responsables de este montón de basura, ni del humo que despiden las chimeneas, pero debemos reconocer que a lo largo de nuestra vida hemos dañado a la naturaleza de muchas formas, y, al hacerlo, nos hemos dañado a nosotros mismos.


Teniendo en cuenta que en Nueva York se producen 23.000 toneladas diarias y 18.000 en Pekín, si proyectamos estas cifras al mundo entero, dentro de poco, la tierra terminará convertida en un inmenso basurero.


Busca en Google imágenes de contaminación ambiental, para que nunca más olvides los desatres causados por los hombres. Es el primer paso para entender no sólo la contaminación ambiental sino la contaminación mental de las personas.


Cómo eliminar la basura mental


Según la Ley de Vibración todo lo que sentimos y pensamos se expresa a través de vibraciones que se expanden en todas direcciones, influyendo para bien o para mal en las personas.


Cada persona produce vibraciones de acuerdo a la clase de persona que es. Nadie puede controlar o falsificar sus vibraciones, pues ellas provienen de la estructura mental profunda de la persona. Son la manifestación de lo que es realmente en lo íntimo de su ser. Una vez que son producidas actúan con plena libertad.

La basura mental es el producto de Ideas negativas, de lenguaje de bajo perfil (vulgar, crítico, ofensivo,...) de temores, de complejos, de frustraciones, de envidia, de odio, de resentimiento, etc.

 

Se trata de energías negativas convertidas en vibraciones que se expanden en todas direcciones, influyendo para bien o para mal en las personas. La basura mental se acumula en primer lugar en la persona que la genera, trastornando el buen funcionamiento de su mente y después afecta a las personas que entran en su radio de acción.


Aunque no podemos ver la basura mental que acumulan las personas, sí podemos percibirla indirectamente a través de su lenguaje, de su actitud, de su expresión corporal y de su comportamiento.

Así como existen muchas clases de basura física, existen también muchas clases de basura mental. Cada uno de los aspectos negativos de nuestra persona y de las demás personas, como las ideas negativas, el lenguaje de bajo perfil (vulgar, crítico, ofensivo,...) los temores, los complejos, las frustraciones, la envidia, el odio, el resentimiento, etc. son formas de basura mental de las cuales debemos protegernos porque son altamente contaminantes. De aquí el refrán: "Dime con quién andas y te diré quién eres"


La basura mental está también en muchos libros, programas de televisión y redes sociales. El ambiente de trabajo, la calle o la casa, también pueden estar cargados de basura mental en forma de tensión, angustia, falta de amor, discusiones, etc.


Es importante percibir con rapidez las personas que tienen una mente sana y limpia y las que tienen mucha basura mental, para saber a qué atenerse.


Cuando salimos de la ciudad a la playa o al campo es como si nos liberáramos de un gran peso. Se debe a que la atmósfera de la ciudad está saturada de muchas vibraciones negativas, en cambio, la naturaleza expresa equilibrio, paz y armonía.


Si las personas supieran que las ideas y actitudes negativas se convierten en basura mental que daña el buen funcionamiento de la mente y se co0nvierte en obstáculo para el éxito y la felicidad, evitarían los pensamientos, palabras, sentimientos e intenciones negativos y se esforzarían en ser mejor persona. Necesitamos ser honestos y bondadosos, no sólo por razones morales, sino por sentido común.


Evita los camiones de basura


Me subí a un taxi y partimos para la estación Grand Central. íbamos en el carril derecho cuando, de repente, un coche negro se colocó enfrente de nosotros. El chofer frenó con fuerza, dio un patinazo, y por unos pocos centímetros evitó chocar con el otro carro.


El conductor del otro coche, el que casi causó un accidente, volteó su cabeza y empezó a gritarnos con muchas palabrotas. El taxista sólo sonrió y le saludó amablemente. Así que yo le pregunté, ¿Por qué no le reclamó? Ese tipo por poco destruye su auto y nos manda al hospital.


Entonces el taxista me dijo lo que ahora llamo “La Ley del Camión de Basura”. Muchas personas son como un camión de basura. Andan llenos de basura; llenos de frustración, enojo y decepción. A medida que se les va amontonando la basura, necesitan un lugar en donde tirarla. Si le permites, te la echan encima.


Cuando alguien quiere echar su basura sobre ti, no lo tomes en forma personal. Sólo sonríe, saluda, deséale lo mejor y sigue adelante. Estarás feliz de no ser el basurero de los demás.


Así que, esto es la Ley del Camión de Basura.
Empecé a pensar, ¿Cada cuánto tiempo permito que los camiones de basura me atropellen? Y ¿Cada cuánto tomo la basura que llevan y la riego sobre otras personas... en el trabajo, en casa, en las calles?
Fue ese día que dije, Ya no voy a hacer eso. Empecé a ver muchos camiones de basura. Veía lo que llevaban. Veía cuando llegaban para vaciar la basura. Y como mi taxista, ya no lo tomo en forma personal. Sólo sonrío, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante.


Uno de mis jugadores favoritos de fútbol americano de toda la historia, Walter Payton, hizo esto todos los días en el campo de fútbol. Tan pronto como caía al suelo después de ser tacleado, se levantaba. Nunca se quedaba pensando en el asunto. Payton estaba listo para hacer que la siguiente jugada fuera la mejor.


Los buenos líderes saben que tienen que estar listos para su próxima junta. Los padres buenos saben que tienen que recibir a sus hijos con abrazos y besos cuando regresan de la escuela. Los maestros y padres saben que tienen que estar totalmente presentes y dando lo mejor para las personas que les son importantes.


La gente exitosa no permite que los camiones de basura tomen el control de su vida.


¿Y tú? ¿Qué pasaría en tu vida, empezando hoy, si no permitieras que más camiones de basura te afectaran? Apuesto que estarías más feliz. Así que, ama a las personas que te tratan bien. Olvídate de las que no lo hacen. Nadie dijo que sería fácil. Sólo prometieron que valdría la pena.

Cuida tu mundo mental.
Tu vida puede ser de colores o puede ser triste y oscura.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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